Numerosos profesionales que prestar servicios para la obra social bonaerense llevan trabajando durante meses sin recibir sus pagos. En el caso de las acompañantes terapéuticas, por ejemplo, los tratamientos llegan a demorar hasta seis meses en ser aprobados.

De acuerdo al presidente del organismo, Homero Giles, se trata de un problema de financiamiento. El IOMA no tiene dinero para pagar y, en la medida que puede, va cancelando deudas que los profesionales esperan con ansias. El problema es tan grave que en numerosas instituciones médicas del territorio bonaerense ya dejaron de atender por la obra social.

Sin embargo, una y otra vez Giles pareciera demostrar que el dinero sí está, sólo que no destinado al pago de los compromisos prestacionales. En efecto, en las últimas jornadas lanzó una contratación con el objetivo de refaccionar los despachos de la sede del organismo en la calle 7 entre 41 y 42 de la ciudad de La Plata.

De acuerdo al proceso de compra 317-0220-CME21, el IOMA pagará 4.9 millones de pesos por las refacciones, que incluirán demoliciones, impermeabilizaciones, cerramientos, cielorrasos, marmolería, pintura y limpieza final.

Mientras tanto, solo por citar un ejemplo entre tantos, el director de Relaciones Jurídicas del organismo, Mauro Pagliuca, fue denunciado por el gremio SUPTTIOMA tras reintegrar a numerosas empresas prestadoras que habían sido separadas del IOMA por casos de corrupción.