El cacique de la comunidad Kolla Atacameña de Antofalla Marcos Salva dialogó con El Ancasti por la implantación de 7.000 plantas de vid con el objeto de producir el vino de mayor altura del mundo. La primera cosecha se estima en cuatro años y será de variedad Malbec.

El emprendimiento comenzó este año, las plantas crecen en una hectárea de suelo de esa localidad de la Puna catamarqueña, a una altura de 3.864 metros sobre el nivel del mar y distante a 87 kilómetros de la cabecera departamental de Antofagasta de la Sierra y a 700 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca.

“Fue una idea del gobernador Raúl Jalil cuando vino de visita aquí. Él hizo el anuncio de que iba a mandar plantas de uva para hacer vino y que sería uno de los vinos de mayor altura en el mundo. Y cumplió con traer las plantas. Iban a ser dos hectáreas, pero fue una por la difícil logística en estos tiempos (de pandemia)”, explicó Salva, quien agregó que en las gestiones para conseguirlo participó el delegado municipal Rubén Reales, empleados de la delegación y miembros de la comunidad.

“Posiblemente para este año se agreguen más hectáreas”, detalló. 

 

En esta primera etapa se recibieron 7.000 plantines que constituyen el viñedo de la comunidad indígena.

Salva estimó que la primera cosecha será en cuatro años y se mostró optimista por la calidad del suelo. “Aquí el terreno es muy fértil y el clima muy agradable; el objetivo es hacer un vino de altura; las plantas se adaptaron muy bien”, comentó.

“Por ahora recibimos solamente los plantines porque era para probar; para el año se van a aumentar más”, señaló y agradeció al delegado del municipio de Antofagasta de la Sierra, Rubén Reales, “que todos los días pone su esfuerzo diario en hacer realidad este proyecto, junto con empleados de la delegación”. También mencionó al gobernador Raúl Jalil, "por confiar en nosotros y tener esa visión que esto podía funcionar y funcionó muy bien", sostuvo.

Según comentó, en el futuro se definirá cómo seguirá el proceso de elaboración del vino, lo que podría realizarse con la colaboración del municipio y de la Provincia.

En comunidad 

Salva especificó que toda la comunidad participa de este proyecto y recibió plantines porque la delegación municipal no llegaba a tiempo para sembrar todos. En la zona viven 17 familias y son 45 personas que ya trabajan en el autocultivo y también se beneficiarán con la producción de las plantas. 

En este sentido, el cacique comentó que el emprendimiento será también un generador de importante mano de obra en esa zona.

En la actualidad, en esa zona, la comunidad produce papa andina, choclo, habas, ajo, lechuga, acelga, para consumo local solamente. "Es una tierra muy fértil; casi todo se da", definió.

"Tenemos un invernadero comunitario y a través de la fundación Eco - Conciencia se pudo ponerlo en buenas condiciones y se puede cosechar casi de todo. También en esto nos da una gran mano el municipio", dijo al referirse a la gestión del intendente Julio Taritolay.

Según comentó, el objetivo es aumentar la producción, pero para ello se deberá resolver el riego. "No tenemos mucha agua y allí se complica. Se está trabajando con el Ministerio de Agricultura y Ganadería en sistemas de riego por goteo para los sembradíos. Entiendo que ya están por salir los proyectos para aprovechar más el agua".

"Si el Gobierno nos escucha y nos ayuda, nosotros podamos mejorar en caminos, red de agua, luz para mejorar la infraestructura para turismo y agricultura. No le estamos pidiendo nada al Estado, es más, le estamos ingresando recursos a la provincia en impuestos", reflexionó el cacique.

Turismo

"Antofalla tiene marca propia, es uno de los 18 pueblos auténticos que hay en el país. En cada feria del turismo que se realiza en el mundo está Antofalla presente", señaló Marcos Salva.

"Nuestra comunidad es un lugar muy visitado por extranjeros; casi el 90 por ciento del turismo internacional que entra a Catamarca pasa por acá", señaló y comentó que el emprendimiento de vinos de altura será otra forma de convocar a los turistas.

Aclaró que en la actualidad, dada la situación de pandemia, la comunidad se encuentra cerrada para todo turismo interno y externo para proteger a los miembros de la comunidad ya que muchos son adultos mayores.