Luego de que el impuesto a las grandes fortunas obtuviera media sanción en la Cámara de Diputados con 133 votos positivos, el secretario adjunto nacional de ATE, Rodolfo Aguiar, destacó que la propuesta “está orientada a lograr una mayor equidad y disminuir las desigualdades que se profundizaron a partir de la emergencia sanitaria” y solicitó a los senadores su rápida aprobación.

"La pandemia empobrece y eleva el sufrimiento de amplios sectores del pueblo. Este aporte que logró media sanción se convierte en una iniciativa orientada a lograr una mayor equidad y disminuir las desigualdades que se profundizaron en el mundo y también en nuestro país a partir de la emergencia sanitaria", desarrolló el dirigente estatal. El documento determina que el dinero recaudado se orientaría a distintas áreas críticas: 20% para la compra y/o fabricación de insumos para sanitarios; 20% para las pymes; 20% a becas del plan Progresar; 15% a los programas de desarrollo en barrios populares; y 25% a programas de desarrollo de gas natural.

Tan sólo el 0,02% de la población argentina sería alcanzada por este gravamen, siendo apenas 9.298 personas reales, según la AFIP, quienes poseen más de 200 millones de pesos. "Por fin van a pagar aquellos que se llenaron los bolsillos con las políticas de especulación financiera y el saqueo de nuestros recursos", celebró el adjunto de ATE y agregó: “Debe ser el primer paso para avanzar en la reforma del actual sistema de recaudación impositivo absolutamente regresivo que rige en la Argentina".

Aguiar también lamentó que el proyecto “no tenga el carácter permanente que muchos reclamamos”, pero expresó que “la sensación resultante es que estamos ante la primera gran medida concreta y clara de redistribución de la riqueza que impulsa el gobierno de Alberto Fernández". El bloque de Juntos por el Cambio votó negativamente esta iniciativa, sumando 115 rechazos, mientras que los dos representantes del Frente de Izquierda se abstuvieron.