Grabois tiende puentes con la oposición y reconoce sus diferencias con el Frente de Todos

Grabois tiende puentes con la oposición y reconoce sus diferencias con el Frente de Todos

“Tampoco estamos tan enamorados del Frente de Todos”, afirma el dirigente social, que busca apoyos legislativos para impulsar un proyecto de desarrollo

 

Desencantado con el Gobierno y con la “falta de una línea clara en el Ministerio de Desarrollo Social” que conduce Daniel Arroyo, Juan Grabois tiende puentes con la oposición para consolidar políticas vinculadas a la ayuda social y a la generación de empleo. Se reunió con el senador Luis Naidenoff, jefe del interbloque de Juntos por el Cambio; contactó al jefe del bloque Pro en la Cámara baja, Cristian Ritondo, a través del diputado Federico Fagioli –del Frente Patria Grande–; tiene diálogo fluido con la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat porteña, María Migliore, y reivindicó, días atrás, su “buen vínculo” con Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, el exasesor del expresidente Mauricio Macri acusado por Cristóbal López de participar de maniobras de extorsión para el gobierno de Cambiemos.

“A los sectores más radicalizados de Juntos por el Cambio no les debe haber caído nada bien [el encuentro con Naidenoff], y también se enojaron algunos del oficialismo. Pero no me preocupa. Tampoco estamos tan enamorados del Frente de Todos, y ahora no hay ninguna perspectiva estratégica de un proyecto de país que enamore; no hay consenso”, dice a LA NACION Grabois, quien busca generar una “política de Estado” que trascienda el poder de turno. “Los que tenemos vocación de resolver los problemas del país tenemos que lograr que haya un acuerdo con mayorías calificadas que dure más de un mandato”, agrega.

En este marco, el dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y líder del Frente Patria Grande –espacio que integra el Frente de Todos– activó “vías institucionales con algunos jefes de bloques”, según él mismo describe. La cita más reciente fue con Naidenoff, la semana pasada. Si bien se trató de una iniciativa del senador, Grabois afirma haber recibido “muy contento” el llamado. Además, desde el Frente Patria Grande también se habían acercado a Ritondo para iniciar conversaciones con el bloque de diputados nacionales del Pro.

El senador formoseño contactó a Grabois tras detectar su malestar respecto de las políticas sociales impulsadas por Arroyo, en particular, luego de sus declaraciones públicas en rechazo a la ampliación de la Tarjeta Alimentar. “Es una política estúpida”, había disparado el dirigente del MTE sobre la medida oficial que el mes pasado extendió el beneficio del plástico para las madres y padres con hijos de hasta 14 años. Tanto él como otros referentes sociales afines al oficialismo –entre ellos, Emilio Pérsico– cuestionaron exceso de “asistencialismo” y exigieron trabajo para el sector de la economía popular.

El encuentro entre Naidenoff y Grabois fue mano a mano, en una de las sedes porteñas del MTE. “Mi intención fue abrir un diálogo porque ambos percibimos que hay un sistema de país que ya no cierra y que hay que reconciliarse con el mundo del trabajo”, detalla Naidenoff, en diálogo con este medio. En la mesa se habló de la situación social y económica en Formosa, golpeada por las restricciones impuestas por el gobernador Gildo Insfrán, y del Plan de Desarrollo Humano Integral, un proyecto quinquenal de gremios y movimientos sociales que tomó fuerza en la pandemia y apunta a crear trabajo y asegurar el acceso a la vivienda.

Grabois consiguió el visto bueno del senador radical para avanzar en la revisión del proyecto, que ya entregó al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y pretende dejar sobre el escritorio de Cristina Kirchner en las próximas semanas. “La propuesta me pareció interesante y quedó abierto un ida y vuelta. Los movimientos sociales están dispuestos a trabajar en una línea que garantice un mínimo de dignidad a quienes están bajo la línea de pobreza. Es una deuda del sistema político con la democracia”, asegura Naidenoff.

El formoseño confía en poder trasladar el debate al resto de los senadores de Juntos por el Cambio, pese a que la reunión con Grabois generó ruidos internos dentro de la coalición opositora. “Por ahora se trata de una cuestión personal, pero seguro lo trabajaremos en conjunto con las fundaciones que asesoran al Interbloque”, indica Naidenoff, tras afirmar: “No adhiero a la radicalización de los extremos. El país tiene que encontrar un piso mínimo de entendimiento y construir previsibilidad. Me junté con Grabois y seguiré con otros referentes”.

Grabois también cuenta con el aval de Ritondo, según confirman a LA NACION en el entorno del diputado. Meses atrás, el dirigente social envió a Fagioli –legislador del Frente Patria Grande– a reunirse con su par del bloque Pro y presentarle el documento que elabora junto a la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Movimiento Evita, Barrios de Pie-Somos, y algunos gremios como el de ferroviarios, el de la construcción, el del transporte y los camioneros. El líder de Pro en la Cámara baja se comprometió a revisar el plan y avanzar en algún proyecto conjunto vinculado a la asistencia social y laboral, aunque sus voceros advierten que “aún no hay nada concreto”.

Con las redes tendidas entre referentes nacionales de Juntos por el Cambio, Grabois desembarcó en la ciudad de Buenos Aires y alcanzó el borrador del Plan de Desarrollo Humano Integral a la ministra de Hábitat y Desarrollo Humano, María Migliore. La funcionaria porteña es una de las principales responsables de forjar vínculos con los dirigentes sociales dentro del gabinete de Horacio Rodríguez Larreta, al que el líder del MTE le reconoce logros.

“Hace poco sancionaron la ley de economía popular [que inicia el camino de formalización del sector a través de un empadronamiento y beneficios fiscales], empezamos a dialogar sobre las personas en situación de calle y tienen un sistema de cartoneros ejemplar, con catorce cooperativas y más de 6000 personas que trabajan en la tasa más alta de reciclado del país”, admite Grabois, sin pasar por alto sus desacuerdos con la administración porteña, como la falta de inversión edilicia en las escuelas del sur de la Ciudad, la privatización de tierras y la “violencia” hacia los vendedores ambulantes.

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Migliore también levantó el pulgar a Grabois. “Tenemos miradas similares. El plan está muy en línea con nuestros proyectos para invertir en infraestructura y en trabajo”, afirma la funcionaria, al ser consultada por LA NACION. “Así como se sancionó con unanimidad la ley de integración de barrios populares, hay que lograr los mismos consensos en términos de la economía popular y la generación de empleo”, agrega, en referencia a la ley de urbanización de villas aprobada por ambas cámaras del Congreso, en su totalidad, durante el macrismo.

Grabois se esperanza con conseguir ese mismo caudal de aprobación para el Plan de Desarrollo Humano Integral. Es en este contexto en el que, días atrás, recordó en Canal 9 su vínculo con otra figura de la oposición: Pepín Rodríguez Simón. “Él era un interlocutor para las cuestiones legislativas. Con él negocié la ley de barrios populares. En la oposición de aquel entonces, que hoy es el Frente de Todos, no les resultaba muy simpático que hubiera una ley buena del macrismo. Y yo les explicaba: ‘Miren, no lo va a poder capitalizar políticamente, es una ley muy positiva, va a servir para el futuro’. Y ellos estaban más o menos convencidos”, contó. Y remarcó: “Yo voy a hablar con quien tenga que hablar, le guste o no le guste a los rivales del Frente de Todos”.

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