Evalúan el estrés hídrico de la cuenca

Evalúan el estrés hídrico de la cuenca

Un grupo de científicos confluyen en un proyecto de investigación que abarca los ríos Limay, Neuquén y Río Negro. Aseguran que los caudales se reducirán.

Un grupo de investigadores de la región concluyó que, según diversos escenarios climáticos, en la década del 2050 los ríos Neuquén y Limay tendrán menos caudal de agua. El resultado corresponde al proyecto de investigación Climagua, que comenzó 3 años atrás para evaluar el “estrés hídrico” en el contexto del cambio climático para lograr un manejo más adecuado de los recursos a largo plazo.

Hicimos la modelación de los ríos Neuquén, Limay y Negro con un software de computación, desde año 2010 hasta el año 2100. De esta forma, estudiamos los aportes de las lluvias, la nieve, las demandas de los centros urbanos, de los hidrocarburos y la agricultura, a estos ríos, desde la cordillera hasta el Mar Argentino. Esto se analiza en función de diversos escenarios de cambio climático, de evolución de la superficie agrícola y de la población, entre otras variables”, explicó Gustavo Nadal, de Fundación Bariloche.

Todos los escenarios climáticos marcan una reducción en la acumulación de nieve y en las precipitaciones, y como consecuencia en los caudales, aunque la magnitud de la reducción es altamente variable en función del escenario climático.

“Este modelo permitirá acceder a ciertos resultados útiles para el proceso de planificación. Por ejemplo, se podrá estimar los caudales medios mensuales para diversos puntos de los ríos Negro, Neuquén y Limay en determinada década. De esta forma, se podrá evaluar si ese nivel de caudal es adecuado o no, hacer un diagnóstico del problema en la cuenca a futuro y delinear estrategias con recomendaciones a organismos de gestión”, explicó Nadal. Semestralmente, se hace una reunión con los referentes del Departamento Provincial de Aguas (DPA), la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) y la Subsecretaría de Recursos Hídricos de Neuquén para mostrarles los resultados.

En el proyecto, financiado por el International Development Research Centre de Canadá (IDRC), participan la Fundación Bariloche, la Universidad Nacional del Comahue, el Centro de Estudios Hidroambientales de la UNL, la CNEA a través del grupo Conversión y Uso Racional de la Energía del Centro Atómico Bariloche, el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera del Conicet, el Programa de Investigaciones en Recursos Naturales y Ambiente, la Cooperativa Surgente, de Ingeniero Jacobacci, y el Stockholm Environment Institute.

Proyecto Climagua

El proyecto Climagua también contempla la situación de estrés hídrico en la Línea Sur donde se trabaja con una organización de productores afectados por la sequía, la Cooperativa Ganadera Indígena, y con la Cooperativa de Aguas de Ingeniero Jacobacci.

El objetivo es la generación de conocimiento y obtención de equipamiento - adquisición o fabricación local según el caso- para el mejoramiento del nivel de vida de los pobladores rurales a partir de la electrificación de viviendas y la mayor disponibilidad de agua para consumo y riego.

“En esta región, sabemos que hay un impacto concreto respecto a hace 7 años atrás: una sequía importante con altas y bajas. Trabajamos concretamente implementando medidas de adaptación, como el mejoramiento de los pozos de los pobladores, instalación de bombas solares y de soga, un manejo más racional de los recursos forrajeros, pequeñas forestaciones y la construcción de mini-represas para capturar las lluvias torrenciales que hay una o dos veces al año “, remarcó Nadal.

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