Luego de las críticas de Cristina Kirchner, los movimientos sociales formarán un partido político para competir en 2023

Luego de las críticas de Cristina Kirchner, los movimientos sociales formarán un partido político para competir en 2023

Lo anunciaron en el duro comunicado de respuesta a los dichos de la Vicepresidenta. Buscan ganar espacios de poder en las intendencias del conurbano

Por Andrés Klipphan

 

Los movimientos sociales albertistas, con el Movimiento Evita a la cabeza, formarán un partido político para competir en las elecciones PASO de 2023. El objetivo principal es armar listas paralelas a los intendentes del conurbano bonaerense, pero también en otras provincias. En caso de ser necesario, presentarán un candidato a nivel nacional para jugar en la interna con una precandidatura presidencial.

La intención de dar el salto político -aunque los dirigentes sociales hacen política- surge del duro comunicado que ayer elaboró el Movimiento Evita -titulado “La única verdad es la realidad”- en respuesta a los dichos de Cristina Kirchner.

En el último párrafo, los dirigentes sociales precisaron: “Desde el Movimiento Evita creemos que el peronismo debe ser la estrategia política de los trabajadores y las trabajadoras del presente. Ese trabajo es el asalariado público y privado, son los autónomos, son la economía popular, etc. Negando la realidad del trabajo en el presente nos negamos la posibilidad de construir un futuro para todos y todas. Bienvenido el debate al Frente de Todos, porque lo único que debe preocuparnos es cómo construimos un proyecto de país con justicia social. Sin la economía popular eso es totalmente imposible”. Y adelantaron: “Por eso vamos a convocar a todos los movimientos populares a construir un espacio político, social y cultural que discuta el modelo de país para enfrentar la concentración económica y superar los problemas estructurales que tiene la Argentina”.

En ese comunicado, la cúpula de la organización, integrada por los funcionarios Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro, entre otros, apuntaron contra las declaraciones de CFK: “Lamentamos que parte de la dirigencia política sea incapaz de entender la realidad del trabajo en el siglo XXI. Es más fácil pelear con quienes la expresamos, que escuchar y reflexionar acerca de cómo resolver los problemas de los que peor están”.

El potente texto lleva la firma, además de Pérsico y Navarro, de Gildo Onorato, el secretario gremial de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Mariel Fernández la intendenta de Moreno (que estaba ubicada en primera fila mientras CFK maltrataba al movimiento del que ella misma forma parte); la diputada provincial Patricia “Colo” Cubría; el diputado nacional Leonardo Grosso y Juan Manuel Abal Medina, el ex jefe de Gabinete de Cristina de Kirchner entre el 10 de diciembre de 2011 y el 20 de noviembre de 2013.

Infobae consultó a cuatro dirigentes del Evita. Cada uno de ellos reforzó el contenido del comunicado y precisaron que en 2023 participarán “de las elecciones PASO como lo habilita la ley electoral, ni más ni menos que eso”. Uno de los referentes sociales recordó que el sábado pasado, en una entrevista concedida al diario Página/12, Alberto Fernández “habló sobre la necesidad de hacer una gran PASO en 2023, en la que él se vería como uno de los posibles candidatos”. En caso de no suceder esto, el Movimiento Evita estaría dispuesto, desde ese espacio político, a competir en internas “contra cualquier candidato kirchnerista, incluso contra Cristina, si es que ella decide postularse”.

El Evita ya está recorriendo varios distritos de la provincia de Buenos Aires para competir por las intendencias y los consejos deliberantes. La formación de un partido político dentro del Frente de Todos para competir en las futuras -y aún lejanas- elecciones PASO evitaría que, como ocurrió el año pasado, la Junta Electoral bonaerense “baje” las boletas cortas que el Evita, junto a Somos Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), habían armado en distritos como La Matanza, Navarro y Lanús, entre otros.

Esa decisión generó malestar entre las organizaciones sociales que ya cuentan entre sus filas con la intendenta Mariel Fernández, pareja de Esteban “Gringo” Castro, el secretario general de la UTEP, la organización considerada como el gremio de los trabajadores de la economía popular.

El Movimiento Evita ya está militando en varios distritos para desbancar, o hacerles fuerza, a los intendentes locales y presentar batalla a los otros espacios políticos opositores y del propio PJ. Por ejemplo, aparecen Agustín Valladares en Lanús, Daniel Yusé en Navarro, el diputado Leonardo Grosso en San Martín y la diputada Cubría (además pareja de Emilio Pérsico) en La Matanza.

El movimiento más fuerte se está dando en este distrito. Las paredes de la Intendencia están empapeladas con la figura de la dirigente del Evita que el año pasado armó una lista corta que, por presión del cacique local, Fernando Espinoza, fue “bajada” junto a otras 69 por la Junta Electoral del PJ provincial.

Los barones del conurbano aseguran que, al menos por ahora, estas estructuras “no tienen peso” para hacerle sombra a dirigentes como Espinoza, actual presidente de la poderosa Federación Argentina de Municipios (FAM), Mario Ishii, el mandamás de José C. Paz, o Andrés Watson, de Florencio Varela. Pero existe la incertidumbre sobre qué podría suceder si los movimientos sociales, como el Evita, Somos Barrios de Pie, el Frente Darío Santillán, entre otros, aúnan fuerzas en una estructura política.

¿La fuerza de movilización que tienen y el despliegue territorial que ganaron a lo largo de años de militancia se pueden trasforman en votos? Desde el Evita aseguran que sí y ponen como ejemplo a la alcaldesa de Moreno, que desde ese espacio desbancó, en las PASO de 2019, al intendente del PJ Walter Festa.

Es verdad también, como recuerdan desde el propio PJ bonaerense, que espacios kirchneristas apoyaron su candidatura y que el propio líder de La Cámpora, el diputado nacional Máximo Kirchner, la acompañó en algunas recorridas en el municipio. Hoy la historia es otra y el Evita compite en el territorio por espacios de poder con la agrupación comandada por el hijo del ex presidente Néstor Kirchner.

Más allá de las especulaciones, construir un espacio político de la economía popular generará debate interno.

Juan Grabois, el líder del Movimiento de los Trabajadores Excluidos, y fundador de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), en 2018 hizo lo propio junto a otros espacios políticos no tradicionales de izquierda: formó el Frente Patria Grande, muy vinculado al kirchnerismo, pero que ya tiene bloque propio en la Cámara baja conformado por tres diputados nacionales: Itai Hagman, Federico Fagioli y Natalia Zaracho, la primera diputada cartonera. En la Legislatura porteña también tienen un represente: Ofelia Fernández, la legisladora más joven de la región.

“Hace rato veníamos evaluando formar un espacio político desde los movimientos populares. Es un tema que estuvo saliendo fuerte en todos los pre-congresos que el Movimiento Evita realizó en todas las provincias”, recuerda ante este medio uno de los integrantes de la mesa de conducción de esa organización. Y refuerza: “Los ataques de Cristina al presidente Fernández y a los movimientos populares aceleraron los tiempos”.

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