Facundo Moyano eludió la polémica y no votó

Todas las miradas estaban sobre él. Facundo Moyano, el hijo del jefe cegetista que se erigió en referente opositor, llegó al recinto un par de horas antes de su exposición. En la Plaza Congreso, su padre marchaba junto a Pablo Micheli en contra del Gobierno. Facundo no dio quórum. Traje gris impecable, sin corbata, fiel a su estilo.

Hizo uso de sus cinco minutos y se fue.

“Este proyecto de ley reafirma la inconstitucionalidad”, sostuvo el diputado, ¿todavía? del Frente para la Victoria. “Esto es reafirmar el negocio con la vida y con la sangre de los trabajadores”, sostuvo Moyano, que definió a la ley como “el proyecto de De Mendiguren” y que se trata de “un engendro de la UIA”. “Para la central obrera a la cual pertenezco se trata de un negocio de las ART con la vida y la salud de los trabajadores. Lo único que hace esta ley es subirle el precio a los brazos y los ojos de los trabajadores”, disparó. Afirmó que el Gobierno, sabiendo que en la Comisión de Trabajo no conseguía el dictamen, llamó a un plenario de comisiones. Pero no polemizó con sus pares del bloque K, como había sucedido en comisión, cuando su jefe, Agustín Rossi, le enrostró: “A vos te puso Cristina”. Ayer, nervioso, tuvo un lapsus: dijo que votaría en contra y debió corregirse: “Yo no la voy a votar”.

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