«Si hay elementos sólidos para mantener la licencia Bazooka que se expongan»

«Si hay elementos sólidos para mantener la licencia Bazooka que se expongan»

El 30 de noviembre de 2020 Mirko García, concejal de Juntos por el Cambio, eleva la velocidad con transporte pesado. Haciendo uso de las metáforas, recuerda que el pueblo perdió al «Barrilete Cósmico» pero en el distrito hay «un barrilete sin cola que no se sabe hacia donde lo llevó el viento». La alusión no se privó del nombre y apellido: Leonardo Cóppola.

Había una vez una estructura que tenía ocho concejales /as, pero cuenta el presente más que la historia que un día lo monolítico se rompió. Las diferencias resultaron evidentes y, como hay innumerables antecedentes del mismo tenor, la oposición legislativa se rompe en dos. Para que la saga tenga atentos espectadores /as, el nuevo guión debe contar con visualizadores de aquellos ingredientes que no pueden escasear. Resulta que en el inmenso mundo del pragmatismo político, no todas las excepciones pueden ser siempre una regla.

Desde hace un largo, largo tiempo, algunos /as que son elegidos /as para ocupar un rol legislativo son llamados a la licencia y saltar a la función ejecutiva, produciendo así el ingreso de los que quedaron en calidad de sustitutos /as. Leonardo Cóppola está en ese universo de los enroques.

El 8 de abril del año 2018 el legislador Leonardo Cóppola toma licencia por tiempo determinado. Un año después presenta la extensión y el cuerpo Rechaza. En los primeros días de noviembre de 2019 el HCD aprueba su segunda licencia. ¿Puede repetirse el proceso que tiene como protagonista no sólo a Cóppola sino a quien lo reemplaza, la legisladora Gisele Agostinelli?

El 30 de noviembre de 2020 Mirko García, concejal de Juntos por el Cambio, eleva la velocidad con transporte pesado. Haciendo uso de las metáforas, recuerda que el pueblo perdió al «Barrilete Cósmico» pero en el distrito hay «un barrilete sin cola que no se sabe hacia donde lo llevó el viento». La alusión no se privó del nombre y apellido: Leonardo Cóppola.

García en su ejercicio de moción de privilegio, convoca que el Concejo Deliberante revise la situación laboral (licencia) del concejal Cóppola, interpretación que fue pregunta, atinada y coherente de la presidenta del HCD, Araceli Bellota, pero la interpretación fue vertida por la experimentada concejala Claudia Asseff que explicó que el tema puede y debe ser analizado en la Comisión de Legales.

Mirko García hace de la táctica un ejercicio político e instala un debate que va de lo singular a lo general: «Hace algunos días Cóppola colocó en sus redes (sociales) que hubo 13 concejales /as que votaron la recolección de residuos y lo hizo a forma de escrache. Digo que cada uno tiene derecho a expresar lo que piensa, cada ciudadano tiene derecho a expresar lo que piensa, pero hay ciudadanos que parece que tiene derecho a licencias interminables, que las llamo la licencia del chicle porque se estiran, creo que acá todos conocemos al chicle Bazooka (NdR: los inventó la Compañía Topps, de Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos, en 1947. Aunque son símbolo absoluto de infancia, su nombre es en honor al arma que se popularizó durante la Segunda Guerra Mundial, que había terminado dos años antes).

Esta manera de escrachar a quienes pensamos distinto es aceptable para el resto de la sociedad y el pueblo, pero utilizar esta metodología para alguien que fue elegido por el pueblo, que se propuso como candidato y que juró por Dios y por la patria, y hoy la verdad que no sé dónde está y cuál es la función que cumple pero que parece que es la voz de la conciencia de este Honorable cuerpo. Hace pocos días el pueblo argentino perdió un barrilete cósmico pero nosotros (en Moreno) tenemos un barrilete sin cola«.

García convoca al Honorable cuerpo a revisar la licencia otorgada a Cóppola, sugiere y otros /as ¿lo toman?: «Si tiene tiempo de opinar sobre la gestión de este cuerpo me parece que tiene que tener la delicadeza de presentar en el recinto porque fue elegido para debatir. Mire señora Presidenta, los años van pasando, creo en la buena voluntad de las personas pero no me gustan los pillos, las que la juegan de vivos como se dice en el barrio. 

Si hay elementos sólidos para mantener la licencia Bazooka que se expongan, que la trate la comisión que corresponda, pero eso de hacer la voz de la conciencia de este cuerpo, donde me consta que he visto asumir a cada uno de los ediles asumir el compromiso durante la pandemia, en el recinto, en las comisiones, en los barrios, pero parece que hay una voz superior, de un barrilete que no es cósmico que juzga la actividad de quienes si asumieron un compromiso, que con aciertos y errores lo están llevando adelante. Para mí es muy importante que se clarifique la situación de este semi concejal porque en el orden del día hay expedientes de la persona en cuestión.

Yo confío en la actitud de todos los concejales que he visto, en un año difícil, tal vez el más difícil en la historia de nuestro país, asumir el compromiso de legislar, de trabajar y de militar, y en muchos de los temas hemos tenido posiciones encontradas y las llevamos adelante en el debate y votación en el recinto, pero que alguien que no sé si por cuestiones personales, conveniencia, picardía electoral o intereses económicos no se presenta al lugar por que fue elegido por el pueblo, ser concejal y cumplir esa función, pero se dedica en las redes y cuanto medio de comunicación tiene a mano para cuestionar la actitud de algunos ediles, más allá que no sean de mi bloque, yo lo voy a cuestionar. Por eso, señora Presidenta, me parece que es un tema que la Comisión de Legales debería revisar».

Comentá la nota