En medio de la crisis económica que atraviesa el país y el impactante dato de inflación de marzo, que llegó al 6,7%, el ex diputado del kirchnerismo y ex abogado de la CGT Héctor Recalde consideró que el Gobierno debería ordenar un aumento salarial por decreto «de forma urgente». Por su parte, el diputado y titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, se pronunció en sentido similar.

El ex legislador aseguró que con el nivel de inflación actual «es muy difícil negociar en paritarias», pero enfatizó: «es imperioso pedir algo ya». 

«Y si hay si hay pymes que no pueden pagar ese aumento por decreto, tiene que acudir el Estado, ya que es un sector que representa al 75% de la masa laboral«, enfatizó Recalde.

En declaraciones radiales, el abogado laboralista admitió también que el Estado falla en el control del mercado laboral, mientras que -por otro lado- insistió en la necesidad de rebajar la jornada laboral.

«Falla el control de Estado, es algo que se da históricamente. Por caso, el trabajador que no está registrado tiene derechos, pero tiene temor de reclamar lo que corresponde. Y quien perdió el empleo tiene miedo que si le hizo juicio al empleador, después no lo tomen en otro lado», comentó.

Sobre acortar la cantidad de horas trabajadas, dijo que una medida así permitiría «aumentar la productividad y disminuir la cantidad de accidentes de trabajo». Además, recordó que la ley que rige la jornada de trabajo fue sancionada en 1929.

«Me considero reformista, pero con la protección que manda la Constitución Nacional. En la Argentina hay 6,5 millones de personas trabajando en la actividad. Si todos ellos trabajaran una hora menos por día, se repartiría empleo en 900 mil personas que hoy no lo tienen», graficó.

El pedido de Yasky

Por su parte, Yasky, en representación de la CTA de los Trabajadores, pidió a la gestión de Alberto Fernández «un aumento salarial de emergencia de suma fija» y recordó cuando ello fue implementado durante la presidencia «de Néstor Kirchner».

El diputado kirchnerista consideró que esta medida va a «beneficiar a los sectores más postergados de la pirámide salarial, que son quienes más sufren los aumentos en productos de primera necesidad» y también «al conjunto del mercado interno porque sus consumos se concentran mayoritariamente en producciones de la economía local».

El documento presentado por esta central también hizo hincapié en que el Estado debe aumentar el control de precios, en medio de la escalada inflacionaria y propuso crear «una empresa federal de alimentos».

«Se debe trabajar en el mediano plazo para que a través de una empresa estatal y federal de alimentos y una red de ferias populares -que reduzcan la intermediación y la logística- se impacte sobre el mercado de alimentos garantizando su accesibilidad como derecho humano», indicó el texto.

Por último, pidió «direccionar la renta extraordinaria de los productos de exportación encarecidos excepcionalmente por la guerra en el este europeo y así desligar los precios internos y convertir dicha excepcionalidad en una ventaja para el conjunto de nuestra economía«.