La inflación sigue galopante: «Los precios congelados no están llegando a los almaceneros»

La inflación sigue galopante: «Los precios congelados no están llegando a los almaceneros»

Un comerciante aseguró que hay desabastecimiento en algunas marcas.

Gustavo, dueño de un supermercado en el Palomar, afirmó que todos los precios congelados que quiere implementar la Secretaría de Comercio Interior, a los almaceneros no les están llegando. Por otro lado, sostuvo que hay desabastecimiento y que «las primeras marcas no se consiguen en ningún lado». El panorama de la microeconomía es desalentador y los comerciantes siguen buscando alternativas para cuidarse de la inflación.

El pequeño emprendedor sostiene que «los precios están muy altos» y que «la rentabilidad es mínima» por los impuestos y las restricciones. Por otro lado, afirma que el problema principal es que «los sueldos no alcanzan» para cubrir las necesidades del comercio como las tarifas de luz, agua y gas. «En estos días voy a ver cómo hago para pagar los servicios, sueldos y cargas sociales», señaló ofuscado el comerciante.

«Estamos en un país donde te cobran todos los servicios, commodities, gaseosas y todo a precio dólar o internacional. Mientras que tenemos sueldos que son del quinto mundo. Entonces, si estuviéramos ganando 200 o 250 mil pesos estaríamos hablando de otra cosa», señaló Gustavo, que tiene un supermercado con 3 empleados en la zona oeste de Buenos Aires.

Con respecto a la rentabilidad, Gustavo, afirma que es casi nula. «Si voy a comprar al mayorista con 10.000 pesos en mercadería, hasta que lo traigo al negocio termino pagando 11.500 entre los impuestos y el peaje. Si tengo la suerte de que un cliente me paga toda esa compra no llego a cubrir los costos», señaló con desesperanza por la situación compleja del país.

En la entrevista, los periodistas le preguntaron al emprendedor sobre la inseguridad. «Por suerte en la zona está todo bastante tranquilo. Sin embargo, por lo que nos comentan los clientes, hay robos de celulares casi todos los días», subrayó Gustavo, aunque se notaba más preocupado por la situación económica y el impacto en la rentabilidad de su negocio.

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