Francia: joven despedida por defender a sus compañeras contra la violencia sexista

Francia: joven despedida por defender a sus compañeras contra la violencia sexista

Rozenn Kevel, de 19 años, fue despedida de la empresa Chronodrive en Toulouse, por organizar a las trabajadoras y trabajadores contra violencia de género. Ahora continúa la campaña por su reincorporación con el apoyo de organizaciones sindicales, feministas y estudiantiles. "Las mujeres deben poder defenderse sin ser despedidas", deja en claro Rozzen.

Rozenn Kevel, una joven de 19 años que se mudó a Toulouse para empezar sus estudios universitarios de Sociología, y encontró en la tienda Auchan de la patronal Chronodrive, la forma de pagar su alquiler. Cuenta que hay mucha bronca por los ritmos excesivos de producción y los controles de la empresa. "Todas nuestras acciones están cronometradas, ni siquiera podía detenerme para beber agua", cuenta.

La precarización laboral de la juventud, mal pagada y sin derechos, son conocidos mecanismos de las patronales para obtener mayores ganancias, y Chronodrive no está exenta. Rozenn se unió a la sección sindical de la CGT en la empresa (creada en junio de 2020) para defender sus derechos y los de sus compañeras y compañeros.

Reconocida como referente sindical por sus pares, cuenta que “una mujer vino a verme y me dijo que necesitaba ayuda, que habían pasado tres años desde que sufrió acoso sexual, y que fue encubierto por la gerencia”. Esto encendió a Rozenn y comenzó la lucha contra el acoso y la agresión sexual. Puso todos sus esfuerzos en organizar a sus compañeros y compañeras, para acabar con la violencia por motivos de género y "demostrar que las víctimas no estaban solas”, dice. La patronal, para inhibir la organización desde abajo y evitar toda denuncia, realizó una investigación interna desde la misma dirección de recursos humanos, descartando y modificando los testimonios para invisibilizar la violencia por motivos de género en la empresa.

En marzo, cuando Rozzen se preparaba para comenzar su jornada, el gerente le informa sin previo aviso que había sido despedida, usando otros pretextos sin fundamento para ocultar el despido persecutorio por su intensa actividad sindical.

Rozen y sus compañeros emprendieron una campaña por su reincorporación y enfrentar el mensaje que la empresa intenta transmitir: “o se callan para mantener el puesto, o hablan y son despedidos”. Ella dice convencida que “no quiero que las mujeres abusadas tengan este mensaje en mente".

La audiencia con el Tribunal Laboral se realizó mientras se desarrollaba el segundo día de huelga en la empresa por la reincorporación de Rozenn. La CGT se sumó a la defensa de Rozenn porque considera que su despido es un atentado a la libertad sindical, y elogió la valentía de una empleada dispuesta a intervenir. Chronodrive niega la existencia de actos de acoso sexual y cualquier intención discriminatoria. La abogada de Chronodrive usa como argumento la composición femenina de la dirección. Las trabajadores responden que cuando se trata de la patronal, ser mujer no es suficiente para defender a sus trabajadoras y trabajadores. Los resultados de la audiciencia se informarán el próximo 18 de junio.

Luego de la audiencia se organizó una concentración frente a la Bolsa de Trabajo de Toulouse. Acompañada por organizaciones sindicales, feministas y políticas, junto con trabajadores de Chronodrive nuevamente en una huelga sin precedentes, para apoyar a sus colegas víctimas de la violencia. Rozzen propuso iniciar una lucha contra la violencia de género y sexual en las empresas, y sacar a relucir un #Metoo real en el trabajo. A pesar de la lluvia, un centenar de personas se sumaron a la concentración y pidieron la palabra para apoyar esta lucha.

La lucha librada en Chronodrive por Rozenn y sus compañeros, denunciando el silencio de la dirección y organizándose independientemente de ella, va mucho más allá de las puertas de Chronodrive. Muestra la realidad de la violencia de género y sexual en el trabajo, que muchas mujeres no denuncian por miedo a ser despedidas. La lucha por su reicorporación significa pelear por la libertad de expresión y organización en el trabajo y contra toda forma de violencia hacia las mujeres.

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