El juecismo sondea a los gremios, que piden atención a Llaryora

El juecismo sondea a los gremios, que piden atención a Llaryora

Operadores del Frente Cívico intentan un acercamiento con sindicatos encuadrados en los distintos espacios gremiales del tablero cordobés. Éstos, a la vez, reclaman la atención del candidato PJ para “cerrar”.

Por: Felipe Osman.

La (pre)campaña de Hacemos por Córdoba arrancó con un escenario gremial convulso. Ya a fines del año pasado las asambleas hospitalarias habían anunciado turbulencias. Y el parche que la Provincia puso al conflicto de Salud aumentó la presión en el SEP, que se sintió burlado por el acuerdo que el Centro Cívico cerró con los asambleístas.

Tras el stand by impuesto por el receso, ese marco empeoró. Los sindicatos públicos reclamaron, en conjunto, salarios que emparden a la canasta familiar, y el SEP, tocado, se negó a ser la punta de lanza para hacer pasar las propuestas del Panal, que terminaron chocando contra los docentes autoconvocados y las agrupaciones opositoras de la UEPC.

Hoy, ese conflicto irresuelto es uno de los factores que dificulta el “cierre” del PJ con el gremialismo. Pero no el único.

Los gremios repiten, en off, un cuestionamiento que ya dejaron trascender los intendentes: la falta de un trato directo con el candidato.

Es que, más allá del recurrente latiguillo de que Llaryora “no tiene la lapicera” (para armar las listas), en el gremialismo están convencidos de que el intendente podría acercarse y hablar del rol que los actores del mundo sindical tendrán en su (hipotético) gobierno. Si no desde una participación en las listas que aún no puede comprometer, desde la enrome estructura sobre la que se monta el Ejecutivo provincial.

Hay también quienes hacen otra observación, y es en torno a la definición de la vice. Están los que creen que si un schiarettista puro completa la fórmula, el intendente podría ganar injerencia en el armado de la lista sábana. Otros, en cambio, aseguran que ninguna variable modificará la primacía que tendrá el mandatario en ese apartado.

Para cimentar su postura apelan al historial. Rememoran una costumbre que atravesó de punta a punta la sociedad política De la Sota – Schiaretti y que resumen en apenas un puñado de palabras: el que deja el Ejecutivo copa la lista legislativa. Un acierto. Nada mejor para mantener la confianza que prescindir de ella, apegándose a la garantía que ofrece controlar el bloque en la Legislatura. 

Retomando. Esta falta de un “cierre” entre el llaryorismo y los sindicatos que se alistan, a su turno, en la CGT Regional, el Movimiento Obrero Peronista o las 62 Organizaciones abre al juecismo una ventana para tratar de “achicar” con los gremios.

Operadores del Frente Cívico ya han intentado acercar posiciones con sindicatos de cada uno de esos espacios. La postura es, en general, reactiva. El juecismo jamás tuvo demasiado predicamento sobre los gremios; a excepción, claro está, del Suoem.

Aún así, ese posicionamiento no es unánime. De hecho, ya habría líneas internas de algunos sindicatos no menores dispuestos a respaldar la candidatura provincial del senador nacional. Esto respondería a las expectativas generadas por un escenario de paridad.

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