El lado peligroso del boom de los celulares

El lado peligroso del boom de los celulares
Por la gran cantidad de teléfonos móviles, en las estaciones no pueden controlar que la gente hable o mande mensajes mientras se carga nafta o gas.

“Estoy cargando nafta. Llego en 15”. “Cargando gas. Compro empanadas y voy”. “Cuando salgo de la estación, te busco y vamos a cenar”. Mandadas por sms, por WhatsApp o dichas por teléfono, estas tres inocentes frases se convierten en potencialmente peligrosas cuando se advierte que fueron emitidas a centímetros de un surtidor de combustible. En las estaciones de servicio reconocen que, a pesar de las prohibiciones vigentes, se hace imposible controlar que nadie utilice el celular cuando está cargando.

¿La causa? El imparable crecimiento de la venta de celulares, que hace que los autos de cada cliente lleguen con uno, dos o tres teléfonos, volviendo el control por parte de los playeros, especialmente en horarios pico, algo impracticable.

“Se trata de una reglamentación que bajan las compañías petroleras a todas las estaciones y que indica que no se pueden utilizar teléfonos en el momento de la carga de combustible”, indicó a Día a Día Raúl Castellano, directivo de la federación que agrupa a los estacioneros (Fecac). “No es una norma de orden público, sino algo interno. El tema es que es medio incontrolable ahora”, agregó el dirigente respecto de la explosión en el uso de teléfonos celulares.

“Los playeros tratan de cumplir (con la reglamentación) en la mayoría de los casos, pero es también cierto que se hace difícil”, dijo Guillermo Borelli, secretario general del Sindicato Petrolero de Córdoba (Sinpecor). Según apuntó, “en algunos casos depende del volumen de trabajo que tenga, de la cantidad de autos y de las ganas de pelearse con los clientes”. Es que es común que la gente considere que se trata de una reglamentación obsoleta y no acepte de buena gana interrumpir la comunicación.

Lejos. La estrategia más común que se está llevando a cabo en las estaciones es apelar a alejar al cliente del lugar de la carga. “Por precaución, si no se puede evitar el uso, se trata de que el dueño del auto llame o atienda a más de 5 metros”, explicó Castellano.

Consciente del peligro (“por haber visto en cursos videos de incendios y explosiones muy complicadas por el uso de celulares cerca de la carga”, dijo), Borelli también indicó que lo que suelen hacer es pedirles a los automovilistas que se aparten “a unos metros del lugar de los surtidores”.

Basta cargar combustible habitualmente en las estaciones de servicio para ver cómo la gente ya no le hace caso a los carteles de prohibición de usar el teléfono cuando recargan. Tanto dentro, como fuera del auto, una gran proporción de los automovilistas aprovechan el “tiempo muerto” para mandar o revisar mensajes de texto, usar los servicios de mensajería instantánea, llamar o atender y hasta navegar por Internet.

Poco probable, riesgo altísimo

CHISPA. La prohibición intenta evitar que una pequeña chispa proveniente del aparato provoque una explosión en contacto con los gases que se emanan cerca del punto de carga de combustible.

BAJA PROBABILIDAD, ALTO RIESGO. Los teléfonos son pequeños transmisores de bajísima potencia que, en general, no hacen chispa (o hacen una chispa mínima). El problema es el daño potencial, que es enorme porque involucra una estación de servicio entera, que maneja elementos de alta combustibilidad.

GASES. Contrariamente a lo que se cree, el mayor riesgo no es la nafta o el gasoil en estado líquido, sino los vapores que brotan alrededor del punto de entrada al tanque. Allí, una chispa puede desencadenar el incendio.

DE MANUAL. La mayoría de los fabricantes de teléfonos celulares recomiendan en los manuales del usuario que los dispositivos no sean utilizados estaciones de servicio, lugares donde se manipule combustible o directamente en puntos de carga de nafta (ver imagen).

VIDEOS. Si bien la posibilidad de que el aparato emita una chispa es ínfima, en Internet se pueden ver decenas de videos que muestran cómo, cuando los clientes atienden el celular en una estación de servicio, se iniciaron incendios.

CAPACITACIÓN. Los playeros de las estaciones, especialmente las que dependen directamente de las petroleras, reciben periódicamente cursos de capacitación sobre los riesgos implícitos en el uso del teléfono móvil en la zona de carga y la necesidad de obligar a los clientes a cumplir con la norma.

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