La disparada de casos de coronavirus ha generado un tironeo entre la Casa Rosada y los gobernadores acerca de quién debe tomar las medidas para tratar de frenar los contagios. El miedo a pagar el costo político en un año electoral es por ahora mayor a la preocupación por la segunda ola.

En el gobierno de Axel Kicillof dejaron en claro que creen que las nuevas restricciones deben ser tomadas por Alberto Fernández. Como explicó LPO, en la Rosada prefieren dejar esa decisión en manos de las provincias y que sean los gobernadores los que paguen el costo.

"Nosotros ya tomamos medidas, pero nos gustaría que sea en conjunto con Nación", planteó este jueves el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan. "Creo que va a haber que dictar de base medidas nacionales y después cada jurisdicción hacer lo que hicimos el año pasado, que cada uno tenía un sistema de fases", agregó en diálogo con Radio Del Plata.

El funcionario justificó su idea de una decisión nacional al afirmar que si bien el epicentro del crecimiento de casos está en la Ciudad de Buenos Aires y en el Conurbano, esta vez a diferencia del año pasado "las ciudades del interior arrancaron con muchísimos casos".

En la misma línea, el jefe de asesores del Ministerio de Salud bonaerense, Enio García, dijo que "si no se hace nada distinto a lo que estamos la tendencia es que sigan subiendo los casos". "Las medidas que hay que tomar implican restricciones a la circulación de personas", añadió en declaraciones a radio El Destape.

En tanto, el viceministro Nicolás Kreplak sostuvo que "hay que tomar medidas rápidamente" y pidió volver a las decisiones coordinadas. "Estamos estudiando todo, lo analizamos con Nación y la Ciudad de Buenos Aires, tenemos que articular entre todos. Desde las posibilidades más drásticas hasta intermedias pero tenemos que tomar decisiones, si con esto no alcanza iremos tomando más medidas", dijo a radio Provincia.

El problema de esta idea de los funcionarios bonaerenses es que, como explicó LPO, en el Gobierno nacional reconocen que no tienen margen político para imponer restricciones más fuertes y, mucho menos, otra cuarentena. De hecho, las medidas anunciadas el domingo pasado tuvieron muy poco eco.

Además, Alberto se queja de que algunos gobernadores no ponen la cara a la hora de tomar medidas para frenar la circulación del virus. El presidente apunta especialmente a Horacio Rodríguez Larreta y Juan Schiaretti, al frente de dos de los distritos más afectados por la suba de casos.

La idea del Gobierno nacional de dejar la decisión en manos de las provincias quedó bastante clara el domingo pasado cuando Carla Vizzotti y Santiago Cafieron informaron cuáles eran los 45 distritos con riesgo epidemiológico. "Se recomienda a los gobiernos provinciales y municipales de esos departamentos, implementar medidas intensivas, localizadas y transitorias, teniendo en cuenta las actividades definidas como alto, mediano y bajo riesgo", dijo la ministra.