Kicillof repite fórmula y esquiva las balas

Kicillof repite fórmula y esquiva las balas

El gobernador camina la provincia con variedad de obras y anuncios. Agenda resistida, pared con Massa y cautelosa banca a AF. Vuelta al conurbano con CFK.

La campaña segmentada que propone el Frente de Todos en el distrito más importante del país tiene varias figuras estelares, pero una central: Axel Kicillof. El gobernador decidió volver a aplicar la fórmula que le dio resultado en tiempos en que era oposición y se monta a un raid sin descanso por la provincia, intentando mostrar la combinación de resultados de gestión con venta de futuro, mientras esquiva las esquirlas que vienen de la Casa Rosada.

Esta semana que termina condensa todos los ingredientes. A las reuniones que mantuvo con sectores productivos en La Plata, le sumó kilómetros y variedad. Inauguró obras en la ruta 11, entregó patrulleros en la esquiva San Miguel y créditos hipotecarios en el Estadio Diego Armando Maradona de la capital bonaerense; estuvo en la amigable Lomas de Zamora junto a la vicepresidenta Cristina Fernández en el relanzamiento del Plan Qunita y viajó a Presidente Perón, donde mostró junto a su ministro Andrés Larroque el resultado favorable de las gestiones tras la publicitada toma de tierras.

 

Con el cumple-gate en máxima ebullición e inflamado por un silencio presidencial que se hacía eterno, Kicillof tuvo en Olavarría un cierre de semana no soñado. Fue el encargado de presentar al Alberto Fernández que reconoció su error con -otra vez- una alocución poco feliz. Hubiera preferido evitar esa foto, pero no era posible. Para matizar, sobre la marcha y tirando paredes con Sergio Massa, el gobernador adelantó un anuncio previsto para la semana próxima sobre beneficios para usuarios de gas envasado y rural.

El desafío del oficialismo es mostrar hechos en épocas de vacas flacas para contraponerlos con las promesas de sus adversarios, mientras intenta instalar a los opositores Facundo Manes y Diego Santilli como la combinación de desconocimiento y fracaso. “No se le conoce ni una propuesta”, machacan en el comando de campaña peronista sobre el radical recién llegado. Al Colorado jamás lo mencionan sin pegarlo al lastre María Eugenia Vidal, que mantiene sus movimientos encorsetados en los límites de la localía porteña para no complicarla exhibiendo su currículum bonaerense.

 

Esquirlas de #lafoto

La indiferencia o, directamente, el hartazgo de una parte de la sociedad sobre la política y los políticos -en alguna medida, resultado de la militancia por goteo de la no política y, en mayor medida, resultado de la mala praxis de gobiernos que agravaron o no supieron revertir un fracaso crónico expuesto en niveles de pobreza y exclusión vergonzosos- también afectan a Kicillof, pero no en la medida que golpean a otros actores de la política, de la oposición y de su propio espacio. Eso creen cerca del gobernador.

“A Axel no han podido meterlo en esa bolsa”, grafica un funcionario con despacho en un distrito del conurbano que ve en el mandatario alguien que “hace política de manera distinta”. Los argumentos parecen válidos y, sobre todo, oportunos: enumera transparencia, coherencia y honestidad, valores que -dice- nadie de la oposición puede negarle y de los que importantes dirigentes del Frente de Todos carecen, descarga con acidez, aunque evita dar nombres.

 

El deterioro que pudiere causarle a ese activo la ola expansiva del escándalo por el festejo en Olivos enfureció a algunos dirigentes que tienen atada su suerte al mandatario. Hay quienes consideraron, incluso, que debía alterarse rápidamente la agenda bonaerense que preveía actos del gobernador junto al Presidente. Pero eso no pasó -Olavarría- ni pasará: en el arranque de la semana, ambos estarán en La Matanza y Avellaneda. Ante el error no forzado, la decisión es respaldar al comandante del barco en el que van todos. En al menos uno de esos actos estará Cristina Fernández.

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