Emprendimiento marplatense con foco en el cuidado del medio ambiente

Emprendimiento marplatense con foco en el cuidado del medio ambiente

Bolsas biodegradables producidas en la ciudad. Crecimiento exponencial de una firma local, creada por dos hermanos, enfocados en el cuidado del medio ambiente.

Por Natalia Prieto

“En la Argentina se usan 55 kilos de plástico por persona por año. Y la mayoría termina en el mar, contaminando”. Con ese pensamiento, y la ayuda de su perro Tito, Roberto Errobidart (36 años) junto a su hermano Raúl (38) diseñaron “bolsas solubles en agua y compostables” y crearon la firma “Goodfilm” que desde Mar del Pata produce 100 toneladas mensuales de envases amigables con el medio ambiente. Además, trabajan con Pepsico en el desarrollo de envases sustentables para sus productos y son protagonistas de “Planet Love”, una docuserie producida por National Geographic Creative Works en la que cuentan la génesis del proyecto.

Todo se originó con la caca del perro galgo Tito. “Íbamos caminando por la plaza, con un grupo de amigos, y se armó un debate sobre qué contaminaba más, si la caca del perro o la bolsita en que la juntábamos”, contó a LA CAPITAL Roberto.

“La discusión era que la caca tenía parásitos, olor y si la pisabas era un asco -añadió-. Y con la bolsita, se iban a morir nuestros perros, nosotros, nuestros hijos y las bolsitas iban a seguir estando en el medio ambiente”.

Entonces Roberto propuso crear “algo para levantar la caca del perro y no contaminar el medio ambiente” y así nacieron las “bolsas solubles en agua y compostables”.

“Se disuelven en agua, desaparecen -añadió-. Ahora también tenemos una línea que se disuelven en agua caliente, asi que se pueden usar para la basura, para sorbetes o incluso las usan en las clínicas para meter las sábanas ahi y después las meten en los lavarropas y nadie toca esas sábanas”.

En aquel entonces, unos 7 años atrás, Roberto y Raúl saciaban sus impetus emprendedores con otros proyectos (como un motor eléctrico para pasar de diesel a gas, por ejemplo) y tenían “un film soluble en agua, entonces lo utilizamos para fabricar la bolsita. Y funcionó bien. Una cosa llevó a la otra, vendimos una camioneta que teníamos y así compramos la primera máquina para fabricarlas”.

Autogestión

Claro que el costo de la materia prima (la importaban de China) les volvió inviable el proyecto. “Todos los compuestos de la materia prima, como almidón o glicerina, son biodegradables y no tóxicos -explicó Roberto-. Y Argentina es uno de los cinco lugares del mundo (además de China, Estados Unidos, India e Italia- dónde se fabrica. Así que hacemos las bolsas y la materia prima de las mismas”, explicó.

Hoy 15 personas trabajan en “Goodfilm”, que está ubicada en el parque logístico De León Medina (en la ruta 88), pero la idea es incorporar más mano de obra porque “ya

compramos una máquina para poner las bolsitas en los huesitos que van en las correas de los perros. Ahora son individuales, pero vamos a hacer los rollitos”, detalló.

Además, la proyección para fin de año apunta a “generar 500 toneladas mensuales. Hoy estamos en 100 toneladas por mes”, especificó el emprendedor que nació en Otamendi pero a los 15 años se mudó junto a su familia para terminar el colegio secundario en la antigua ENET N°1, dónde se recibieron de técnico electrónico uno y de automotores otro. Si bien ambos comenzaron a cursar Ingenieria abandonaron porque “somos ansiosos, somos de mano a la obra”, definió el menor de los hermanos Errobidart entre risas.

“Goodfilm” firmó un convenio con Pepsico, que les provee “100 toneladas de almidón de papa de descarte por mes. Y hacemos bolsitas que por ahora son para consumo interno de ellos, pero estamos desarrollando envases para todos sus productos”, anunció Roberto.

También trabajan en la ampliación de la producción con bolsas para supermercado, de arranque (los rollos que están en las verdulerias, troqueladas), sorbetes y bandejitas para alimentos.

“Hay que tomar conciencia -sugirió Roberto- un plástico no usado, no es eliminado y no contamina. Las acciones mínimas que pensamos que son insignificantes, como tirar el papel de una envoltura o decidir comprar un producto que tenga un plástico biodegradable o soluble, son esas pequeñas acciones que cambiarán el medio ambiente”.

Comentá la nota