En San Isidro lograron reducir un 30% la basura gracias al reciclaje

En San Isidro lograron reducir un 30% la basura gracias al reciclaje

De 20.000 toneladas de desechos domiciliarios que se generaron en agosto de 2018 pasaron a 14.000 el mes pasado.

 

Separar residuos, reciclar y recuperar, la cultura de la onda verde dejó ser una moda para instalarse definitivamente en los hábitos de los vecinos de San Isidro. Y los números hablan solos de este fenómeno que logró, en los últimos dos años, reducir en un 30 % la cantidad de residuos que el Municipio envía al CEAMSE para ser enterrados.

Además del beneficio ambiental, esta cifra representa un importante ahorro económico que se reinvierte en políticas medioambientales. Según datos comparativos del mes de agosto, en 2018 los vecinos del Partido generaron 20.000 toneladas de basura, en 2019 la cifra bajó a 17.367 toneladas y el mes pasado -pandemia por coronavirus mediante- la cantidad de residuos fue de 14.072 toneladas.

En agosto de 2018 los vecinos del Partido generaron 20.000 toneladas de basura. El mes pasado la cantidad de residuos fue de 14.072 toneladas.

“En 2018 arrancamos una campaña programática de reducción de basura con varias aristas estratégicas: en la vía pública con los contenedores, con los ecopuntos, que en ese momento teníamos sólo uno y ahora son cuatro, y con el reciclaje en los hogares”, destaca Leandro Martín, secretario de Higiene, Espacio Público y Sustentabilidad.

Cada tonelada de basura que se envía al CEAMSE(donde se procesan los residuos sólidos urbanos del área metropolitana) le cuesta al Municipio, y en un menor porcentaje a la Provincia, entre $ 900 y $ 1.000 pesos. “Por eso haber reducido la cantidad de basura a partir de la clasificación de los residuos y su reciclaje significa un ahorro mensual de casi seis millones de pesos, si lo comparamos con la basura que generábamos hace dos años”, analiza Martín.

Joaquín Fernández, vecino de Martínez, comenzó a reciclar cuando descubrió un Ecopunto en el Paseo de las Bicicletas, sobre Dardo Rocha e Italia. “Pasaba siempre pedaleando, cuando salía a hacer ejercicio, lo ví y empecé a llevar una vez por semana los envases plásticos, tetrabriks, latas y bolsas que se consumían en casa. Ahora ya es una costumbre que tengo y que trato de contagiar entre amigos y vecinos”, cuenta.

Actualmente hay otros tres ecopuntos en el Partido: en el Paseo de los Inmigrantes, en la plaza Lourdes en La Horqueta. Cada uno recibe mil kilos de basura reciclable por día.

Actualmente hay otros tres ecopuntos en el Partido: en el Paseo de los Inmigrantes (Piedrabuena al 1600, en Villa Adelina, en la plaza Lourdes (Posadas y Haedo, en Beccar) y en Blanco Encalada y Manuel Obarrio, en La Horqueta. Cada uno recibe mil kilos de basura reciclable por día.

Por eso desde la Comuna de Gustavo Posse ya planean colocar antes de fin de año otros dos ecopuntos: uno en el Bajo San Isidro y el otro en Boulogne donde se podrán desechar papel y cartón, plástico, frascos y botellas de vidrio y latas de aluminio. Estos se sumarán a los más de 6 mil contenedores para separar residuos que están en las calles de San Isidro.

El impacto del reciclaje es triple, porque además de reducir el impacto ambiental de enterrar la basura, ese residuo reciclable se reutiliza, generando dinero y puestos de trabajo.

El impacto del reciclaje es triple, porque además de reducir el impacto ambiental de enterrar la basura, ese residuo reciclable se reutiliza, generando dinero y puestos de trabajo.

En Villa Adelina, donde se encuentra la planta de separación propia del Municipio, se clasifican los reciclables por tipo y color, y con máquinas enfardadoras se hacen cubos de un metro cúbico de plástico, y junto con el vidrio se venden a beneficio del Hospital Materno Infantil del Partido. “A futuro, nuestro desafío es que podamos reciclar pilas, telas y residuos electrónicos”, adelanta el funcionario del área.

Además, la semana pasada San Isidro firmó con la ONG “Botellas de amor” un convenio para ser el primer centro oficial de acopio de estas botellas en las que se compacta plástico blando (un envase de 2,25 litros equivale una bolsa de consorcio llena) como sachet de leche, envoltorios de golosinas y removedores de café. “Sirven para hacer madera plástica para hacer viviendas, decks y mobiliario urbano. Vamos a tener los primeros contendedores colocados la semana que viene”, confirmó el Municipio

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