Espinoza quedó deslegitimado en el PJ y van por su cabeza

Espinoza quedó deslegitimado en el PJ y van por su cabeza

La feroz interna con Aníbal Fernández, la baja performance en La Matanza y su derrota lo debilitaron, al punto que varios lo imaginan fuera del comando del PJ.

En el peronismo aún continúan realizando balances de lo que fue la elección del último domingo, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Las primeras conclusiones tienen una mezcla de optimismo y de análisis más cautelosos, teniendo en cuenta que la diferencia con el segundo no fue la esperada.

Concretamente en territorio bonaerense, en el sciolismo entienden que se podrían haber sacado más votos de los que se sacaron, y ponen la lupa en la figura del actual intendente de La Matanza y ex precandidato a vicegobernador de la fórmula perdedora, Fernando Espinoza.

Es que evalúan que todo lo que Espinoza planteó en la previa y durante toda la campaña no se plasmó el domingo. No sólo que no logró llevarle a Scioli un significativo caudal de votos desde el distrito más populoso y bastión del peronismo como lo es La Matanza, sino que incluso allí hasta él sacó menos votos que la candidata a sucederlo, Verónica Magario.

La fórmula que terminó triunfando en la interna K por la Gobernación integrada por Aníbal Fernández y Martín Sabbatella sacó 40,78% en La Matanza, contra el 59,22% de Julián Domínguez y Fernando Espinoza. El dato llamativo es que Espinoza sacó menos votos que su candidata a intendenta, que obtuvo el 69,48% en la interna con Heraldo Cayuqueo -30,52%-.

Espinoza, que hasta pocos días antes del cierre de listas insistió con competir por la gobernación, no pudo hacer valer -ya como precandidato a vice- el supuesto poder que tenía como intendente matancero y como titular del PJ bonaerense, algo que a priori parecía garantizar una buena porción de votos.

Ese poder se terminó diluyendo fundamentalmente en la última semana de campaña previa a las PASO, en donde la interna vivió su punto más caliente, con golpes bajos que resultaron sorpresivos. Todo, después del informe que presentó Jorge Lanata en Periodismo para Todos, acusando al Jefe de Gabinete de la Nación de haber sido el autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez.

“Yo le pedí a Aníbal que se baje porque nuestra competencia no está dentro de nuestro espacio político, está afuera. Hoy debiéramos estar más unidos que nunca”, había dicho Espinoza, incluso elevando el tono de la disputa, diciendo que "tenemos grandes diferencias con la dupla Fernández-Sabbatella, como por ejemplo en el tema del narcotráfico y el consumo de drogas”.

"Dejen de comprarle droga a los transas", respondió duramente el ex intendente de Quilmes. La pelea se le había ido de las manos a todos.

Hoy, con los resultados puestos, el que salió muy debilitado y quedó en offside es Espinoza, porque a la hora de evaluar cómo se desarrolló todo, queda en evidencia que toda su actitud confrontativa no fue sustentada por los votos que prometió sacar.

Ya a fines del año pasado Espinoza había despertado mucha bronca interna en el peronismo, cuando confrontó por ejemplo con el intendente de Berazategui Juan Patricio Mussi tras un polémico acto en La Plata en donde "no nombraron ni a Néstor ni a Cristina", tal como le reprocharon. En ese entonces lo acusaron de apuntar solamente a su campaña para la gobernación.

En esta semana post PASO, todo el sciolismo está evaluando cómo continuar, analizando fundamentalmente lo que pasó. Hay quienes hasta imaginan que la bronca contra Espinoza es tal que le harían pagar el precio de la derrota desplazándolo de la titularidad del PJ, dejándole el cargo a la Ministra de Gobierno Cristina Álvarez Rodríguez.

Aunque distintas fuentes no se animan a pronosticar tal decisión, varios admiten que las miradas están posadas sobre el intendente matancero, que quedó muy tocado tras la derrota, y ahora no le queda otra que acompañar a quien atacó ferozmente días atrás.

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