Las empresas locales que siguen creciendo, vivir en Mar deck Plata, Uber y los subsidios al transporte

Las empresas locales que siguen creciendo, vivir en Mar deck Plata, Uber y los subsidios al transporte

Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata

Siempre es una buena noticia el crecimiento de empresas de capital marplatense. La heladería Lucciano’s y la cerveza artesanal Antares tienen motivos para celebrar. En cuanto a la cadena de helados marplatenses batió todos los récords de venta en su última apertura en Barcelona. Españoles y argentinos hacen filas de hasta una hora para probarlos. Mientras, hay un furor por las franquicias de Lucciano’s. Hoy tiene 20 mil pedidos de 50 países. El diseño y la decoración de los locales, más la variedad de sus productos que incluyen palitos o icepops con divertidas formas, generan el éxito de esta firma creada por Daniel Otero y su hijo Christian, y que ya cuenta con 60 locales, de los cuales 54 están en Argentina y seis en el exterior (Montevideo, Punta del Este, Orlando, New Jersey, Barcelona y Roma). Precisamente desde Roma, Otero adelantaba a esta columna que este año piensan abrir diez locales más en la Argentina, dos en Miami, uno en Orlando y otro en Málaga, España.

“Creo que somos la primera empresa de Argentina que abre un local en Roma. Estamos orgullosos”, resaltaba Daniel Otero, quien admitía que tienen pedidos de franquicia desde la India, Nepal, Israel, Nueva Zelanda y otros países. De Madrid únicamente hay cien pedidos al igual que de Estados Unidos. Mientras en Argentina ofrecen 36 sabores, en Europa hay sólo 24 por ahora. “Queremos franquiciados que muestren pasión por la marca”, alegó, mostrando un icepops con la forma del Coliseo que fue furor de ventas desde el local ubicado a metros de la Fontana di Trevi. Mientras que en Argentina el kilo de helados de Lucciano’s tiene un valor de 1.900 pesos, en Barcelona o Roma se adquiere por 26 euros.

Numerosos diarios españoles dieron amplia cobertura a la inauguración del espectacular local en Barcelona, más parecido a una nave espacial que a una heladería. “Su interior de color azul y violeta está inspirado en el espacio, y con un juego de luces alucinante, parece que al entrar estás más cerca de Marte que del planeta Tierra”, se señaló en la prensa española. “Cada una de nuestras tiendas es especial. No se repite y está especialmente creada para ese lugar y ese momento. Esto es parte de lo que nos hace únicos, porque apostamos todo para darle a cada persona que nos visite una experiencia completa que no podrá encontrar en otra heladería”, explicó Otero.

En el caso de Antares, sus productos arribarán a diez veces más de puntos de venta en el país, a partir de un acuerdo de distribución con el Grupo Peñaflor. Así, la fabrica de cerveza artesanal con sede en Mar del Plata proyecta un fuerte salto de producción. A través de Peñaflor, la cerveza Antares pasará a venderse en 150 mil puntos en todo el país -hoy llegan a 15 mil-, expresándose desde esa firma que “encontramos en grupo Peñaflor un socio ideal para este proyecto, dado su trayectoria en la industria de bebidas y su capacidad de distribución y ejecución en góndola”. Lo cierto es que además será un doble retorno: el de Peñaflor al negocio cervecero -lo había dejado en los 90 cuando cedió la marca Bieckert- y de su accionista principal, la familia Bemberg, ex dueña de Quilmes, al producto que definió su historia empresaria, resaltó un artículo del diario El Cronista.

Se  estableció que Peñaflor centralizará la logística del canal comercial de las 12 líneas de producto de Antares -seis variedades en latas y seis en botella- mientras que en forma paralela la cervecera seguirá abasteciendo por su cuenta a sus 65 franquicias, en 14 provincias, y a los clientes que consumen sus barriles en el mercado local. “Mantenemos intacto el deseo por construir experiencias únicas e innovadoras en el mundo cervecero”, refirieron desde la firma marplatense en un comunicado. Entre las dos plantas que tiene en la ciudad, Antares produce de 5 a 6 millones de litros anuales entre latas, botellas y barriles. La intención es incrementar un 50% año a año la fabricación en las dos, que están en la zona del Mundialista y en el Parque Industrial, resaltó Pablo Rodríguez, uno de los socios fundadores.

Peñaflor -que distribuye actualmente marcas como Johny Walker, J&B, Tanqueray, Gordon’s, Bailey’s, Zacapa y Captain Morgan, entre otras -llevará los productos de Antares a mayoristas, supermercados, autoservicios, comercios de cercanía, vinotecas y otros clientes de su cartera. Con el objetivo de hacer más eficiente su logística, cubrirá las bocas de expendio a las que ya provee con las etiquetas de sus bodegas como Trapiche, Finca Las Moras, El Esteco, Navarro Correas, Suter, San Telmo, La Liga de Enólogos, Frizzé y Mingo, entre otras. El acuerdo, coincide en señalarse en ese sector, buscará consolidar la recuperación del mercado de cerveza artesanal argentino, en un contexto de reactivación, tras el golpe que sufrió durante la pandemia. Debe consignarse que por las restricciones, desaparecieron 120 fábricas y 450 comercios, según datos aportados por la Cámara Argentina de Productores de Cerveza Artesanal.

“Lo que fue hermoso será horrible después”, cantaba Charly García en “Cerca de la revolución”, y cae como anillo al dedo para definir lo que sucede en Mar deck Plata, caso único en el planeta. La idea de la instalación de decks en los corredores gastronómicos, en plena pandemia, resultó un salvavidas para muchos locales. Se habían definido claramente las zonas para su habilitación pero, finalmente, la situación terminó desmadrándose. Como hongos, fueron proliferando decks en cualquier lugar de la ciudad. Bares, restaurantes, locales de comidas, se apropiaron de las calles, duplicaron su capacidad con estas instalaciones, y “abrieron sucursales frente a la sede central” (textual de conocido arquitecto local). Superada la pandemia, o al menos lo más grave de ella, allí están los decks que llegaron para quedarse. “Laburo mata tránsito”, ironizaba dicho profesional.

Y la Municipalidad se encontró ante una disyuntiva evaluando costos políticos. ¿Cómo decirle a un comerciante que tiene que retirar esa estructura que le costó sus buenos pesos sin perder el voto en los próximos comicios? (Muchos en el edificio municipal recordaron lo “caro” que le salió a Gustavo Pulti el retiro de las marquesinas y su Código de Publicidad). Así fue como en las últimas horas se estableció que se presentó un proyecto de ordenanza para regular los decks gastronómicos, que prevé el pago de tasas por su explotación, aunque aclarándose que no podrán instalarse en avenidas ni calles en las que avance el entramado de las ciclovías (por ahora en un tramo de la calle Mitre). Mientras se aguarda que (3,2,1…) se alcen voces en contra de cualquier nueva tasa, lo cierto es que nada va a cambiar en sitios donde la presencia de decks constituyen un verdadero peligro, ya que los conductores pierden visibilidad. “Están comprando las calles con una tasa, mientras se habla de que en Mar del Plata se maneja muy mal. ¿En cuanto tiempo tendremos que lamentar un accidente grave en las paralelas de Güemes y Alem, en Córdoba, Alvarado, Avellaneda o Belgrano?” se preguntaba el concejal que en su momento apoyó esta iniciativa durante la pandemia.

Lo cierto es que hay decks en lugares inverosímiles. Una situación que no se da en ninguna ciudad del planeta, salvo en pequeños sectores o calles específicas. El nuevo proyecto municipal aclara que los permisos de colocación serán siempre de carácter precario, y agrega que ante cualquier falta frente a la nueva normativa serán pasibles de ser revocados. Imaginar que los inspectores municipales, ya de por si desbordados, saldrán con el centímetro a medir decks, constatar que las estufas son eléctricas halógenas y que las estructuras deberán ser de hierro estructural galvanizado o metalizado y exclusivamente de color negro o blanco suena utópico. Y así y todo, falta aun el debate en el Concejo Deliberante donde no se descarta que se incluyan nuevas medidas. “Lo que fue hermoso será horrible después”… Lo que nació como una solución hoy se convirtió en un problema.

Y a propósito de Inspección General y Tránsito, no deben haber recibido con mucho beneplácito las declaraciones formuladas por Juan Labaqui, responsable de Comunicaciones de Uber para el Cono Sur, en declaraciones a LU9 Radio Mar del Plata. “Desde principios de 2019 que Uber está trabajando en Mar del Plata”, expresó Labaqui, blanqueando que están desarrollando una actividad ilegal puesto que tal situación no está autorizada por la comuna. De hecho, en el Concejo Deliberante se analiza un proyecto que permitiría el acceso a la ciudad de estas plataformas, ante la grave situación que se registra por la falta de taxis especialmente en horas de la noche. “Hoy 7 de cada 10 marplatenses quieren la llegada de Uber a la ciudad. Hay una necesidad y una demanda”, sostuvo Labaqui. “¿Para que seguir analizando el proyecto si desde Uber afirman que ya están laburando en la ciudad sin haber ningún tipo de control ni restricción por parte de la gente de Tránsito?”, se preguntó el concejal opositor.

En sintonía con Montenegro. Desde hace tiempo, el intendente municipal viene reclamando un reparto más equitativo de los subsidios al transporte. En ese marco, luego de que el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, anunciara que los legisladores nacionales de su provincia presentarán un proyecto para la distribución federal de los subsidios al transporte público de pasajeros, diputados de la UCR por Mendoza, también ingresaron una iniciativa en la misma dirección para “corregir asimetrías e inequidades” entre lo que recibe el AMBA y las provincias del interior del país. Ya había presentado días atrás un proyecto en el mismo sentido el diputado nacional por Jujuy Jorge Rizzotti. En definitiva, el precio de los colectivos desata una guerra entre Nación y provincias y municipios del interior.

Un boleto de colectivo mínimo cuesta 18 pesos en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Es menos de una cuarta parte de lo que pagan en Mar del Plata por ese servicio (74,38 pesos). Un reciente aumento en Rosario demuestra que el transporte está muy lejos de valer lo mismo en todo el país. En esa ciudad, Córdoba y Santa Fe, el viaje estará en 69,5 pesos, se consignaba en un artículo firmado por Martín Bidegaray en el diario Clarín. Se estima que el transporte en colectivos cuenta con un 80% de subvención estatal en el área metropolitana, mientras que en el interior, ese porcentaje cae, con subsidios de entre 35% y 60% según el distrito. También es cierto que en el interior hay muchas gratuidades o descuentos de todo tipo que son aprobados por las autoridades locales. Eso hace que la tarifa técnica (100 pesos según una formula construida entre el Ministerio de Transporte y las líneas de colectivos) sea mayor, porque los costos se reparten entre un número menor de personas que pagan, sostienen los especialistas.

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