Kicillof, a prudente distancia del frente de batalla albertista por los precios

Kicillof, a prudente distancia del frente de batalla albertista por los precios

En La Plata, dudan sobre el nivel de decisión política de AF para avanzar con los controles. La añoranza Costa. Buena sintonía con Feletti, todo mal con Kulfas.

Buenos Aires acompañará las medidas de combate a la inflación que tome el gobierno de Alberto Fernández, “en todo lo que esté al alcance” de la gestión provincial, dijeron en la gobernación bonaerense, donde, sin embargo, la avanzada del Presidente por el control de precios es vista con dudas, a prudencial distancia y sin expectativas reales.

“Nuestra voluntad es acompañar las medidas para controlar la escalada de precios. Siempre fuimos fervientes promotores de que se tomen medidas. Pero todavía no las conocemos con exactitud, ni sabemos su alcance”, decían en las últimas horas cerca de Axel Kicillof, quien, con el tema precios, también parece decidido a caminar la fina línea del equilibrista para sortear las balas de la interna oficialista.

En medio de un escenario caliente en el Frente de Todos (FdT), el gobernador se reunió el lunes con Daniel Funes de Rioja, presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios COPAL y titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), en una mesa a la que también se sentaron el ministro de Producción bonaerense, Augusto Costa, e industriales de distintos rubros.

Kicillof planteó allí la línea discursiva con la que se moverá con respecto al tema precios de alimentos, instalado en el centro de la agenda del gobierno nacional: en el actual contexto internacional, hay “precios de guerra” y “hay que buscar una solución colectiva, no sectorial”.

“Hablamos de la situación que ocasiona la guerra de Europa sobre la industria. Hay tres factores afectados por la guerra y uno son los alimentos. Ayer la tapa del New York Times hablaba de que la guerra ocasiona una guerra de alimentos, porque los grandes proveedores de alimentos están en el conflicto y afecta la provisión y eso generó una coyuntura inflacionaria”, dijo el gobernador bonaerense al salir de la reunión con los industriales.

“Somos productores de alimentos, entonces, el acceso a los alimentos debe estar asegurado a precios razonables”, afirmó también, en la única referencia que hizo a la avanzada del gobierno nacional sobre las empresas formadoras de precios de alimentos.

Componedor, Kicillof aseguró que encontró “buena predisposición” entre los empresarios. “No se puede beneficiar a unos con los precios y perjudicar a otros. Y eso lo comparten los empresarios.  Yo vi un espíritu constructivo, pero siempre hay quienes a río revuelto quieren llevarse algo partidario”, subrayó, en referencia a la dirigencia de Juntos por el Cambio (JxC).

Cerca de Kicillof y del cerebro de sus equipos económicos, Costa, repetían que la provincia acompañará cualquier medida, como el control de Precios Cuidados en el que trabajan inspectores del gobierno bonaerense, con un alcance territorial más bien acotado.

Pero más allá de las manifestaciones públicas, en el entorno más cercano al gobernador bonaerense, son pocos los que se muestran optimistas con la estrategia de AF para apretar las clavijas en la pulseada con los industriales y empresarios.

Fuera de micrófono, hay dudas con respecto a qué nivel de decisión política hay para avanzar en los controles, que debería incluir acciones contra quienes incumplan las medidas, por ejemplo, el abastecimiento de productos de Precios Cuidados.

Para graficarlo, recuerdan la política de sanciones y multas que desplegaba Costa, creador del programa Precios Cuidados en su versión original, cuando ocupó la Secretaría de Comercio en el último tramo del segundo gobierno de Cristina Fernández.

“Falta decisión política de avanzar en serio”, se quejaba días atrás un asesor del gobierno bonaerense que trabaja junto a Kicillof desde su época de ministro de Economía. Fuera de micrófono recordaba que Costa “se sentaba una vez por mes en el Microcine de Economía y anunciaba las multas millonarias que se aplicaban a supermercados por incumplir medidas de Precios Cuidados, por no tener el producto o por no tenerlo señalizado”. O a las empresas por sacar una ‘leche fortificada’, que “era la misma leche de siempre, para esquivar las medidas de congelamiento de precios. Se hacía lo que se tenía que hacer”.

La crítica apunta al corazón de la gestión presidencial, más allá de la buena sintonía que pueda haber entre la gobernación y la actual gestión en la Secretaría de Comercio a cargo de Roberto Feletti. Con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el panorama es bien diferente. Entre el funcionario y Kicillof hay una muy mala relación, que replica el recelo y la desconfianza de CFF sobre el ministro albertista.

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