Por Mariano Suárez

Mar del Plata atravesó dos semanas de resonantes casos policiales que la pusieron en la mira de todo el país. En la madrugada del 19 de junio, Martín Mora Negretti fue asesinado a cuchillazos en la zona de la vieja terminal. Siete días después, a poco más de 10 kilómetros de ese homicidio, Juan Jesús Piero Pinna, el “Faraón del Pollo”, le asestó cuatro disparos a Maximiliano Rhil. Por distintas razones, los dos casos concitaron la atención de los medios nacionales: uno por lo injusto, el otro por los protagonistas que incluyen a un polémico empresario de la ciudad.

Las muertes de Mora Negretti y Rhil tuvieron, a su vez, distintas implicancias políticas. Guillermo Montenegro siguió con atención ambos casos, obviamente. En el primero, la muerte de un joven que había vuelto a Mar del Plata para festejar su cumpleaños y el Día del Padre, lo llevó a acompañar al padre de la víctima durante el velatorio –luego de que el hombre lo cuestionara públicamente- y a pedir que se discuta la baja de la edad de imputabilidad y el régimen penal juvenil. El oscuro trasfondo de la muerte de Rhil lo mantuvieron al margen del segundo crimen resonante.

La última aparición pública del jefe comunal fue durante el fin de semana en la Semana Social, horas antes de haber vuelto a compartir un escenario junto al gobernador Axel Kicillof, el flamante ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, y la titular de Anses y jefa del Frente de Todos en Mar del Plata, Fernanda Raverta.

Al mismo tiempo que entregaban escrituras de viviendas en el teatro Auditoirum, el Indec reveló la cifra más baja de la desocupación en Mar del Plata en 27 años: 5,8%. El gobernador aprovechó para poner en valor las políticas del gobierno nacional y provincial para la recuperación de la economía y del empleo, luego de los años macristas. Montenegro, algo incómodo a su lado, le recordó que en Mar del Plata gobierna el macrismo.

La jornada también fue importante para Raverta. La llegada de Scioli, empoderado por su regreso al Gabinete en un puesto clave, fue seguida con atención por oficialistas y opositores en la ciudad. En su anterior visita, como embajador en Brasil, compartió varias actividades con Montenegro. También con Rodolfo “Manino” Iriart, quien supo ser su referencia en Mar del Plata. Sin embargo, en el entorno de la directora de Anses celebraron la actitud del exmandatario provincial que habló con ella y se puso a disposición para trabajar en conjunto.

“El mensaje para la política fue claro: tanto Kicillof como Scioli se encolumnaron detrás de Fernanda. Y un ratito más tarde, con Alak en el PJ, ratificó que es la conductora de todo el espacio”, celebraron cerca de Raverta. En tiempos convulsionados como los que vive en Frente de Todos a nivel nacional mantener ordenado el pago chico no es poca cosa.

 

Pasó fotomultas y “zona roja”, viene la basura y ¿el transporte?

 

No sin polémica, Guillermo Montenegro consiguió darle un cierre (al menos por ahora) a dos temas que consideraba clave para su gestión: fotomultas y zona roja. El primero lo resolvió sin los concejales. Aprovechó de una modificación de la Ley Orgánica de las Municipalidades que le permite no enviar al Concejo Deliberante un convenio firmado con una universidad.

El proyecto para establecer multas y arrestos a personas que respeten el lugar elegido para ejercer la prostitución pudo sacarlo con el voto de un viejo conocido: Nicolás Lauría. Antes de la sesión, la oposición había colaborado para salvar la desprolijidad reglamentaria en la que se había metido el cuerpo tras el avance de los dictámenes, sin que ninguno haya sido aprobado en comisión.

La situación pasó desapercibida, sin mayores explicaciones, pero el expediente volvió a tratarse en una reunión conjunta por todas las comisiones que habían intervenido. Finalmente, se aprobó el proyecto que quería Montenegro, que incluyó varias modificaciones propuesta por Sol de la Torre (Frente de Todos), pero con la posibilidad de aplicar multas y arrestos.

Ahora, el municipio tiene 45 días para definir cuál o cuáles serán las zonas, algo que todavía no está resuelto. Fuentes del Ejecutivo creen que finalmente habrá más de una y de las que surgieron en estas horas la idea de llevarla a la avenida Antártida Argentina suena “posible”. “Vamos a resolver un problema que tiene 25 años”, afirmaron cerca del intendente.

“Quería la herramienta, ya la tiene. Ahora esperamos que resuelva el problema, como dijo”, plantearon desde el Frente de Todos que, al igual que en Acción Marplatense, creen que las multas y arrestos serán discutidas en la justicia.

Con la puesta a punto de los dos planes, el oficialismo ahora va por las dos licitaciones más importantes que tendrá la gestión Montenegro este año: la disposición final de residuos y el pliego de transporte público de pasajeros.

El primero ya fue enviado al Concejo Deliberante. La comisión de Ambiente decidió citar al presidente del Emsur, Sebastián D’Andrea, y realizar una recorrida por el predio para ver su estado actual. Aún no hay fecha, pero desde la oposición esperan recorrer el predio y luego recibir a D’Andrea para poder hacer consultas específicas sobre la situación actual.

El pliego del transporte todavía no fue remitido a los ediles. Luego del rechazo que sufrió el plan integral de transporte elaborado por el gobierno en 2021, ahora trabajan en varias modificaciones para enviarlo nuevamente. “El espíritu será el mismo. Pero será un contrato de menos años de duración y, por ende, habrá menos obras exigidas”, explicaron fuentes del Ejecutivo.

¿Cuándo lo enviarán? En el oficialismo estiman que entre los últimos días de julio y los primeros de agosto el expediente ingresará al Concejo Deliberante. Saben que mientras más pase el tiempo y las elecciones se acerquen los acuerdos serán más engorrosos.