El gobierno marginó a la represa de Eurnekian del centro de la visita del canciller Scholz

El gobierno marginó a la represa de Eurnekian del centro de la visita del canciller Scholz

La represa Chihuido es la obra más grande acordada con Alemania, sin embargo fue marginada de los actos de Alberto con Scholz.

 

Por Luciana Glezer

Eduardo Eunekian no logró que su proyecto de la represa Chihuido tuviera un lugar central en la visita del canciller alemán, Olaf Scholz, pese a que se trata de la obra más grande acordada con Alemania y que lleva años de retraso. 

El dueño de Corporación América debió contentarse con una firma lateral de una carta de intención en la Cancillería, a la que no asistió Alberto Fernández ni Sergio Massa, que tiene la obra en su área. Extrañamente tampoco estuvo presente ningún funcionario de Alemania.

Ante la ausencia de Alberto y Massa, la firma quedó a cargo de Santiago Cafiero, que firmó el documento en un sencillo acto junto a Eurnekian y el empresario Toralf Haag, presidente de Voith Siemens, que debería aportar la ingeniería para el megaproyecto de 2.230 millones de dólares, a realizarse en Neuquén.

En el documento se dejo por escrito que el financiamiento de la obra lo garantiza del Estado alemán, mientras se está discutiendo con el Gobierno la letra chica. "La cuestión de la letra chica no es un tema menor, se trata de las garantías que deberá ofrecer el país, los cupos de acceso a divisas para giro de dividendos y la jurisdicción legal donde dirimir posibles conflictos", afirmó a LPO una fuente del gobierno.

Eurnekian no logró que su proyecto de la represa Chihuido tuviera un lugar central en la visita del canciller alemán, Olaf Scholz, pese a que se trata de la obra más grande acordada con Alemania y que lleva años de retraso. 

La represa Chihuido arrastra un tortuoso recorrido y no está claro porque nunca termina de iniciarse la obra, que el macrismo cajoneó aduciendo que era demasiado costosa. No es un secreto que Macri tenía una pésima relación con Eurnekian, al punto que su hermano del alma, Nicky Caputo, sondeó la posibilidad de reemplazarlo en la concesión de los aeropuertos por la operadora de Singapur.

El proyecto data de la década del 70. Pero se reactivó en 2014, durante el segundo mandato de Cristina Kirchner. La Unión Transitoria de Empresas que ganó la licitación está encabezada Helport, la constructora de Eurnekian, junto con Panedile, de Hugo Dragonetti, Chediack, Eleprint de Gustavo Weiss, presidente de la Cámara de la Construcción, e Hidroeléctrica Ameghino.

A Voith Hydro le corresponde aportar el trabajo de ingeniería, estimado en 600 millones de dólares. Para eso, se requiere que Alemania financie el 85% del total de la obra, por un total de 1900 millones de dólares.

En este contexto la socia alemana de Eurnekian esta exigiendo ser la titular de la obra, con lo cual la UTE encabezada por el concesionario de los aeropuertos se volvería una subsidiaria.

"Nosotros queremos destrabar la obra, pero no podemos permitir que la UTE que ganó genuinamente una licitación pase a ser subsidiaria de una empresa extranjera, sería ilegal", afirmaron ante LPO desde el gobierno.

Un sector del gobierno propone reemplazar la mega obra de Eurnekian por un proyecto alternativo, bautizado Chihuido II. SE trata de una obra más chica y lo impulsa la estatizada IMPSA, que presentó directamente al gobierno de Neuquén su proyecto, que vale menos de la mitad y puede ser íntegramente financiado en pesos. 

Tal como contó LPO la construcción de la represa Chihuido tiene una enorme relevancia en la relación geopolítica con Alemania y ocupó un lugar central en la agenda que mantuvieron Alberto Fernández y el canciller alemán Olaf Scholz, durante la última gira europea del Presidente. Por eso, su marginación de la agenda de los presidentes en la visita del canciller a Buenos Aires, llamó la atención.

Alemania tiene la intención de competir con China en proyectos energéticos en la región. Y por eso los alemanes aumentan la presión para destrabar la obra. La esperanza de Eurnekian era que la delegación de Voith que visitó al país pudiera alcanzar un acuerdo con el gobierno para activar la obra y seguir al frente del consorcio.

Mientras tanto, ante la posibilidad de que el acuerdo no llegue, desde otro sector del gobierno alientan un proyecto alternativo, bautizado Chihuido II. Se trata de una obra más chica y lo impulsa la estatizada IMPSA, que presentó directamente al gobierno de Neuquén su proyecto, que vale menos de la mitad y puede ser íntegramente financiado en pesos.

Comentá la nota