Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos: hacia un país más saludable

Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos: hacia un país más saludable

El 70% de los argentinos y de los puntanos tienen sobrepeso u obesidad. Esta norma brindará información clara y sencilla para elegir qué productos consumir.

Los números son alarmantes: el 70 por ciento de la población del país, y por lo tanto, de San Luis, tiene sobrepeso u obesidad. El primero es la antesala de la segunda, que puede derivar en otros trastornos, como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. Todas, de hecho, fueron las patologías más comunes que padecen aquellas personas que son más propensas a tener las formas más graves e incluso a morir por causa del coronavirus.

 

La Argentina hoy se debate en cómo lograr reducir esos números, y en pos de eso es que se propusieron diferentes proyectos de ley que buscan mejorar la calidad de los alimentos que se comercializan en el país. Así, en octubre de 2020, la Cámara de Senadores dio media sanción al proyecto de la Ley de Etiquetado Frontal de los Alimentos, que tiene varios objetivos. Por un lado, brindar información sencilla y clara a la población sobre los alimentos que va a consumir, especialmente alertar acerca de si ese producto, sea comestible o bebible sin alcohol, está excedido en sodio, azúcares, grasas saturadas totales o en calorías a través de un rótulo indeleble de forma octogonal, de color negro con letras blancas y de un tamaño no inferior al 5 por ciento de la superficie del envase donde se coloque. Además, en caso de que el producto contenga edulcorante o cafeína, debajo del octógono deberá ir una leyenda que advierta que ese contenido no es recomendable para los niños y las niñas.

 

 

 

 

 

A mediados de julio, las comisiones de Legislación General; Acción Social y Salud Pública; Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia, y de Industria, en un plenario conjunto, lograron un dictamen por mayoría: el paso previo a ser tratado en la Cámara de Diputados y que finalmente el proyecto se convirtiera en ley.

 

La presidenta de la Asociación de Licenciados en Nutrición de San Luis (ALiN), Griselda Sosa, trabaja junto a sus colegas desde hace varios años para que se promulgue esta normativa. “Es una ley de promoción de alimentación saludable como una cuestión general y lo que se está difundiendo es el proyecto de etiquetado frontal de advertencia. Creemos que, como consumidores, tenemos el derecho de saber de forma clara y sencilla cuándo hay un alimento que excede lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)", puntualiza.

 

Para Sosa, la votación en Diputados es inminente: “Probablemente se trate la semana que viene —la Cámara baja sesiona todos los jueves—. Esto será un antes y un después en el consumo de alimentos en los argentinos, porque la gente, al estar informada, podrá decidir. Hoy por hoy los alimentos tienen en la parte de atrás un etiquetado nutricional, pero uno tiene que estar prácticamente matriculado en nutrición para saber si está comiendo un alimento adecuado o no. Yo creo que esto se va a poder identificar bien; a eso apunta la advertencia, y a saber cuáles son los alimentos que están excedidos en esos ingredientes, sobre todo en los que están destinados a la población infantil”.

 

 

 

 

 

La referente puntana explicó que en Argentina hay un 70 por ciento de personas con sobrepeso u obesidad. “Estamos hablando de que cada diez argentinos, siete padecen alguno de estos trastornos y eso es realmente pandémico. Está muy relacionado con otro tipo de enfermedades. Creemos que esta ley será de gran impacto social y en la salud de los argentinos”, sostuvo.

 

Sosa proyectó que esta norma traerá una baja en los altos niveles estadísticos que hay en el país de enfermedades crónicas. “Si llegamos a estos números es por la falta de información sobre qué alimentos son buenos y cuáles no, porque muchas veces no son lo que parecen y uno lo termina consumiendo”, indicó.

 

 

Alcanzar esta ley será un cambio de paradigma. Nos dará la posibilidad de elegir y eso genera las condiciones de igualdad (Eugenia Catalfamo)

La pandemia de los ultraprocesados

 

“Los alimentos ultraprocesados son aquellos que pasan por un montón de procesos antes de ser servidos en la mesa”, explicó Sosa. Estos procesos implican que los productos tengan más aditivos, conservantes y colorantes que ayudan a que esos alimentos se mantengan “frescos” durante más tiempo.

 

Todos esos aditivos son dañinos para la salud; por eso Sosa aseguró: “Es mejor volver a lo natural. Por ejemplo, en vez de comer pan lactal envasado es mejor ir a la panadería y comprarlo recién hecho o, mejor aún, hacerlo en casa. En esos pequeños detalles está la diferencia: mientras menos procesos tenga un alimento, mejor”.

 

“Las industrias alimentarias creen que se verán afectadas por una supuesta disminución del consumo. Yo creo que lo tienen que tomar como un desafío para mejorar el perfil nutricional de los productos que venden”, opinó.

 

 

Las industrias alimentarias creen que se verán afectadas. Creo que es una buena oportunidad para mejorar sus productos (Griselda Sosa)

Más aspectos de la ley

 

Durante el 2020, los senadores trabajaron en 14 proyectos similares para dar forma a uno solo, llegar a un punto de vista común y lograr promover la alimentación saludable. De este proceso también participó la senadora nacional por San Luis, Eugenia Catalfamo.

 

“El 40 por ciento de los adolescentes y niños de entre 5 y 17 años tiene sobrepeso, y entre los adultos ese porcentaje asciende al 66 por ciento. Teniendo en cuenta esto y que en nuestro país el 55 por ciento de los adolescentes tiene una vida sedentaria, era importante llevar adelante este proyecto de ley, sobre todo porque repercute en aquellos que tienen niveles socioeconómicos más bajos, que es donde más se da el sobrepeso”, analizó.

 

Más allá de las advertencias en los envases de los productos que tengan exceso de algunos de los ingredientes explicitados en la ley, la senadora destacó otro punto relevante que prevé la norma: la publicidad y la promoción de estos alimentos.

 

“Muchas veces se ven en la televisión productos como, por ejemplo, un chocolate con algún personaje de dibujos animados que a los chicos les entusiasma, como Peppa Pig. Esto apela a las emociones y a la sensibilidad de las infancias. Lo que se prohíbe es la promoción de alimentos y bebidas que tengan al menos uno de estos sellos de advertencia y que estén dirigidos a niños, niñas y adolescentes”, explicó Catalfamo.

 

Para la senadora, alcanzar esta ley será un cambio de paradigma. “Estamos acostumbrados a consumir por los ojos y tenemos que hacerlo a conciencia. Al menos esto nos da la posibilidad de optar si lo queremos consumir o no y cuando eso pasa, se generan las condiciones de igualdad”, afirmó.

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