La investigación por el crimen de Juan Carlos Rojas, ministro de Desarrollo Social de la provincia, avanza. Durante la jornada de ayer, la justicia ordenó varios allanamientos en la casa de familiares del círculo íntimo de la víctima, como así también en la oficina que trabajaba. Computadoras y otros artefactos tecnológicos fueron los elementos incautados. También unos cuadernos con varias anotaciones. De su casa, secuestraron ropa de cama.

Mientras los familiares y amigos del secretario general de los gastronómicos de Catamarca acompañaron con mucho pesar sus restos a su última morada en un cementerio privado. MIentras, la Procuración de la Corte de Justicia dispuso sumar dos nuevos fiscales a la investigación. Además, el fiscal titular de la causa, Dr. Laureano Palacios, dictó en esta el secreto de sumario. Según trascendió, se busca preservar la investigación y lograr, en el menor tiempo posible, esclarecer el asesinato de Rojas. 

Hasta el momento, si bien no se descarta ninguna hipótesis, la del "robo" sería la de menor fuerza, ya que, como lo informó La Unión en su edición de ayer, el o los autores del crimen, que ingresaron a la casa del ministro el sábado pasado y lo atacaron con un elemento contundente en la cabeza, no se llevaron ninguna pertenencia de valor, aun cuando muchas de ellas "estaban a mano", según confió una fuente de la investigación. La otra hipótesis, descartada, pero para el abogado querellante Iván Sarquis, quien representa a la familia del ministro asesinado, es la que el autor o autora, sea del círculo familiar de la víctima.

En diálogo con La Unión, el fiscal general de la provincia, Dr. Alejandro Dalla Lasta, informó que, tras la reunión mantenida el día lunes en el Ministerio de Seguridad de la provincia, de la que participó la ministra Fabiola Segura, el fiscal de la causa y demás investigadores, al confirmar la segunda autopsia al cuerpo del ministro que fue asesinado, se reunió con el Procurador de la Corte, Dr. Tristán Lobo. 

En dicha reunión, se tomó la decisión, en virtud de la envergadura del caso y las múltiples líneas investigativas que se siguen, para reforzar la tarea del fiscal Palacios y colaborarle con dos fiscales coadyuvantes.

"Basados en el criterio de unidad del Ministerio Público y, ante la envergadura del hecho y la cantidad de líneas de investigación que existen, los fiscales Alejandro Gober y Hugo Costilla serán coadyuvantes en la causa", explicó Dalla Lasta.  El que sean tres los fiscales investigadores, principalmente, agilizará la investigación de cada hipótesis. 

Allanamientos y pericias

Antes del dictado del secreto de sumario en la causa, voceros de esta indicaron que, durante la jornada del martes, los investigadores continuaron con los allanamientos y registros domiciliarios, principalmente en busca de encontrar el elemento contundente con el que fue asesinado Rojas. Esto en razón de que el "pedazo" de caño secuestrado en la escena del crimen no sería el que se empleó para ultimar al ministro, según el análisis bioquímico al que fue sometido por los especialistas. En dichos procedimientos, concretados principalmente en los domicilios de personas del círculo familiar y cercano al ministro, con quien mantenía o hubiera mantenido un "trato fluido", los investigadores secuestraron también los teléfonos celulares de dichas personas.

En relación con ello, se supo que, durante el mediodía de ayer, en la fiscalía del Dr. Gober, el personal del laboratorio satelital, conjuntamente con el personal de la División Ciber Delitos de la policía de la provincia, procedieron a "abrir" el teléfono celular del ministro Rojas para visualizar su contenido. Cabe destacar, que el aparato telefónico había sido encontrado cerca de su cuerpo.

Ante el secreto de sumario dictado por el fiscal titular de la causa, no trascendió oficialmente cuál habría sido el resultado de esta medida, si efectivamente se pudo acceder a la información del teléfono y si esta aportó algún "dato" a la causa.

En paralelo a ello, sí se supo que el día sábado 3 durante la mañana -no se precisó la hora-, Juan Carlos Rojas mantuvo una comunicación telefónica con su empleada doméstica -a la mujer, de quien se reserva la identidad, durante la jornada del lunes se le tomó declaración. En ella habría indicado que, mientras hablaba con el ministro, la comunicación se "habría interrumpido repentinamente". Esta situación llevaba a los investigadores a citar esa última llamada como la hora aproximada en la que fue asesinado el ministro, hipótesis que se refuerza con el resultado de la autopsia, cuya data de muerte concluyó que fue el día sábado a la mañana, aun cuando su cuerpo sin vida fue encontrado por su hijo, boca abajo, en el patio de su casa, donde vivía solo.

Según trascendió, la experiencia del fiscal Gober en delitos cibernéticos será de gran valía para avanzar rápidamente en esta línea investigativa, donde los investigadores intentarán rearmar los últimos momentos con vida de Rojas, a través de la "actividad" de su teléfono celular.

Sin relación

Por otra parte, ayer quedó descartado que el auto reportado como abandonado a la policía, por un vecino de la zona este de la ciudad, perteneciente al Ministerio de Desarrollo Social, pudiera tener alguna vinculación al hecho de sangre que se investiga. Una fuente confiable indicó que dicho rodado se encontraba en el lugar desde hace un par de días y que el motivo es una falla mecánica.