Esto se debe a que “ahora están ejecutando un ajuste que se manifiesta en presiones para la reducción de los planteles de trabajadores, mientras contradictoriamente exigen una mayor “productividad” imponiendo incluso la extensión de la jornada laboral”, señalaron a través de un comunicado de prensa de la Asociación  Bancaria Seccional Mar del Plata y que lleva las firmas de Claudio Bocero y Guillermo Martinez , Secretario de Prensa y Difusión Secretario General respectivamente.

En la nota de prensa, expresan textualmente:

Dos de los grandes bancos extranjeros que operan en nuestro país pretenden ajustar fuertemente sus estructuras. Nos referimos al BBVA Francés y al Santander que, rápidos de reflejos ante la crisis sanitaria y como lo han hecho en otras oportunidades, van por un perverso cierre de sucursales para garantizar su tasa de ganancia.

Estas dos entidades, así como otras de capitales foráneos, ganan mucho dinero en Argentina, y es por esa razón que permanecen en nuestro sistema financiero (el Francés desde 1996 con sus actuales dueños y el Santander un año después) a pesar de los avatares de la economía, del quiebre del 2001 y de los gobiernos de turno.

Además del planificado cierre de sucursales (se estiman varias decenas de casas bancarias), ahora están ejecutando un ajuste que se manifiesta en presiones para la reducción de los planteles de trabajadores, mientras contradictoriamente exigen una mayor “productividad” imponiendo incluso la extensión de la jornada laboral.

En medio de una pandemia inédita en el mundo, en lugar de poner los esfuerzos en mejorar la distribución de sus sucursales para evitar nuevas situaciones críticas ante otros probables aislamientos, en lugar de asumir que forman parte de un Servicio Público Esencial y actuar en consecuencia para posibilitar mayor inclusión financiera en la población, estas dos empresas extranjeras demuestran una vez más que no les importa nada y aplican a rajatabla el manual del capitalismo.

No hay peor sordera que la de quienes NO QUIEREN OÍR.