Guzmán exige no aumentar el déficit fiscal y demora la sanción del presupuesto

Guzmán exige no aumentar el déficit fiscal y demora la sanción del presupuesto

Los gobernadores oficialistas reclaman obras. Los de Cambiemos poder endeudarse y como no reciben respuesta, sus diputados no firmarán el dictamen. Un proyecto para frenar la corrida cambiar complica más las cuentas.

 

La Cámara de Diputados volverá a debatir el presupuesto 2020 en comisión este martes, pero por ahora no hay fecha para el recinto y de mínima se demoraría una semana más. El plan original de aprobarlo este miércoles se frustró porque Martín Guzmán pisó todos los reclamos de las provincias que signifiquen sumar gastos o tomar deuda para financiarse. 

Esta última alternativa formó parte de un paquete de medidas que reclamaron el jueves los mandatarios provinciales de Cambiemos, junto a la definición de un bono de Anses para refinanciar sus pasivos, la coparticipación del impuesto País (que se cobra por gastar en dólares) y volver a distribuir en las provincias parte de las retenciones a la soja. Junto a los oficialismo, exigen además aumentar los subsidios al transporte del interior del país.

Como hasta este martes el principal frente opositor no había respuesta, los diputados dirigidos por Mario Negri y Cristian Ritondo no estaban dispuestos a firmar el dictamen y algunos, los más intransigentes, amenazaban con votar en contra en el recinto. Los partidos provinciales alcanzan para que el gobierno llegue a una mayoría.

Guzmán admitió que será necesario bajar aún más el déficit fiscal

Pero la demora es porque Guzmán antes debe resolver sus asuntos internos en el oficialismo. El jueves, Raúl Rigo, secretario de Hacienda y encargado de definir la letra chica del presupuesto, mantuvo un zoom con senadores y diputados del Frente de Todos para anotar exigencias. Participó también la secretaria de Provincias, Silvina Batakis.

Se conectaron los senadores José Mayans, Anabel Fernández Sagasti y Carlos Caserio; y los diputados Massa y Carlos Heller, que preside la comisión de presupuesto que este martes volverá a abrirse para hacer números. 

Rigo escuchó decenas de pedidos de fondos pero dejó claro lo que Guzmán ya les había dicho en otra reunión antes de mandar el proyecto: no hay margen para sumar gastos ni siquiera para adornar las planillas, como ocurre cada año cuando los gobernadores agregan obras que luego no empiezan. Algunos mandatarios proponen en tal caso habilitar deuda en dólares para gastos de capital, pero en este clima de turbulencia financiera la propuesta sonó irrealizable. 

El ministro de Hacienda pautó un déficit de 4.5% del PBI para 2020, pero cuando lo presentó remarcó que "sostenibilidad fiscal" es un horizonte a seguir. De hecho, habrá 2 puntos de inversión en obra pública, la mayoría con fondos originados por el acuerdo con los bonistas, que achicó los gastos en intereses. 

Pero la novedad es que esta vez Economía no quiere dibujos. Fuentes parlamentarias aseguraron a LPO que los técnicos trabajaron el fin de semana para reasignar partidas y dejar contentos a todos, pero la contabilidad creativa tiene sus límites.

Además, Guzmán envió este fin de semana un proyecto con beneficios impositivas para fomentar el ahorro en pesos. Eximirá de Ganancias a los activos en pesos indexados u otros con moneda nacional destinados a inversiones productivas; y no pagarán bienes personales las obligaciones negociables o participaciones en fideicomisos o fondos comunes de inversión. 

El proyecto, que no estaba en los planes hace un mes, aumenta el gasto público y complica todavía más la meta del déficit techo de 4.5%. Sumar otros compromisos, como piden los gobernadores, será por demás complicado. 

Comentá la nota