Por Liliana Vera Ibáñez

"Este camino de pelea es un camino largo nuestro, histórico, luchando por redes de agua potable, por transformadores y vivienda. Empieza el calor y estamos otra vez en estado de emergencia, de alerta". Los vecinos cuentan a La izquierda Diario que vienen de promesa en promesa por parte del municipio de Fernado Espinoza, y reuniones suspendidas. En asamblea decidieron movilizarse hoy nuevamente.

El barrio 20 de agosto tiene 400 familias, el Barrio Nicol ( que es el más poblado) tiene 2000 familias en estas condiciones. Son por lo menos 40 mil familias de barrios populares que hoy se movilizaron que no tienen garantizado el acceso al agua potable: Barrio Nicol, Bicentenario, El Triunfo, 28 de octubre, La Palangana, 17de septiembre, 1 de noviembre y Puente 13. ¿Cuántos niños y niñas bebe agua que no está en condiciones, contaminada, que los enferma?.

En el Barrio Nicol, el de mayor años de contitución en la localidad de Virrey del Pino, se encuentran el Ceamse y campos donde los propietarios contaminan con glifosato y otros químicos la tierra, el aire y el agua.

El barrio 17 de Septiembre, ubicado a la vera de la Ruta 1001 en González Catán, es un predio de 127 hectáreas donde viven unas 450 familias. Se establecieron como barrio a principios del 2019 y sufrieron varios intentos de desalojo. También cortes del servicio de luz eléctrica, por el que están dispuestos a pagar. Nunca contaron con servicio de agua ni de camiones de asistencias de la empresa AySA. Hay perforaciones hechas por los vecinos que no garantizan la seguridad del agua.

En el distrito más poblado de la provincia son varios los problemas de acceso a servicios esenciales como agua, gas natural, luz, cloacas y transporte. En el caso del agua los problemas son los siguientes: corte de suministro, suministro deficiente o intermitente, agua de pozo contaminada por agentes como la Ceamse, y en el caso de los barrios que surgieron de tomas de terrenos recientes directamente no cuentan con acceso al agua. En algunos de estos casos el municipio o la provincia mandan un camión con agua desde hace años. En otros ni siquiera eso.

Gran parte de los barrios matanceros surgieron como ocupaciones de terrenos y luego algunos ( pocos) fueron legalizados y urbanizados. No sería muy exagerado afirmar que casi la totalidad de los barrios al sudoeste de Camino de Cintura surgió de esa manera, con la sola excepción de algunos barrios pertenecientes a planes de vivienda estatales.

Ante la falta de planificación por parte del Estado la población tomó en sus manos garantizarse el derecho a la vivienda. Trabajadores informales, precarizados, changarines, madres sostén de hogar - varias de ellas huyendo de la violencia de género - procuraron conseguir un techo para los ellos y los suyos. Pero viven en la incertidumbre de conservar el terreno conquistado hasta lograr el reconocimiento legal. Y con dos certezas: que les faltan todos los servicios restantes, y que la única forma de conseguirlos es organizándose para pelear por conquistarlos.

Desde La Izquierda Diario acompañamos el reclamo de las familias de todos los barrios sin agua o con agua insuficiente o en mal estado. En primer lugar exigiendo que el Estado se haga cargo de enviar camiones con agua potable y elementos de higiene. La salida de fondo es la realización de las obras públicas necesarias para garantizar la llegada de agua potable a cada hogar, un plan integral de construcción de viviendas gestionado bajo control de los trabajadores y los vecinos que se están organizando, junto con ambientalistas y especialistas en el tema. Obras que si no se hacen es porque el gobierno de Alberto Fernández ( y sus aliados Fernando Espinoza y Axel Kiccillof ), al igual que sus predecesores, tienen otras prioridades como realizar el ajuste en el gasto público que le exige el FMI o pagar la deuda ilegal, usuraria y fraudulenta. La organización desde abajo de los vecinos ante es una muestra que son los únicos que realmente piensan resolver los problemas de fondo.