Ley de Góndolas: las PyMES ya le pelean los precios a las grandes alimenticias

Ley de Góndolas: las PyMES ya le pelean los precios a las grandes alimenticias

Luego de la sanción de la Ley de Góndolas en la provincia de Buenos Aires, las PyMEs ya salieron a disputar los precios de los productos alimenticios a las gigantes del sector. Piden equilibrar los precios y dejar de aumentar por arriba de la inflación.

A días de aprobarse la Ley de Góndolas en la provincia de Buenos Aires, y a la espera de su reglamentación, se encendió la pelea entre pymes y grandes corporaciones alimenticias, por el precio de los alimentos.

De alguna manera, las empresas de Alimentos y Bebidas vieron afectado su privilegio y poder de lobby ante el Estado Nacional y ahora comenzaron, por ello, los roces con las pequeñas y medianas industrias con las que deberán compartir espacio en las góndolas bonaerenses.

Pero no solo eso, sino que, además, los representantes de las PyMEs ya piden que las gigantes del sector alimenticio bajen el costo de sus productos para equilibrar los precios en relación con la suba generalizada de los valores, y no por encima del promedio, como vienen haciendo.

Una de las principales entidades encargadas de movilizar el lobby patronal es la Coordinadora de Industrias de la Alimentación (COPAL) que ahora ve afectados sus intereses y busca ir a fondo con la eliminación de los topes a la suba de precios.

Las PyMEs se paran de manos

Las pequeñas y medianas empresas del sector alimentario se sumaron a la discusión entre el Gobierno y las corporaciones por la transferencia de recursos que implica el aumento de precios desmedido del rubro.

De un lado están quienes esperan una mayor regulación estatal y del otro los que no quieren ser controlados bajo ningún concepto. Hasta el momento hay dificultad de alcanzar un acuerdo entre eslabones con intereses tan contrapuestos.

Es que las diferencias entre PyMEs y gigantes que consideran “insignificante” los valores que le ponen a sus productos, hacen que la canasta básica haya aumentado hasta septiembre 24,7% desde principio de año.

Ello, mientras la inflación promedio del mismo período fue de 22,3%, lo que hizo una cantidad de argentinos y argentinas hayan ingresado a la pobreza. La discusión de fondo, claro, es que las gigantes suben precios por encima de la inflación.

Reglamentar la Ley de Góndolas

Las pymes solicitan que se reglamente ya la ley de góndolas para armonizar los precios. Las corporaciones, enroladas en la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), presionan, en cambio, por eliminar los precios máximos.

La presión en el plano cambiario de las últimas semanas, a través de las variantes financieras del dólar, no logró forzar una mayor devaluación de la moneda, lo que podría generar una espiral inflacionaria.

Esto, por supuesto, afecta nuevamente el ingreso de los hogares asalariados. Sin embargo, el lobby se manifestó en maniobras especulativas, principalmente en el sector de la construcción y alimentario, con retención de stock a la espera de un «reacomodamiento» en precios del dólar.

Las gigantes alimenticias empecinadas en ganar y empobrecer

La ley de góndolas estableció un quiebre en los intereses de los pequeños y medianos productores en relación con las gigantes alimenticias. Mientras unos buscan equilibrar valores y asistir al mercado interno, los otros buscan devaluar para ganar más con la exportación.

Así, las gigantes del sector, las exportadoras, volvieron a dar muestras de su falta de empatía, solidaridad y exceso de mezquindad al pedir que se eliminen los precios máximos y generar subas radicales en los precios de los alimentos que se consumen a diario en el país.

Esa suba de precios impacta de lleno en la canasta básica y genera, más pobres en la Argentina, en función de que la Canasta mide el nivel de ingresos de una familia y las chances de acceder a los consumos mínimos en el período de un mes.

Es más, las alimenticias vienen aumentando precios durante todo el 2020 (y durante los años anteriores) incluso por encima del promedio inflacionario del año, lo que marca que son las responsables de la suba generalizada de precios en Argentina.

El modus operandi de las alimenticias

También están las “avivadas” de algunos sectores que remarcan los precios ante una fiscalización que, al menos, resulta insuficiente pese a la queja de los empresarios del sector alimentario.

«A veces los quiebres de stock son problemas de cómo acomodar productos o por más demanda en determinados días», aseguró el presidente de la COPAL, Daniel Funes de Rioja tras la reunión con los funcionarios de la cartera de Desarrollo Productivo.

Funes de Rioja delató al sector de los supermercadistas y de las gigantes del sector, y sus artilugios para propiciar la suba de precios, y es a eso a lo que apuntaron las pequeñas y medianas empresas.

Es que entre un sector y el otro existe una diferencia de intereses clara, puesto que unos apuestan al mercado interno y los otros a la exportación. Por ello, la política de incluir a las PyMEs es la discusión de los alimentos es una decisión acertada del Gobierno.

Las PyMEs, con los trabajadores

Al buscar la baja de costos las pequeñas y medianas industrias favorecen, por tanto a los trabajadores puesto que apuntan a que los salarios tengan rendimiento y sirvan para la subsistencia.

De otra forma, cuando se ata la suerte de los salarios del sector del trabajo a las estrategias de un sector que no vive del mercado interno, pierden los ingresos frente a la inflación. Es más son esas mismas empresas las que impiden negociar paritarias acordes a la inflación.

Por tanto, una vez más la suerte de los salarios recae en las gigantes alimenticias, por generar la inflación y por no sentarse a la mesa a negociar subas acordes a esa escalada inflacionaria de precios.

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