En medio del temporal, Montenegro celebró su primer triunfo político

En medio del temporal, Montenegro celebró su primer triunfo político

Por: Mariano Suárez. Guillermo Montenegro estaba en plena reunión de gabinete cuando la lluvia comenzó a caer con intensidad en Mar del Plata. 

No dudó: levantó la reunión, suspendió las actividades que tenía programadas para el resto del día y comenzó a escribir en el grupo de WhatsApp “Emergencia”, que se encuentra activo desde las primeras horas de su gestión. Dio algunas instrucciones a sus funcionarios y se fue al Centro de Operaciones y Monitoreo para supervisar las tareas. El temporal sacudió una jornada en la que el intendente esperaba celebrar su primer triunfo en la política doméstica: la aprobación preliminar del aumento de tasas.

Desde el comienzo de su gestión, Montenegro se planteó como un objetivo central mantener una relación más racional con el cuerpo legislativo que la que tuvo su antecesor Carlos Arroyo. Primero, con la tropa propia. Por eso decidió invitar a las reuniones de gabinete al presidente del cuerpo Ariel Martínez Bordaisco y los jefes de las bancadas de Juntos por el Cambio: Vilma Baragiola (UCR), Alejandro Carrancio (Vamos Juntos) y Angélica González (Coalición Cívica).

Un oficialismo tan heterogéneo como el de Mar del Plata (está compuesto por tres espacios, sin contar las divisiones internas de cada espacio) lógicamente tiene tensiones. Y a lo largo del debate presupuestario algunas de ellas amenazaron con salir a la luz. Finalmente, primó el orden y el interbloque logró mantener una unidad de criterio.

A partir de allí, Montenegro también puso en práctica su promesa de mejorar el diálogo con la oposición. En el debate del presupuesto ordenó que todos los secretarios y presidentes de entes fueran a la Comisión de Hacienda a defender sus presupuestos. Este miércoles en la sesión preparatoria, el miembro informante del oficialismo, Alejandro Carrancio, contabilizó las horas en la que los funcionarios del Ejecutivo dieron explicaciones: 40.

Más allá de todos los gestos, las discusiones fueron intensas. Y el Frente de Todos, principal bloque opositor, comenzó a mostrar los dientes desde un principio. Lo primero que hizo la presidenta de la comisión de Hacienda, Virginia Sívori, fue cruzar el promedio de aumento de las tasas. El oficialismo había informado que era del 49%. Sívori, sin embargo, marcó que la mayoría de los marplatenses pagará un 55% más que el año pasado. Más allá de cómo se forma el promedio, lo concreto es que 385.000 de las 430.000 cuentas de TSU de General Pueyrredon pagarán un 55% de aumento. “El 91,78% de los contribuyentes”, precisaron.

El as bajo la manga que intentó utilizar Montenegro durante el debate fue el apoyo explícito que le dio al proyecto impositivo del gobernador Axel Kicillof. Para el jefe comunal, brindar ese respaldo ubicaba en una posición incómoda a los concejales del Frente de Todos. “Les parece que para la provincia está bien, pero que para el municipio es un impuestazo”, argumentaban desde el entorno del intendente.

Sin embargo, desde el Frente de Todos replicaron que el gobernador decidió aplicar un espíritu progresivo a los impuestos: los que menos tienen menos pagan, los que más tienen más pagan. “Aumentan las tasas más de lo que dicen. La mayoría de los contribuyentes recibirá incrementos del 55%. Siempre pagan los mismos”, planteó Sívori este miércoles, luego de la sesión.

A esas idas y venidas entre Cambiemos y el Frente de Todos, se sumó con dureza el concejal del Frente Renovador Ariel Ciano, quien hace días anticipó que no acompañaría la suba de tasas. El concejal recordó este miércoles que durante los cuatro años de Arroyo (gestión Cambiemos) las tasas subieron un 380%. “Y ahora le sumamos un 55%”, fustigó.

Con ese panorama, en el oficialismo sabían que iban a necesitar apoyo de otros sectores para sumar los votos necesarios para aprobar el aumento. Pese a las enormes diferencias que existen entre Montenegro y Arroyo, el concejal de la Agrupación Atlántica Mauricio Loria está (mucho) más cerca del oficialismo que de la oposición. De todos modos, desde su entorno aseguran que no será un voto seguro en cada proyecto.

Las otras opciones eran el bloque de Acción Marplatense y la concejal Mercedes Morro, que desde hace tiempo exhibía diferencias políticas con la cúpula del Frente Renovador y su compañero de bloque, Ciano. De hecho, en las últimas elecciones Morro apoyó la candidatura de Roberto Lavagna a presidente y de Santiago Bonifatti (hoy secretario de Gobierno) a intendente por Consenso Federal, mientras que Ciano declinó su intención de competir por la Intendencia y apoyó a Fernanda Raverta. Hacia allí apuntó el montenegrismo y acertó: Loria, los dos concejales de Acción Marplatense y Morro votaron a favor de la suba de tasas.

Morro anunció la semana anterior su salida del Frente Renovador para crear un nuevo espacio. Desde el oficialismo, aseguran que no tuvieron injerencia en esa decisión. “Es una cuestión política. Ciano se acercó a La Cámpora y Morro está alineada con (Luis) Barrionuevo”, señalaron. La representante de Uthgra responder directamente al líder gastronómico. La decisión era esperada desde hace tiempo. Y llegó en el momento justo: se fue del bloque y confirmó su apoyo a los proyectos del Ejecutivo.

En relación a Acción Marplatense Fuentes cercanas a Montenegro aseguran que tienen diálogo con el exintendente Gustavo Pulti. “Hablamos de algunas cuestiones vinculadas a la gestión. Tenemos miradas diferentes sobre algunos temas y creemos que en otros él pudo avanzar en proyectos interesantes”, reconocieron. Sin embargo, aclararon que no hubo charlas puntuales para pedirle apoyo por este tema. “Ellos siempre dijeron que iban a ser una oposición constructiva y entienden que es una locura que en su primer año el intendente no tenga aprobado el presupuesto y las ordenanzas fiscal e impositiva”, explicaron.

La justificación coincide 100% con los argumentos que esgrimió el presidente de bloque Horacio Taccone este miércoles cuando anunció su voto en la sesión preparatoria. “Tenemos diferencias inocultables con este gobierno, pero preferimos darle la herramienta para gestionar”, planteó el expresidente del Emder.

El apoyo, no obstante, tuvo una salvedad: Acción Marplatense no acompañó la implementación de un bono solidario para los polideportivos barriales y la ampliación de la contribución de salud para que también permita destinar esos fondos a educación.

Esa cuestión es la que abre incógnitas de cara a la sesión de concejales y mayores contribuyentes del viernes 14 de febrero. Es que si bien el oficialismo ya cuenta con la mayoría de los votos de los concejales para aprobar las ordenanzas, los mayores contribuyentes aún no se renovaron, por lo que hay un mayor número de arroyistas. “Creemos que vamos a juntar los votos. Pero tenemos estas semanas para charlar. No nos podemos relajar”, coincidieron dos fuentes desde el oficialismo.

Una de las promesas de campaña del intendente fue la restitución de la bonificación docente y del pago retroactivo de los meses que Arroyo la eliminó. La primera parte ya la cumplió. Para la segunda, reconoció que no tenía fondos y la ampliación de la sobretasa de salud a educación era una alternativa para reunir los fondos. ¿Qué pasa si eso no se aprueba? ¿No se pagará el retroactivo?

“No, eso no es así”, respondieron fuentes del Ejecutivo consultadas por este medio. Admitieron que no está el dinero, pero aclararon que la modificación de la sobretasa no era exclusivamente para dar respuesta a eso. Además, sumaron otra cuestión: “Más allá de lo económico, también hay una cuestión administrativa sobre cómo se hace la devolución. La decisión política es pagarlo, pero todavía quedan resolver muchas cuestiones”.

Más allá de todos los detalles, Montenegro tuvo hoy su primer triunfo político en el Concejo Deliberante, donde no solo logró ordenar al oficialismo (algo que para Arroyo fue imposible durante cuatro años) sino que también sumó aliados de la oposición. El festejo no implica calma: Montenegro es consciente de que cada proyecto demandará nuevas negociaciones y que el crédito de los primeros 100 días que suele tener un intendente pronto se acabará.

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