Por: Sebastián Maturano, secretario general de la Juventud Sindical de la CGT.

Analizamos y vemos con gran preocupación todo lo que viene sucediendo. Algunos analistas ven esto como si fuese la Primera o la Segunda Guerra Mundial, en donde hay gran cantidad de infectados y  muertos.

Pienso que el 2020 va a ser el año que empezamos a racionalizar lo que es la vida, algunos comenzamos a tener miedo a la muerte y muchos a cuidar nuestra vida y la de nuestra familia como un león. Nuestro pensamiento como sociedad organizada tiene que ser, no solamente individual, sino colectivo, no solo en nuestra familia o grupo de contención sino a nivel global, a nivel vecino.

Este año se va a considerar como el “año del Coronavirus” esto pone a prueba muchas cosas a nuestro alrededor, uno como persona, como padre, como madre, amigo, como dirigente sindical, otro como diputado, senador o presidente.  Se pone en foco el accionar de todo éste conjunto.

Es vital el rol protagónico de cada persona de forma individual y su accionar de manera colectiva para hacer el esfuerzo para trabajar y llevar adelante esta situación tan lamentable.

Hoy, en nuestro país y en otros la brecha de desigualdad entre las personas va a aumentar la pobreza y el desempleo. Se genera un panorama más amplio de la gente que necesita. Tal es el caso del IFE, que era para cierta cantidad y hoy es para 11 millones de personas en nuestro país. Una de las grandes preocupaciones de la Juventud, es que el 25% de esos 11 millones son jóvenes.

Va a haber un cambio social y cultural, lo vemos en el día a día. La cuarentena, el confinamiento, a uno lo llevó a estar más tiempo en su casa, con su familia y sus hijos , lo que lleva a ver, analizar con más profundidad y valorar lo que cada miembro de la familia hace para mantener la casa en pie. El valor tan importante que cada miembro de la familia realiza día a día. Tenemos que verlo como un cambio social, cultural, laboral y también ecológico, donde vemos en qué magnitud el planeta comienza a descansar. Haciendo mención al Papa Francisco vemos lo importante que es cuidar la casa común que es nuestra madre, nuestra tierra.

El pueblo argentino ha tenido una disciplina social en lo que va de la cuarentena y una responsabilidad individual y colectiva para enfrentar esto en donde se hizo caso, se respondió al presidente, a las decisiones del Estado. La mayoría estamos de acuerdo con las medidas que se han tomado. Debemos entender el contexto que está viviendo el país. Un país endeudado, con altos niveles de pobreza, con trabajo informal, un país donde no teníamos Ministerio de Salud, Ministerio de Trabajo, donde la salud también se dejó de lado.

Hay dos cosas fundamentales en todo esto, la importancia de un Estado presente, el protagonismo que tiene que tener para hacerse cargo del país y el fortalecimiento, y la importancia que tiene la Ciencia y la Salud. En donde el modelo neoliberal fracasó y no es la respuesta ni la solución al problema que estamos pasando.

Día 86 de la cuarentena, vemos cómo los Escondidos asoman la cabeza, como los camuflados ya no disimulan y cómo ciertas aves empiezan a volar en círculos. Muchos oportunistas, muchos ventajeros, algunos cansados y pocos resistiendo, esos pocos somos la Columna Vertebral.

— Seba Maturano (@sebasmaturanojs) June 14, 2020

El escenario político también va cambiando, el rol del estado y la sociedad apoyó esas decisiones para preservar y cuidar la salud. No podemos dejar de lado la economía que es sumamente importante, pero la prioridad es la salud, cuidar al pueblo argentino.

También debemos saber que éste país con la crisis sanitaria que hay, no puede flexibilizar y no llevar a cabo la cuarentena porque sabemos que el sistema de salud colapsaría y nos estaría pasando lo de Ecuador en donde la gente se muere, se queda afuera de los hospitales o lo que pasa en Brasil que no tienen fosa para los muertos.

Sebastián Maturano, en una entrevista con Sonido Gremial

Vemos la necesidad de un Estado presente, un estado que efectúe políticas púbicas, sociales. No queremos tener argentinas o argentinos muriendo en nuestro país.

Nosotros creemos en un Estado amplio  y peronista, necesitamos volver al peronismo, es pensar en un Estado que escuche, que siente a los grandes participantes del desarrollo de la sociedad argentina en una mesa y se evalúe como reconstruir el país después de la pandemia.

Ahí tenemos que estar las organizaciones sindicales, el sector empresarial, la Iglesia y el Estado. Todos debemos analizar de qué manera y cuál es la mejor para salir delante de todo esto.

Hay empresarios que se han abusado en la pandemia y han suspendido y despedido empleados y por eso se necesita la participación de las organizaciones sindicales para cuidar y focalizarse con lo que está pasando en cada sector.

Hoy vemos una aceleración de cambios en ciertas modalidades de trabajo y uno de ellas es justamente el Teletrabajo, donde muchos de nuestros compañeros y compañeras que están varios de realizando el trabajo desde la casa. En Argentina el trabajo formal es de aproximadamente 10 millones , y el trabajo informal 10 u 11 millones, y solamente el 30% de ese total “podrían” hacer teletrabajo, porque no cuentan con la capacidad y las herramientas de poder realizarlo. También vemos que con esta modalidad muchas empresas empiezan a hacer uso y abuso de ciertas jornadas o de cierto gasto que el trabajador realiza en su casa para el beneficio del lugar al que trabaja que luego no se tienen en cuenta a la hora de pagar los salarios.

Se deben empezar a discutir sobre las modificaciones en los Convenios Colectivos que contenga a ésta modalidad de trabajo porque necesitaríamos darle al trabajador derechos y obligaciones y una contención desde el marco sindical y laboral. Y algo muy importante es la manera de contratación donde el teletrabajo debe ser una opción , no una obligación. El trabajador debe tener el derecho a decir “ no quiero trabajar más en mi casa “ quiero un espacio físico en la empresa.

El coronavirus nos va a dejar una gran enseñanza y una reflexión para los trabajadores que estuvieron día y noche arriesgando su vida, en los trabajos esenciales, poniendo en riesgo su vida cuando va a trabajar y poniendo en riesgo su familia cuando vuelve de trabajar. Nosotros realizamos con orgullo esos trabajos y nos sentimos parte de ese estado, de esa Argentina que se involucra y que piensa en el otro solidarizándose y llamando a la unidad. Porque esta es la única manera de salir adelante y siendo solidarios.