Las empresas alimenticias volvieron a generar mayor pobreza e indigencia en la Argentina, en julio. Así lo registró, finalmente, el INDEC, en el informe mensual, y confirmó los datos de las consultoras privadas.

Es que la inflación de julio fue 3% y el acumulado ya superó la meta oficial para 2021. Por eso todas las miradas apuntas a las empresas alimenticias que vienen acumulando aumentos durante todo el año, y ganancias millonarias.

El IPC se desaceleró en julio por cuarto mes consecutivo, y anotó el menor registro desde octubre de 2020, según informó el INDEC. Sin embargo, la suba de precios fue liderada, una vez más por el sector de Alimentos y Bebidas.

Ello, a pesar de que la Coordinadora de Empresas Alimenticias (COPAL) asegura que el sector que representa no es responsable de la inflación. Ahora, lo hace también desde la Unión Industrial Argentina (UIA).

 

Dato mata relato

 

Los datos del INDEC registran que los precios acumularon una suba del 29,1% entre enero y julio, con lo que se superó la proyección oficial del 29% para todo 2021, y registró un alza del 51,8% en los últimos 12 meses.

Sin embargo, a pesar de la reticencia a reconocerlo por parte de las grandes alimenticias, y y por el propio presidente de la cámara que las nuclea, Daniel Funes de Rioja, Alimentos y Bebidas se aceleró al 3,4%, desde el 3,2% de junio.

En el contexto general la inflación se desaceleró por cuarto mes consecutivo en julio, al marcar un 3%, el menor registro desde octubre de 2020, según informó este jueves el INDEC. Sin embargo, las alimenticias siguieron su marcha ascendente con los precios.

Las alimenticias hacen la suya

 

De esta manera, en lo que va de 2021 los precios minoristas aumentaron 29,1%, lo que implica que ya se superó la inflación proyectada para todo el año, según el Presupuesto 2021. Pero no fue así con las empresas de alimentos.

Es que, Alimentos y Bebidas se aceleró al 3,4% mensual y terminó arriba del promedio. En términos interanuales, la inflación fue del 51,8%, la variación más alta desde que arrancó la pandemia.

Por su parte, la inflación núcleo que no tiene en cuenta factores estacionales ni los precios regulados bajó 0,4 puntos porcentuales con respecto a junio y se ubicó en 3,1% mensual, es decir que tuvieron tendencia a la baja.

Es más, los precios estacionales aumentaron hasta 4,9% mensual, explicado por las subas en verduras y en servicios turísticos y de recreación por las vacaciones de invierno. En cuanto a los precios regulados, aumentaron el 1,4% mensual contra el 3,2% de junio.

«Un buen dato es que la inflación núcleo registró el aumentó más bajo desde septiembre del año pasado, lo que permite proyectar que más allá de efectos estacionales o de precios regulados, la inflación está cediendo”, dijo Claudio Caprarulo, economista de Analytica.

 

En todos los registros suben las alimenticias

 

En la variación por divisiones el mayor aumento lo registró Restaurantes y Hoteles, con un 4,8%, seguido por Salud, con el 3,8%, y luego se ubicó con Alimentos y Bebidas no alcohólicas, con el 3,4%.

Las menores variaciones fueron para Transporte, con el 2,3%, Prendas de Vestir y Calzados, con el 1,2% y Comunicación, con el 0,4%. La tendencia marca que las empresas de alimentos y bebidas no frenaron su tendencia de suba de precios, aún a pesar de la baja de otros rubros.

La situación delata la estrategia de las gigantes del sector como Arcor, Molinos, Mondelez y Mastellone de aumentar a cualquier costo. Es que en lo que va del año las alimenticias continuaron su tendencia a subir precios por arriba del promedio inflacionario.

Las alimenticias llevan la inflación al 50%

 

Varias consultoras analizaron la situación y recalaron en lo mismo. “El 3% muestra que es bastante difícil perforar el 3% mensual porque en julio Hoteles y Restaurantes tuvieron mayor actividad por las vacaciones de invierno y ya aumentaron un 4,8%”, dijo Jorge Neyro.

El economista sostuvo que “en agosto estará el aumento de las prepagas que es del 9% y la inercia inflacionaria, que en el caso de alimentos, no baja del 3%. La perspectiva es que la inflación termine el año cerca del 50%, si continuamos a este ritmo”.

El dato general es que la inflación se desaceleró respecto a marzo pero estamos llegando a un límite para perforar el 3%” dijo el economista Jorge Neyro. Otra vez, las alimenticias parecen no registrar las tendencias de otros rubros y se mantienen insensibles al entorno.

Desaceleración (pese a las alimenticias)

Por su parte, su colega Federico Glustein, en diálogo con Ámbito analizó: “La inflación muestra una leve desaceleración mes a mes desde el pico de marzo de este año que fue de 4,8%. El 3% es consecuencia de un ancla en términos reales de las tarifas y del tipo de cambio oficial.

Este es el que aumenta al ritmo cercano al 1%, sosteniendo en parte los incrementos en los productos importados y algunos nacionales, medio punto por debajo del índice general, explicó el especialista.

El rubro más sensible, Alimentos y Bebidas, mostró aumentó del 3,4% mensual, 0,2 puntos porcentuales más que en junio, aunque se observó un comportamiento mixto. Se destacó el menor incremento en los precios de carnes y derivados, y pan y cereales.

Sin embargo, se registró un mayor aumento en verduras (tomate redondo saltó 51,1%) e Infusiones. Por eso el sector volvió a destacarse entre los rubros que movilizaron la inflación de julio.

 

Más pobreza, por las alimenticias

Así, las alimenticias volvieron a decir presente en el índice de pobreza. Es que la suba de los precios de los productos de primera necesidad atacan directamente a la canasta básica alimentaria, que define la línea de la pobreza.

Claro, es que el índice marca cual es el nivel de consumo mínimo al que puede acceder una familia tipo. En julio, las alimenticias volvieron a dejar, por ello, más argentinos y argentinas por debajo de esa línea, y la de indigencia.