La Mesa del Agua propuso su primera ley: las claves, las polémicas y qué cambiaría

La Mesa del Agua propuso su primera ley: las claves, las polémicas y qué cambiaría

Tras meses de trabajo, el primer borrador de una ley marco tiene cuatro claves, que proponen una mirada del agua más flexible. Pero antes, deberán buscar consenso, otra vez.

Por Carolina Putelli

Ley pareja no es rigurosa, dice el refrán, pero puede ser poco eficiente. Y para muchos especialistas, esto sucede con la actual aplicación del Código de Aguas. Este punto, entre otros, es el que busca solucionar el primer proyecto de ley que presenta la Mesa del Agua, después de 10 meses de buscar consenso.

El borrador habla de fomentar la “eficiencia y la sostenibilidad hídrica”. Y trabaja con el riego agrícola. Al sector se destina el 85% del agua de los ríos, pero se desperdicia hasta el 50% antes de llegar a las fincas.  Y esto se debe a perdidas por infraestructura, pero también porque se envía agua productores que no están regando en esa época del año. Porque la ley lo dice.

La propuesta nueva es que se entregue a productores agrícolas el agua que necesita, en la época del año en la que va a regar. Para esto, deberán presurizar canales, evitando pérdidas por evaporación y ahorrando energía para los que quieran regar por goteo. Todo esto de forma voluntaria y sin cobrarles. Incluso, eximiéndolos de la tasa que pagan y con beneficios en créditos.

"La planificación hidrológica a largo plazo va a permitir asegurarnos la disponibilidad de agua. Para no estar en la situación que vivimos hoy" Mónica Ruiz - INTA

Se trata de un texto que complementa y no reemplaza las dos leyes actuales que organizan la gestión, sobre todo la que se conoce como el código. Según explicó Ramiro Cascón, Secretario del Agua, “funciona junto con las leyes actuales”, por lo tanto, no reemplaza ni quita derechos.

Mónica Ruiz, titular del INTA en San Juan, aseguró que es “un avance importante respecto de la ley anterior” y celebró que se incluya un sistema de información “pública, integrado y digital”. Oscar Dolling, ingeniero hidráulico, investigador de la UNSJ y asesor lo consideró “un primer paso hacia el lugar correcto".

Pero aun así hubo voces, todavía en las mesas chicas, de productores que no están convencidos. El código de aguas es la ley principal y es la que enumera todos los derechos que tienen los regantes con respecto al agua, una de ellas la que consigna que todos deben recibir lo mismo y que es un derecho gratuito. Lo que pagan es por el mantenimiento de la red. 

"Es una ley muy buena, conceptualmente hace mucho que hablamos de que hace falta una flexibilización del riego", Oscar Dolling - UNSJ 

Por ahora el borrador no irá a la Cámara de Diputados ni a las comisiones legislativas. Antes saldrán a discutirlo en las Juntas de Riego, con ánimo de clarificar dudas, pero también de sumar voces si es necesario. Esto a pesar de que tuvo el visto bueno de productores, especialistas y organizaciones sociales en la Mesa del Agua. Y que el oficialismo tiene la mayoría en la Legislatura.

Programa de Acceso Voluntario al uso Eficiente

El segundo artículo de la propuesta gira alrededor de estos cambios en el sistema de riego. El objetivo es poder avanzar hacia el riego a demanda y flexible: cuando la planta lo necesita. Si bien los otros abarcan a todos los sectores de la sociedad, es este en el que deberán trabajar para convencer a los regantes.

En el proyecto se plantea que ningún productor se vería obligado a sumarse, ya que es una inscripción voluntaria en este programa. A cambio no se les cobrará la tasa y tendrían garantizado el riego en el mismo volumen de agua.

El problema, para los detractores, es que esto no cumpliría con la normativa actual. La actual ley dice que se debe garantizar “igual coeficiente a todas las tierras con derecho a riego”. Para Ramiro Cascón, lo que buscan es cambiar la interpretación, no la ley.

“Buscamos interpretar el coeficiente como volumen, para que se mantenga la igualdad, pero entregando por demanda”, Ramiro Cascón – Secretario del Agua

“Lo que decimos es que ese coeficiente habla de un volumen anual de agua, no de un caudal. Entonces, si le garantizamos que en el año reciban la misma cantidad que las fincas que no se sumen al programa, estamos respetando esta igualdad”, argumentó. El proyecto agrega que en ningún caso un regante que se sume a este sistema tendría más cantidad que el resto.

El resto de los artículos son beneficios impositivos que suman: no pagar la tasa retributiva de servicios, porque de las mismas se haría cargo el estado, obras hídricas que les permitirían asegurar el riego y ya piensan en créditos especiales para los voluntarios.

En este punto surgen algunas de las quejas de los productores. Es que la medición del agua siempre genera ruido. Para muchos puede ser un paso previo a que se cobre, pero Cascón insistió en que se trata de datos que permitirán garantizar el derecho y no restringirlo.

Para aplicar este sistema plantearon hacerlo en etapas. “La idea es ir haciendo pruebas pilotos, solo donde haya acuerdo de los regantes”, explicó el funcionario. El Quinto Cuartel, donde tienen que hacer un canal de cero, podría ser una primera opción para hacer el entubado. Siempre y cuando los finqueros acepten.

Qué más dice y qué cambiaría el proyecto

El texto que salió de la mesa se llama Proyecto de ley de fomento a la Eficiencia y sostenibilidad hídrica. DIARIO HUARPE tuvo acceso al borrador, donde desde el inicio se plantea que el agua es un derecho humano, algo que no hace la anterior ley.

El sistema de información supliría uno de los grandes problemas que hubo en la gestión de la actual crisis hídrica, donde no había suficientes datos, ni siquiera de cuántas de las fincas que recibían agua estaban efectivamente produciendo.  

Se introduce también el cambio climático como un factor para tener en cuenta en las decisiones futuras y para eso se piensa en una planificación plurianual. “Esto es muy importante, en la mesa muchas veces se preguntaron por qué estamos como estamos y esto tiene que ver con no pensar en la gestión a largo plazo”, agregó Mónica Ruiz.

Otro de los puntos es que permitirán a los usuarios organizarse poder trabajar con Hidráulica. Esto, agregó la titular del INTA, hace que se vinculen directamente los regantes en la gestión del agua, un modelo que funcionó bien en Mendoza.

Para Oscar Dolling, uno de los investigadores más involucrados en la temática de la UNSJ, que se sume la gestión integral es uno de los fuetes. En cambio, dijo hubiera preferido un modelo no gradual y no voluntario para el paso a la eficiencia. “O se es eficiente o no se es, pero es importante que al menos se empiecen a plantear estos temas, que en los ámbitos científicos venimos pidiendo hace mucho”, dijo.

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