La reacción de Cristóbal López ante la decisión de Mauricio Macri de no renovar el convenio por el cual el gobierno nacional regula sus salas de juego fue convencional: la Asociación del Personal de Hipódromos envió una carta a Macri "en defensa de la fuente de trabajo". Es uno de los sindicatos de empleados del megacasino de Palermo. Su jefe es Diego Quiroga. En el ambiente del juego se lo conoce como "el hombre de Achával". Federico Achával es uno de los socios de Cristóbal.

Quiroga no sólo defiende las empresas de López como agentes de desarrollo. Sin aparente necesidad, dice que tampoco están vinculadas al "narcotráfico, la mafia o la trata de blancas". En su carta, Quiroga repitió los argumentos del decreto por el cual, en 2005, Néstor Kirchner extendió a López la concesión del hipódromo desde 2017 hasta 2032.

Cristóbal está inquieto. Por si el gremio no conmoviera a Macri, el miércoles convocó a su socio, Nicolás Caputo, a sus oficinas de La Rosadita, en Puerto Madero. Dicen que allí el mensaje fue más contundente que una carta..