Impulsan la limpieza de basurales a cielo abierto en la ciudad

Con el objetivo de transformar los espacios y volverlos habitables, la organización Eco House La Plata comenzó un novedoso proyecto para erradicar los basurales. La prueba piloto la llevaron a cabo en 26 y 85, donde recolectaron todo tipo de desechos.

La existencia de montañas de desechos sin ser recolectados es una grave problemática que atraviesa la ciudad. La presencia de basurales a cielo abierto afecta de forma directa no solo al ambiente y a los animales, sino también a las personas. Algunas de las consecuencias son que puede llegar a contaminar el agua a través de las napas subterráneas, traer implicancias respiratorias dado el olor que se genera e incentivar la presencia de insectos como el dengue, entre otras. Ante esta situación, la organización sin fines de lucro Eco House La Plata decidió llevar a cabo un ambicioso proyecto e ir limpiando de forma progresiva los basurales a cielo abierto que se van formando, principalmente en las afueras del casco urbano.

“Entre las grandes amenazas que enfrenta la naturaleza a nivel global, una muy grave es la contaminación por la basura. Y a nivel local, la ciudad de La Plata no es la excepción. Lo primero que hicimos fue investigar cómo funciona el sistema de residuos en la ciudad. Descubrimos entonces que solo un pequeño porcentaje está reutilizando, separando los residuos como corresponde sacándolos al horario adecuado, haciendo compost o disminuyendo el consumo del plástico. Las razones son múltiples: falta de educación, poca información a la comunidad y fallas en el sistema de recolección de residuos húmedos y reciclables. De esta manera, el resultado final de toda estas sucesivas fallas en el circuito de la basura es la acumulación de la misma en la vía pública. Hay micro y macro basurales a cielo abierto en varios puntos de la ciudad, como por ejemplo en 26 y 85; 144 entre 46 y 47; 19 y 85 y una lista que estamos registrando poco a poco con los mensajes de la gente que nos llegan. El basural en 26 y 85 lo elegimos porque una voluntaria vivía cerca y sabía que desde hace mucho tiempo había mucha basura ahí. Además lo tomamos como una prueba piloto”, le detalló a diario Hoy Guillermina Libardoni, coordinadora General de la organización local que trabaja desde hace más de un año y ya cuenta con más de 40 voluntarios.

En lo que respecta al basural del terreno baldío en 26 y 85, los voluntarios se encontraron con una zanja de un metro de ancho rebalsada de plásticos, telas, productos de gestión menstrual descartables, restos de alimentos, zapatillas, botellas de vidrio y hasta pañales, entre otro tipo de materiales. En un lapso de dos horas, se lograron recolectar 10 bolsas de residuos, pero al no pasar el camión de residuos, a la semana la situación volvió a empeorar. “En un mundo ideal, no nos llevaría más de dos meses dejar ese lugar limpio, pero la realidad que transitamos es muy diferente. El problema es muy complejo y hay muchos actores en juego. Es muy frustrante que solo un grupo de voluntarios levante una parte y vuelva a estar como está. El problema es mayor. Por eso nos parece muy importante visibilizar y que empecemos a desnaturalizar vivir entre la basura, porque cuantos más queramos vivir sin basura, más es la urgencia con la que van a tener que trabajar los responsables para solucionarlo”, destacó por su parte Sofía González Gianera, también coordinadora General de Eco House.

Por lo pronto, la idea de ir limpiando estos espacios es visibilizar la problemática y generar un fuerte reclamo, al mismo tiempo de otorgar una salida real y tangible al problema mencionado. “El mejor residuo es el que no se genera, por lo que alentamos a disminuir y rechazar plásticos. Recomendamos hacer una separación en nuestras casas de lo reciclable y llevarlo a los puntos verdes correspondientes y por otro lado compostar los desechos orgánicos”, concluyeron las integrantes del espacio.

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