Energía limpia con residuos no reciclables

Energía limpia con residuos no reciclables

La empresa cordobesa Refractaris trabaja en un proyecto piloto para la puesta en marcha de una planta de gasificación para valorización energética

 

La denominada transición energética para la descarbonización de la economía, pasando de un modelo basado en fuentes contaminantes a otro sustentado en energías limpias, es uno de los grandes ejes estratégicos a nivel mundial dentro de la lucha para mitigar los efectos del cambio climático.

 

En este marco, y entre otras cuestiones de interés, la gestión adecuada de los residuos es parte esencial en esta lucha, no solo para minimizar sus efectos negativos y contaminantes sobre el medio ambiente, sino también porque muchos residuos pueden convertirse, a su vez, en fuente de energía renovable. Es el caso de lo que ocurre con los residuos sólidos urbanos (RSU), que tras el reciclaje de los distintos materiales que pueden ser recuperados, aún siguen generando un 70% de residuos que no pueden ser reutilizados, según apuntan los expertos, que se entierran o se incineran con el consiguiente daño para el medio. Y es en este punto donde puede entrar en juego la valorización energética, es decir, la obtención de energía a partir de los RSU que no son reciclables.

Es precisamente en este campo donde empresas cordobesas como Refractaris (cuyo negocio principal se centra en el diseño, producción e instalación de aislamientos para equipos industriales de altas temperaturas, es decir, que superan los 500 grados durante su funcionamiento) también están trabajando con el fin de poner en marcha nuevos procesos y proyectos que permitan la transformación de estos residuos en combustible verde.

No en vano, y como explica el director general de Refractaris, Antonio María Pino, el problema de la cantidad de RSU que no se pueden reciclar «es brutal», aunque actualmente existen tecnologías y procesos de gasificación, como gasificación por plasma o pirolisis, que pueden convertir estos residuos sólidos en gas susceptible de ser usado como combustible. 

Precisamente, esta empresa ubicada en Montemayor con mercado en países de todo el mundo, y cuyos orígenes se remotan al 2004, está desarrollando a través de su actividad de I+D diversas iniciativas encaminadas a la generación de energía a través de residuos, mediante diversos análisis e iniciativas entre los que destaca el proyecto piloto para la puesta en marcha de una pequeña planta de gasificación en sus propias instalaciones, para lo cual trabaja con el propio Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación) con vistas a sufragar el coste del proyecto, estimado en unos 3,2 millones de euros.

Planta de gasificación / El objetivo de esta planta es investigar la mejor manera de que los RSU actualmente no reciclables se conviertan en gas, a través de diversos procesos de gasificación; gas que posteriormente sería tratado para limpiarlo de partículas sólidas y de metales, generando así un gas limpio que puede ser usado como combustible en motores, señala Antonio María Pino.

Junto a estos proyectos de valorización energética, Refractaris también trabaja en el desarrollo de la llamada hibridación energética, o combinación de varias fuentes de energías renovables con el objetivo de alcanzar mayor eficiencia, «porque las energías renovables por sí solas no son autosuficientes», apunta Pino, ya que tanto la energía solar fotovoltaica como la eólica, dependen de la existencia de luz solar y del propio viento, respectivamente, para funcionar, ante la imposibilidad de almacenar la energía que generan. En esta línea, el objetivo es la puesta en marcha de sistemas mixtos cuyo porcentaje de cada energía renovable dependerá, lógicamente, del lugar en el que se asienten.

«En Andalucía -afirma el director general de Refractaris- la capacidad solar es brutal, con lo que la fotovoltaica puede tener más peso, aunque en otros lugares los aerogeneradores pueden suponer un mayor porcentaje en la hibridación. Sin embargo, la generación energética por residuos puede tener un peso similar en toda la geografía española».

En definitiva, un ejemplo de cómo desde una pyme cordobesa internacionalizada se apuesta por la mejora y fomento de las energías renovables, contribuyendo así a cumplir con los objetivos de la lucha contra la amenaza climática.

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