El Gran Provocador: Kirchner sigue descongelando a Solá y lo sienta en su mesa

El Gran Provocador: Kirchner sigue descongelando a Solá y lo sienta en su mesa

Le ofreció una silla en el Frente de Casi Todos bonaerense. Se lo confirmó el excanciller a Letra P. Diálogo cortado con Alberto Fernández.

Por: Gabriela Pepe.

Sin diálogo con Alberto Fernández desde que el Presidente decidió su salida abrupta de la Cancillería tras la derrota de las PASO, Felipe Solá podría incorporarse en las próximas semanas a la mesa política del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires. Lo invitó Máximo Kirchner. Lo hizo  con el aval de la vicepresidenta Cristina Fernández.

“Fui consultado y dije que sí, por apoyo a la gestión provincial y pertenencia al peronismo”, le confirmó Solá a Letra P ante la consulta sobre si había sido convocado para formar parte del proceso de institucionalización del FdT en territorio bonaerense. La mesa se reunió por primera vez a fines de abril, está encabezada por el gobernador Axel Kicillof e integrada por referentes de la provincia y de los partidos que integran la coalición.

De ese encuentro participaron Kicillof, Kirchner, la vicegobernadora Verónica Magario; Malena Galmarini por el Frente Renovador, Mario Secco, del Frente Grande; Carlos Castagneto por Kolina, Mónica Macha por Nuevo Encuentro, Cristina Álvarez Rodríguez y Martín Insaurralde. Según explicaron, se trató de un “encuentro preliminar” que seguirá con una serie de reuniones “con todos los actores que confirman la coalición para fortalecer el espacio de discusión y debate interno”. Solá está entre las próximas incorporaciones previstas. Hasta el cierre de esta nota, ningún albertista formaba parte del espacio. 

El exgobernador mantiene un diálogo fluido con el sector de la coalición que lidera Cristina. Cada tanto, cruza mensajes con Kicillof, que aprovecha su experiencia para consultarle temas políticos y de gestión de la provincia. También dialoga con Kirchner y con Cristina, con quien mantuvo una larga reunión hace menos de un mes. El hijo de la vice le ofreció sumarse a la mesa política de la provincia en un lugar “extra Cámpora”, reservado para "voces con experiencia".

Solá dice que recibe “mucho respeto” por parte de la vicepresidenta y del líder de La Cámpora. A principios de abril, el excanciller fue invitado al Instituto Patria para abrir un seminario taller sobre “Política, planificación y Gobierno”. No hubo preguntas sobre la marcha de la administración nacional, alusiones a su salida ni a la discusión interna del FdT.

La invitación a Solá cae en plena tensión entre Cristina y el presidente Fernández, con quien el excanciller no volvió a tener diálogo desde que salió expulsado del Ministerio de Relaciones Exteriores, después de la derrota de las PASO. La salida de Solá del gabinete nacional fue más que desprolija.

El entonces canciller estaba en viaje hacia México para participar de la cumbre de la CELAC cuando recibió un llamado de Santiago Cafiero, que ocupaba todavía la jefatura de Gabinete. En medio de la tensión con el kirchnerismo por la derrota electoral, Fernández debió ceder el lugar de Cafiero, donde aterrizó el tucumano Juan Manzur, y mover a su hombre de mayor confianza a la Cancillería. Solá recién aterrizaba en El Salvador, donde hizo una escala, cuando recibió el llamado de quien sería su sucesor. “Está todo muy difícil, esto es un desastre. El Presidente me pide que mandes la renuncia", dijo el entonces jefe de Gabinete. "¿Y para quién es mi lugar?", preguntó Solá. "Para mí", respondió Cafiero.

Solá quedó dolido por el destrato, no solo por la forma en la que se anunció su salida, sino porque nunca recibió un llamado del presidente Fernández, a quien acompañó durante toda la campaña. No hubo pedido de disculpas ni explicaciones. En septiembre, el excanciller pasó por la Casa Rosada para la ceremonia de jura de los nuevos ministros. No volvió a ver al jefe de Estado.

“La forma en que recibí la noticia no era la apropiada”, dijo meses más tarde en una entrevista. Luego explicó por qué decidió no hablar en ese momento. “Cuando me echaron habíamos perdido muy fuertemente las PASO y lo que yo dijera iba a ser usado por la prensa para atacar al Gobierno. Me callé la boca porque tengo en claro de qué lado estoy", dijo.

El tiempo agudizó las tensiones internas en el FdT y la discusión entre Fernández y Cristina. En ese marco se leyó el acercamiento de Solá al Instituto Patria, donde fue convocado para dar una charla a principios de abril. En febrero, salió al rescate de Kichner al defender su decisión de renunciar a la presidencia del bloque del FdT en Diputados por no estar en desacuerdo con el entendimiento con el FMI. "Me pareció honesto lo que hizo", dijo. 

Ahora, el kirchnerismo busca sumarlo a la mesa del FdT en la provincia de Buenos Aires, desde la que busca empujar la institucionalización del espacio a nivel nacional, que Fernández resiste.

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