Informe del INTA alerta sobre la posibilidad de incendios en La Pampa

Informe del INTA alerta sobre la posibilidad de incendios en La Pampa

Un estudio del INTA sobre incendios en La Pampa reveló que las últimas precipitaciones podrían alterar los efectos de la temporada estival, que en principio parecía iba a transcurrir con una relativa calma en materia de focos ígneos. El trabajo ya fue puesto en manos de Defensa Civil.

Del informe se desprende que en el período comprendido entre noviembre de 2018 y marzo de 2019 las precipitaciones disminuyeron en cada departamento provincial, en comparación con el promedio histórico estudiado que va desde 1980 a 2018. Pero la baja de lluvias también se registró entre julio de 2019 y junio de 2020, también cotejada con la media histórica.

“En términos generales, más allá de estos dos últimos años, el registro de lluvias fue creciendo desde la década del 80 a la actualidad. En el norte provincial, las marcas pasaron de unos 850 milímetros anuales a mil milímetros de promedio en los últimos quince años”, comparó Pablo Vázquez, de gestión Ambiental y Recursos Naturales del INTA, quien aclaró que ese panorama “no va a seguir así”.

El ingeniero agrónomo, a la vez autor de la investigación a la que tuvo acceso Diario Textual, explicó que la merma de lluvias del último período se inició en marzo e hizo efecto en la actividad forrajera, que tuvo una fuerte baja en el ciclo pasado. Dijo que se produjo una disminución del 25 al 50 por ciento de la media histórica en una vasta zona pampeana.

“En lugares donde se producían 600 kilogramos de pasto neto se pasó a 300 kilogramos”, precisó.

Uno de los puntos del estudio muestra la recuperación del pastizal de los campos al influjo de las copiosas y casi inesperadas lluvias de septiembre, un panorama que puso en alerta a los investigadores de cara a la temporada de verano y la consecuente posibilidad que se desaten incendios.

“Cuando se pensaba que los pastizales estaban muy complicados y con muy poca capacidad de reacción, lo que demostraron era que todavía estaban vivos y se recuperaron muy fácil con esas lluvias de 100 milímetros que hubo, principalmente, en el oeste”, puntualizó.

“Esto nos permite sostener que en esos sitios el pasto se va a acumular, porque va a crecer, y en noviembre o diciembre estará seco y es el material más peligroso para encenderse”, alertó, en diálogo con este diario digital.

Otro elemento de riesgo son las grandes distancias que hay para arribar a una aguada, con mucho pastizal en el medio. “En todo el oeste hay lugares en que se ubican a no menos de tres mil metros, lo cual indica que en ese lugar el animal casi no pastorea por lo tanto ese pasto se acumulará”, insistió.

Finalmente, resaltó que los departamentos que se ven más complicados son Lihuel Calel, el oeste de Curacó, todo el norte de Caleu Caleu y sudoeste de Hucal. También existe una gran “franja peligrosa” en el límite de los departamentos Loventué, Toay y Utracán, más otra “zona importante” emplazada en el noreste de Chalileo. Toda una región concentrada en el noreste de Limay Mahuida, además de una pequeña porción, en el noroeste provincial, cerca del límite con Mendoza.

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