Menos basura durante la pandemia

Menos basura durante la pandemia

Si bien los vecinos y particulares arrojaron tal vez mayor caudal, el descenso lo marcaron los comercios, las industrias y las obras en construcción. La cifra más baja fue en abril

Germán Tissera, subsecretario de Ambiente municipal, definió que “fue muy variable el compartimiento de la ciudad” respecto a los residuos recolectados.

La consulta realizada por un periodista El Diario tiene que ver en referencia a la cantidad y volumen de desechos arrojados en los últimos meses de aislamiento obligatorio ante la pandemia de COVID-19.  No es muy lejano a la realidad expresar que en la basura que arroja una ciudad se puede ver el movimiento económico de la misma.

En esa dirección, el funcionario asintió que fue entre un 15% y 20% menos lo que llegó al vertedero durante abril (momento más crítico), aunque no fueran los vecinos los que desecharan menos, sino más bien los comercios y las industrias de mayor tamaño.

“Si bien el mayor peso lo tenemos en el centro de la ciudad por los comercios y los restaurantes y todas las actividades están más concentradas (además de los edificios); se notó que en la recolección diferenciada disminuyó bastante su ingreso al vertedero y también en lo que es lo húmedo”.

Los cambios en cuanto a tal fenómeno, según Tissera, se dieron “a partir de la segunda quincena de abril”.

“En un primer momento los vecinos comenzaron a limpiar sus casas y teníamos que ir por los barrios con los camiones juntando de todo: podaban, limpiaban el patio, sacaban residuos grandes y hasta se nos llenaban los puntos limpios. Esto después fue disminuyendo entre un 15% o 20%, pero la gran demanda que es el comercio y la industria son la que finalmente hicieron bajar el número y no es el caso en cuanto a lo domiciliario”.

“Las grandes empresas o comercios son los que movieron la aguja. Y lo vimos en la Planta de Afluentes, un residuo líquido de las industrias con procesos que involucran agua. Vimos un mejoramiento ya que generaron menos residuos”.

“Son los grandes generadores los que provocaron el cambio y no los vecinos, porque comenzaron a tirar todo lo que veían que tenían y no utilizaban”, afianzó.

Pensando en lo que tiene ver con la gestión y el quehacer diario, agregó que: “Haciendo pesajes, hemos tenido picos en su momento de 200 toneladas por día, contabilizando secos, húmedos, de empresas y de obras, que es una cifra que se suele recibir en fines de semana y feriados. Pero vimos una reducción en el ingreso, y aprovechando que los vecinos estaban en las casas, relanzamos una campaña de diferenciación para concientizar y generar un hábito (ver aparte).

“En este momento, con las flexibilizaciones que se fueron dando vemos que estamos prácticamente ‘normal’ respecto a lo que venía la ciudad produciendo. Hablamos de que Villa María tiene aproximadamente un kilo y algo más por habitante”. 

“En la gestión tenemos el objetivo de bajar la cifra un 30%, así que hemos estado midiendo un montón de variables y la pandemia nos sirvió para ver cómo se comportaba la ciudad en cuanto a la disminución de actividades”, redondeó.

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