Un sector de la CGT y Claudio Moroni, ministro de Trabajo, refuerzan su vínculo en el Congreso de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que se desarrolla Ginebra, Suiza, entre paneles y actividades dedicadas al ámbito laboral, lejos de las disputas que atraviesan el Frente de Todos.

La renuncia de Matías Kulfas y los cruces entre el ex ministro y el kirchnerismo no tuvieron impacto en dos sectores que se encuentran alineados con Alberto Fernández y tienen coincidencias en las políticas que se implementaron durante la pandemia y la decisión de reabrir paritarias, una acción necesaria para que los salarios no pierdan ante la escalada inflacionaria, entre otras.

Hay un ejemplo que ilustra en qué nivel está la relación: Gerardo Martínez, líder de la Uocra, en mayo pasado organizó un acto en apoyo a la gestión del jefe de Estado que contó con representantes de todos los sectores que componen la central obrera.

Por eso, no llamaron la atención las fotos entre los líderes sindicales y el funcionario en la OIT ni los ejes del discurso de Martínez en el marco de los Debates Plenarios de la CIT 2022, valorando las políticas de la Casa Rosada.

El referente gremial, en su exposición que realizó este martes, mencionó que “la situación socio laboral de la Argentina debe ser evaluada en el contexto de un colapso económico sufrido por un ajuste ortodoxo y un megaendeudamiento del gobierno anterior”.

“A poco de asumir el gobierno actual estalló la pandemia y el aislamiento sanitario agravó la delicada situación. La rápida respuesta del gobierno en el diseño de políticas de protección social, laboral y productiva evitó el desmantelamiento de la economía real con una reactivación en la emergencia. Se reforzaron los esquemas institucionales del diálogo tripartito”, aseguró el referente sindical.

Desde su visión, “la concertación política debe promover políticas de Estado que den confianza, previsibilidad y seguridad jurídica para responder a las demandas con un mirada de mediano y largo plazo”.

No olvidó mencionar la necesidad de implementar una regulación para el mercado financiero, en pos del “servicio de la economía productiva y del bien común”. Y colocó su foco en la construcción de una nueva arquitectura financiera que permita “auxiliar” a los países en vías de desarrollo, para generar mayor certidumbre en aquellos que presentan procesos de endeudamiento.

Las palabras de Moroni

El discurso de mayor potencia del funcionario fue pronunciado en la jornada inaugural de la OIT en el que pidió cambios “en la arquitectura financiera internacional”: “Se han exacerbado las desigualdades y las situaciones de pobreza que están perpetuando formas de convivencias injustas, por falta de opciones para el desarrollo, punto de partida de cualquier aspiración a establecer una agenda que ponga en el centro a las personas”.

“No es aceptable que la arquitectura financiera internacional sea la que marque los desequilibrios y no acompañe a la economía real. Debemos poner fin a esta situación injusta. Resulta imprescindible que los créditos internacionales apoyen los procesos de desarrollo a los que me referí anteriormente. Crecimiento sostenible y distribución equitativa son conceptos que merecen ser repetidos aun cuando la correcta retórica del discurso se vea afectada”, agregó.

“Los diagnósticos han sido hechos y los objetivos definidos. Ahora tenemos que llegar a esta Conferencia decididos a dar los pasos concretos para restablecer los valores de la Justicia Social, de la dignidad del trabajo y la prevalencia del capital productivo, frente a cualquier otra opción que desnaturalice los fundamentos de un contrato social que, a través del diálogo, respete las identidades del capital y el trabajo, y garantice el crecimiento de todas las personas. Es hora de demostrar mediante nuestro compromiso que esta meta no existe solo a nivel discursivo sino que se encuentra en el efectivo camino de su realización”, concluyó.