Insaurralde pidió que Máximo asuma en el PJ bonaerense, pero Gray avisó que no renuncia

Insaurralde pidió que Máximo asuma en el PJ bonaerense, pero Gray avisó que no renuncia

La entronización de Kirchner presenta dificultades de instrumentación porque necesita la renuncia de todos los consejeros o revocarles el mandato.

Martín Insaurralde blanqueó su intención de que Máximo Kirchner asuma como presidente del PJ bonaerense, una maniobra que como reveló LPO genera enorme tensión en el partido porque la actual conducción de Fernando Gray y Gustavo Menéndez se resiste a renunciar.

El respaldo del intendente de Lomas de Zamora era un secreto a voces. Insaurralde tiene una sólida alianza con Máximo y en privado está trabajando desde hace semanas para imponer su candidatura. Su idea es que asuma en marzo, en paralelo a que Alberto Fernández lo haga en el PJ nacional.

"El peronismo bonaerense tiene la oportunidad histórica de integrar mediante un proyecto de país y de Provincia el movimiento y el partido. Por eso la enorme mayoría de los dirigentes y militantes deseamos que el compañero Máximo Kirchner sea el presidente del PJ de la Provincia", afirmó Insaurralde en un hilo de tuits.

El apoyo público de Insaurralde llegó un día después de que Alberto hiciera lo propio, lo que implica el inicio de un operativo clamor, una jugada clásica del peronismo. Sin embargo, fuentes del partido recalcaron a LPO que la maniobra no será para nada sencilla y de hecho es muy compleja.

En principio porque Gray y Menéndez, que se turnan año de por medio en la presidencia del partido, se niegan a renunciar. El intendente de Esteban Echeverría ya le avisó días atrás a Eduardo "Wado" De Pedro que no piensa moverse de esa decisión.

En el sector de Gray y Menéndez sintieron el golpe del apoyo de Alberto a Máximo y también de la declaración algo sinuosa de Juanchi Zabaleta que le abrió la puerta. En el caso del presidente dicen que se entregó, mientras que confían en que el intendente de Hurlingham se mantenga en el grupo que resiste la llegada de Kirchner. A ese grupo se suma Alberto Descalzo. 

La idea de los promotores de Máximo es que renuncie todo el Consejo del partido y se convoque a nuevas elecciones. Allí se presentaría una lista de unidad como la actual y se consagraría al mismo tiempo que la nacional.

Pero el problema es que entre los 49 integrantes del Consejo (y también entre los suplentes) no son pocos los que se negarían a renunciar. En el listado hay varios intendentes, sindicalistas y dirigentes con juego propio que no responden a La Cámpora y algunos ni siquiera son parte del Frente de Todos. Un dato no menor es que el kirchnerismo duro no formó parte de esa lista formada en 2017, cuando Cristina apostaba a Unidad Ciudadana.

Como ya hay varios que dicen que no piensan en renunciar la alternativa sería que se reúna el Congreso del PJ bonaerense y revoque los mandatos de todos los consejeros. Allí el panorama es mucho más complejo ya que habría que salir a juntar votos entre los mil congresales, muchos de ellos dirigentes que responden a los propios consejeros o que no tienen un jefe alineado con la conducción del Frente de Todos.

Una maniobra de ese tipo derivaría en una verdadera carnicería dentro del partido y las consecuencias son difíciles de predecir, con una ruptura a la vuelta de la esquina. La pregunta es si a Máximo le convendría asumir en ese contexto. El diputado ya avisó que solo asumiría con consenso de todos los intendentes e integrantes del Consejo.

Otra consecuencia segura de esa jugada sería la judicialización de la posible asunción de Máximo. En un partido con historia de intervenciones, cerca de Eduardo Duhalde ya dejaron trascender que irán a la Justicia para frenarlo. "Ojo que esto no termine en un escándalo y con el partido intervenido", advierten por estas horas algunos dirigentes peronistas.

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