Malas lenguas 1236

Malas lenguas 1236

Cuitas policiales I. Hay una denuncia muy fuerte en contra del comisario mayor Segovia y el súper intendente Laroca que se presentó ante la Fiscalía General, y Asuntos Internos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. El denunciante es el comisario Miguel Ángel Acosta.

Cuitas policiales I. Hay una denuncia muy fuerte en contra del comisario mayor Segovia y el súper intendente Laroca que se presentó ante la Fiscalía General, y Asuntos Internos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. El denunciante es el comisario Miguel Ángel Acosta, que los acusa de abuso de autoridad y coacción agravada. El motivo es el traslado compulsivo fuera de la ciudad tanto de Miguel Ángel Acosta como de su hijo Lucas Hernán Acosta, sargento de la fuerza.

Cuitas policiales II. El traslado es, según consta en la denuncia, por haber denunciado a integrantes de la DDI. En la misma, entre comillados, se lee: “el traslado lo decidí yo, y ahora te traslado a vos porque la autoridad la tengo yo. Así que firma y notifícate. Ya deberías saber que policías no denuncian a policías”. Desde que Segovia —apañado por Fabián Uriel Fernandez Garello— llegó a la Jefatura Departamental, hay mucho ruido, a lo que se suman ahora denuncias presentadas a derecho. Sigue llamando la atención la presencia policial de una alcaba de control vehicular en avenida Luro entre Catamarca e Independencia en horario bancario. No es la única denuncia en sede penal que tiene hoy José Luis Segovia. Hay más. Bastantes más.

De los hechos y el delirio. Es un hecho que al justicialismo en sus distintas versiones le encanta el sistema de transporte, esencialmente para contribuir a destruirlo. En la década de los 70 presionaron sobre el cuadro tarifario hasta hacer desparecer la empresa de transportes del municipio, que daba servicio a las líneas hoy denominadas 511, 512 y 513. Una inversión millonaria en trolebuses marca Mercedes Benz con toda su estructura despareció tragada por el accionar del PJ de aquellos años y la UTA nacional. Hoy, con el mismo ADN en tanto no hacen nada por la gente, esto sería ayudar a trabajar el tema subsidios obstruyen y deliran. En una alocución al respecto, el curul Vito Amalfitano se refirió a “viajantes y viajantas” (sic). La locura es total.

Cada día más lejos. Finalmente se le otorgaron facultades al intendente para fijar la tarifa del transporte. De hecho es lo que corresponde, y siempre debiera ser así. Una valoración técnica puesta en resultado por el administrador designado por el voto popular. Una vez más, Alejandro Carrancio votó en contra, en desacuerdo con dos ítems del decisorio de prórroga de la concesión, y se distanció más de la administración Montenegro. El tema tarifario sólo se puede resolver con un aumento sostenible de los subsidios del Estado nacional, o con una quita absoluta de impuestos sobre el trabajo y los elementos de uso y funcionamiento del sistema, cuestión que los ediles no parecen advertir en todo detalle. No es tan complejo.

Fabiola y el periodismo. Es una sorpresa triste y lamentable advertir que la Universidad de Palermo vende literalmente los títulos. Que la conviviente presidencial exhiba un titulo mal habido de periodista por una tesis con páginas cortadas y copiadas de Wikipedia, es un fallido monumental. Que la haya desarrollado una empleada pública que trabaja en Presidencia, es más grave aún. Que la Universidad lo haya dejado pasar, y aprobado como una tesis válida, es impresentable.

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