Los insólitos productos dentro de "Precios Justos"

Los insólitos productos dentro de

El nuevo plan de control de precios que impulsa el Gobierno nacional sorprende con productos importados y ajenos a la canasta básica.

Desde que se anunció el programa de Precios Cuidados en 2013, se generó mucha polémica en torno a los productos. En aquel momento se proponía como un plan que buscaba hacer más accesibles los productos necesarios para alimentar una familia. Por eso se generó revuelo al verse que había fernet o cerveza entre los incluidos en la lista. Por más que cuenten con gran popularidad, nadie podría asegurar que estos son necesarios para cubrir las necesidades de una familia. Ahora, como si el intervencionismo estatal en el mercado contara con un brazo divino que lo guía, el programa mutó a "Precios Justos", pero no deja de sorprender con los productos incluidos en la nómina, que están lejos de ser los básicos para una familia.

Con una inflación imparable, los controles de precios vuelven a mostrar que no funcionan más que para maquillar una economía que duele en los bolsillos de los argentinos. Los productos pierden calidad, escasean o los productores se ven obligados a modificarlo de alguna manera para poder cobrarlo a un precio que baste para cerrar los números de su fabricación. Los Precios Cuidados de 2013 y los Precios Justos de hoy, igualmente tuvieron una gran diferencia con otros controles anteriores que ejerció el Gobierno argentino, de distintos colores políticos, para paliar sus propias crisis: la aparición de productos que lejos están de ser de primera necesidad.

Aunque podría ponerse en la balanza a productos como el aceite de oliva o el vino, también son productos nacionales que merecen su espacio en cualquier oportunidad que propicie su venta, siempre y cuando las ganancias alcancen para seguir produciendo. Distinto es el caso de un aceto balsámico importado o la salsa barbacoa que se muestra en la portada, que lejos están de ser necesarios en una economía en crisis, sino más bien serían esos productos que se compran para "darse un gusto".

Aguas saborizadas y gaseosas, a esta altura de los hechos, parecen productos tan aceptables como el vino, pero puede que sea más difícil entender la presencia de un vermouth, cerveza y fernet, aunque estos sea de producción nacional. Realmente es imposible considerarlos como algo necesario en un país con números en torno al 40% de pobreza, donde las necesidades son completamente distintas.

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