Así, un nutrido grupo de efectivos policiales de la comisaría quinta y de la policía local se acercaron para montar en la mañana de este lunes una guardia en las puertas de la funeraria Avenida, ubicada en inmediaciones de Libertad y Jara. Además, también se hicieron presentes en el lugar el titular de la cartera de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, el intendente Montenegro y José Segovia, jefe de la Jefatura Departamental de Mar del Plata mientras que el secretario de Seguridad local, Horacio García, concurrió el día domingo. 

Cerca del mediodía, el cajón con los restos de Rosales fue retirado de la funeraria. El velatorio del joven efectivo de 30 años motivó horas de profundo dolor y emoción para toda su familia, en particular para su hija de apenas 10 años que también se hizo presente para darle un último adiós.

Además, un policía interpretó en trompeta un “Taps” solemne, mientras una bandera argentina y la gorra del policía fueron entregadas al ministro Sergio Berni, para que finalmente se las diera a la familia de Rosales.

Vale la pena recordar que Rosales y sus compañeros se habían acercado a la zona de la avenida Jorge Newbery y Pesquero Narwal tras un llamado al 911 que denunció la realización de una fiesta clandestina. Los efectivos iniciaron una persecución cuando los participantes del evento clandestino comenzaron a agredir a un taxista y luego, tras la voz de alto, se escondieron en una vivienda de Pesquero Quovadis al 3700.  

En ese marco, Héctor Gastón Morán, que se encuentra actualmente detenido, desenfundó una pistola calibre nueve milímetros que hirió al policía que participaba de la persecución. El efectivo falleció producto de la herida recibida cuando era trasladado hacia el Hospital Privado de Comunidad (HPC).