Máximo Kirchner tendrá su primer acto en el PJ bonaerense

Máximo Kirchner tendrá su primer acto en el PJ bonaerense

El diputado nacional participará el próximo 17 de junio de su primer congreso como figura principal, a pesar de no tener cargo aún dentro del peronismo bonaerense, en el que asumiría en diciembre. El organismo, que preside el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, aprobará las alianzas.

El Consejo del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires convocará al congreso partidario para el próximo 17 de junio para discutir la constitución de alianzas que representarán al Frente de Todos en las próximas elecciones generales y en las PASO, si estas se realizan.

El acto servirá para que Máximo Kirchner aparezca, por primera vez, en un acto partidario que no podrá tenerlo como representante legal de ningún esquema partidario pero como virtual jefe político. Por estas horas, varios congresales bonaerenses están recibiendo llamados o mensajes vía mail o WhatsApp para actualizar sus datos y ser comunicados oficialmente. 

"Máximo propondrá, por supuesto, trabajar para la victoria y privilegiará la unidad. Es la única fortaleza que hoy tiene el espacio", reconocen en su cercanía. Un legislador bonaerense dijo que "tampoco pretenderá que todo sea kirchnerismo, sino que el peronismo tenga predominancia sobre las demás ramas internas y que tensionan dentro del Instituto Patria".

El consejo partidario es presidido por Gustavo Menéndez, a pesar que fue Fernando Gray, con quien alterna ese cargo año por medio, haya sido el que se plantó en contra de la asunción antes del término del mandato de ambos, en diciembre próximo. A pesar de la convocatoria para las elecciones el 2 de mayo pasado, esa decisión no fue ejecutada por lo cual Máximo Kirchner detenta el cargo de candidato a presidir el partido, sin ningún otro rol.

El Congreso servirá para alimentar el sentido político del peronismo bonaerense, verdadero motor del triunfo de 2019. La unidad con el Frente Renovador amalgamó todas las expresiones peronistas que, en el pasado, le restaban entre quince y veinte puntos, sin contar cuando junto con el PRO y otras expresiones derrotó al kirchnerismo en 2013.

En estos momentos hay múltiples contactos y reuniones entre funcionarios nacionales. Inclusive se analiza la suspensión de las PASO, ante la presión expresada por el empresario sanitario Claudio Belocopitt. que pidió públicamente eso. Es muy posible que el presidente anuncie, el viernes próximo, más restricciones a la movilidad y a algunas actividades productivas y educativas. 

Mientras se convoca al congreso partidario, el Frente de Todos está atravesado por fortísimas discusiones internas que tensionan la cotidianeidad gubernamental. El Instituto Patria no cree que este modelo económico, sanitario y judicial que sigue el presidente esté dando resultados y, lo peor, “nos lleva indefectiblemente a la derrota, por más unidad que haya”.

Hoy volvieron las versiones para revisar los métodos de análisis y medición de la pobreza y la inflación. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, escuchó que el problema con Marcos Lavagna excede el tema analítico del INDEC sino que pasa a ser una cuestión política.

“Nos negocian todos los días… no sabemos si son oficialistas u opositores, por lo cual tampoco creemos que tenga que ver con el tema metodológico. Lo cierto es que en medio de una pandemia habría que revisar la manera de estudiar todo”, dijo un experto económico muy cercano a la vicepresidenta.

Los intendentes de la Provincia de Buenos Aires saben que están administrando la urgencia sanitaria aunque en lo económico poco o nada pueden hacer. Ninguno cree en el control de precios a pesar que invitan a la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, para que los acompañe en actividades relacionadas con el mercado en tu barrio o controles puntuales.

La Policía bonaerense tampoco está atravesando un momento tranquilo. La pelea con la Ciudad de Buenos Aires por los fondos de coparticipación que fueron directos hacia la Provincia que administra Axel Kicillof no alcanzó para resolver las tensiones de una fuerza que aún vive con la incertidumbre económica, el aumento de la violencia callejera y crecientes casos de COVID.

Esta situación está siendo monitoreada permanentemente por Máximo y Cristina Kirchner. Los llamados volvieron a ser frecuentes con sus dirigentes locales y con los jefes comunales. Todos tienen la misma impresión.

El presidente Fernández administra permanentemente las tensiones. Conoce de las peñas improvisadas que se arman en cada oficina y sabe que no puede hacer demasiado. Sergio Massa, quien trabajaba como un péndulo, interpretando lo que pretendía cada grupo del Frente de Todos, ahora quedó anclado en las cercanías del Patria.

El caso del ministro Martín Guzmán, quien era considerado casi como un Maradona hace seis meses, ahora viene sufriendo debates internos tras cada decisión que adopta. Su continuidad ha sido puesta en tela de juicio por la dupla Kirchner-Massa y ya ingresó en la lista de “funcionarios que no funcionan”.

Durante muchos meses, diecisiete para ser exactos, cuando habló y propuso a Daniel Rafecas como su candidato a Procurador General, Fernández supo que nada sería sencillo con respecto a la relación con su principal aliada y dueña de la mayoría de los votos que tiene su actual espacio.

“Por qué no me deja trabajar tranquilo en este tema… cuanto más les pegue menos chance tengo de resolver los temas”, le dijo a un amigo personal el presidente a mediados del año pasado, cuando ya aparecían las discusiones mediáticas por la cuestión judicial.

En el entorno presidencial ven en las recientes declaraciones de Rafecas representan otro revés para el presidente de la Nación. No entiende la reforma judicial que ya le costó la salida de su socia y amiga, la ex ministra Marcela Losardo y cada vez está más convencido que cualquiera sea el candidato, el kirchnerismo no lo dejará pasar. "Quieren un empleado, no un Jefe de Fiscales", razonan los más alejados de los márgenes culturales del espacio.

El peronismo bonaerense debe aparecer como una fortaleza de cara a las próximas elecciones. Sin embargo, no pocos de los congresales convocados ya participaron de reuniones con amigos de Florencio Randazzo, Joaquín de la Torre o Graciela Camaño. Saben que pueden ser una vía de escape para muchos jefes comunales que saben que tendrán limitadas posibilidades de colocar a varios de sus compañeros en listas locales, provinciales o nacionales.. 

Como viene sucediendo desde hace tiempo, primero con la dupla Carlos Chacho Alvarez-José Octavio Bordón, o más recientemente, con Francisco De Narváez o Sergio Massa, cuando el peronismo no resuelve en internas sus diferencias, como lo hacía Eduardo Duhalde con la Liga Federal y la Liga Peronista Bonaerense, las terceras vías son su válvula de escape. 

"Los pibes (por La Cámpora) van a querer poner a todos sus amigos en las listas. Entonces, para compensar, los amigos podrían ayudarnos con los lugares en sus listas". De ahí a una nueva camada de  "traidores", como los nunca pudo encontrar Mario Ishii, intendente de José C, Paz, en 2009, hay un paso.

Comentá la nota