Hambre en Jujuy: Se triplicó la asistencia de personas a comedores y merenderos

Hambre en Jujuy: Se triplicó la asistencia de personas a comedores y merenderos

Desde la CCC que brindan ayuda alimentaria a más de 6.000 niños en la provincia señalaron que en este tiempo de pandemia se ha producido un notorio aumento de la afluencia a sus comedores y merenderos, recibiendo a familias completas. Señalan que muchos espacios deben reconvertirse o reducir la cantidad de días de comida, teniendo en cuenta que desde el mes de agosto no reciben las partidas del gobierno.

La pandemia agravó la crisis económica que ya se vivía en la provincia y el incremento de la desocupación y la pobreza queda expuesta en la asistencia de cada vez más personas a comedores y merenderos.

Los espacios de asistencia quedan sin abasto y deben readecuarse o adaptarse para seguir ayudando a los sectores más vulnerables.

Romina Canchi, referente de la CCC indicó que desde el espacio contienen alrededor de 6.000 niños en comedores y merenderos de la provincia. Reveló que en los últimos días se triplicó la asistencia, por lo que modificaron el servicio de ayuda, ahora son ollas populares o solo les dan comida unos días a la semana.

“Tenemos dos situaciones, primero la de los comedores comunitarios provinciales que desde el mes de agosto no reciben las partidas del gobierno y las mamás de cada zona se auto organizan para seguir llevando adelante la ayuda”.

“Después lo que tenemos son nuevos comedores y cuando uno abre producto de la necesidad tenemos 20 o 30 niños y a la semana se duplican y ya no solo asisten niños sino familias completas, y no hay una respuesta real de contención para el hambre ”, relató la referente social.

Un dato no menor es que mientras el Indec informa que una familia tipo requiere cerca de 47 mil pesos para no ser pobre, el salario mínimo vital y móvil este mes llega a 18.900 pesos. Un desfasaje que afecta a incontables familias que terminan viviendo en las más precarias condiciones.

Contrario a lo que se esperaría, la ayuda oficial sigue siendo, prácticamente, la misma y no contempla los aumentos en la carne y otros productos. La tarjeta Plasonup, aquella que la ministra de Desarrollo Humano Natalia Sarapura promociona como una solución, no es más que un magro intento por ocultar el verdadero rostro de la pobreza y de la inacción gubernamental. La falta de empatía es tal que en los últimos 7 meses de pandemia solo se incrementó en cerca de 250 pesos.

Queda claro que la cuestión social sigue siendo, en algunos casos, solo una problemática para mostrarse sensibles en pos de poder catapultarse a reparticiones de gobierno en el corto plazo.

 

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