Messi pasea por Rosario y desayuna tranquilo a metros del Monumento

Messi pasea por Rosario y desayuna tranquilo a metros del Monumento
A diferencia de lo que ocurre en otras ciudades, en la suya no sufre el acoso de los fans. La Capital lo descubrió ayer en un bar.

"Es Leo", le dijo discreto el concejal radical Sebastián Chale a La Capital en medio de una entrevista que, desde ese momento, no se pudo continuar. Eran las 10 de la mañana y ayer en el bar VIP (Rioja y Alem) apenas había seis o siete mesas ocupadas. Cerca de la barra, el mejor jugador de fútbol del planeta, Lionel Messi, se sentaba a desayunar junto con su mujer Antonella Roccuzzo y su pequeño hijo Thiago. Nadie lo molestó y La Pulga pudo disfrutar de un momento íntimo junto a los suyos lejos del acoso popular. Un gusto que sólo se lo puede dar en un lugar en el mundo: su querida Rosario.

Era la imagen de una familia y de una ciudad que no lo atormenta con fotos ni pedidos de autógrafos. ¡Qué paradójico!, pero en días en que Rosario se presenta en medios nacionales como una ciudad insegura, Messi (nada menos que él) elige caminar por sus calles sin guardaespaldas, junto a su mujer y su hijo, y rompe con el estigma.

El mejor jugador del mundo disfruta de unas jornadas de descanso junto a su familia en esta ciudad después de un año intenso con el Barcelona, y a pocos días de comenzar los entrenamientos para el Mundial de Brasil.

Cada vez que viene a Rosario, sus paseos por la ciudad no dejan de sorprender: una estrella mundial a escala humana que comparte tiempo con su familia y espacios con personas que deberían trabajar toda la vida para generar lo que él produce entre un partido y el otro.

Uno más.Como un ciudadano de a pie, común, sin guardaespaldas, la Pulga llegó en torno a las 10 de la mañana al bar VIP, que administra su familia en Rioja y Alem.

Podría haberse encerrado en el espacio que tiene el bar destinado para desarrollar pequeños eventos. Pedir algún menú especial. Pero no. Se sentó en una mesa al costado de la barra. Disfrutó de un desayuno de café, medialunas y jugo de naranja con Antonella y Thiago. Y jugaron, como lo hace cualquier padre con su pequeño hijo.

Con mucho respeto y como es una especie de acuerdo tácito entre los comensales de las distintas mesas, nadie se apresuró a pedirle nada. Algunos se animaron a levantar sus smartphones, pero decidieron esperar: es que se trataba de una familia en su intimidad.

Recién cuando estaba sobre el final de su desayuno varios se acercaron con los nervios lógicos, pero contenidos, de estar frente a un ídolo.

Se dejó sacar fotos y firmó algunos autógrafos.

Era complejo, no exento de contradicciones, no intentar pedirle una entrevista al astro mundial en su ciudad, al lado del Monumento de la Bandera y a pocos días de encarar el único objetivo que le falta para cubrir aún más de gloria sus vitrinas: la Copa del Mundo.

"Hola Leo, soy de LaCapital, ¿te puedo hacer una nota y tomar unas fotos?", lo consultó este diario sabiendo casi de antemano la probable derrota. El dibujo táctico parecía el correcto. Presentarse antes que pegar de volea las preguntas que no paraban de brotar sobre el cambio de chip que declaró espera hacer para el Mundial, la salida de Martino del Barcelona, su visión sobre Rosario, cómo cambió Thiago su manera del ver el mundo y muchas otras más.

Sin embargo, Leo, cortés, permitió las fotos y los autógrafos, pero —como con sus pies— gambeteó, sutil y veloz, el pedido de entrevista. Casi todos volvieron a sus mesas con la instantánea en sus celulares y el autógrafo en sus billeteras. Ninguno hizo aspavientos.

Messi se fue del bar como llegó: en silencio. Pero dejó estampada una frase en un autógrafo que, con el correr de las horas, se viralizó por los medios de todo el mundo: "Prometo traerla", escribió sobre una imagen del trofeo que ilustra un fixture del Mundial con el que VIP promociona el bar; y que le acercó el director sindical del Enapro, Edgardo Arrieta, uno de los afortunados que desayunaba en el bar.

Una promesa que invita a seguir a la Selección desde el 15 de junio, cuando haga su debut en el Mundial.

El lunes, a entrenar

Este lunes Lionel Messi deberá presentarse en el predio que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) tiene en Ezeiza para comenzar los entrenamientos con el plantel de la selección. El debut de la albiceleste en el Mundial de Brasil 2014 será en el estadio Maracaná (Río de Janeiro) ante Bosnia y Herzegovina, el domingo 15 de junio. El plantel nacional, cabeza del grupo F, jugará su segundo partido ante Irán (el sábado 21 en Belo Horizonte) y cerrará con Nigeria (el miércoles 25 en Porto Alegre). Eso sí, previo a toda esa exigencia, Lio descansa en Rosario y pasea a metros del Monumento.

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