La oposición vuelve a la carga con el proyecto para instalar 68 puestos callejeros de frutas y verduras

La oposición vuelve a la carga con el proyecto para instalar 68 puestos callejeros de frutas y verduras

Impulsado por el Frente de Todos, el expediente generó polémica por posible “competencia desleal” y se retomará mañana en la comisión de Industria. Además, el gobierno busca un nuevo aval para llamar a licitación dos UTF.

El Concejo Deliberante retomará un tema que despertó fuertes cuestionamientos: el proyecto del Frente de Todos para habilitar la instalación de  68 puestos callejeros de frutas y verduras controlados por movimientos sociales enrolados en la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular).

La propuesta, ideada por los ediles Sol de la Torre y Roberto “Tata” Gandolfi, pretende modificar la ordenanza 11.919 para avanzar en las habilitaciones. La intención es que los puestos callejeros se asienten en zonas como las plazas del Agua, España, San Martín, Pueyrredon, Colón, Mitre y Rocha; el Paseo Costero; y Polideportivos Municipales. De acuerdo al proyecto de ordenanza, los beneficiaros contarán con un permiso precario para ocupar la vía pública e instalar dichos módulos por un plazo de tres años.

Tras un año sin ser tratado el expediente, y sin respuestas del gobierno, la comisión de Industria, la de menor actividad de las 13 que integran el HCD, decidió reiterar en septiembre del 2021 el pedido de informes a las áreas de Gobierno, Inspección General y Desarrollo Productivo para conocer la opinión al respecto. Con este escenario, el área de trabajo que preside Miguel Guglielmotti (FdT) deberá evaluar mañana las contestaciones del Ejecutivo.

Vale recordar que, cuando se presentó la iniciativa, el sector comercial puso el grito en el cielo por la competencia desleal que implicaría si el expediente se llegara a transformar en ordenanza.

UTF

Por otro lado, el gobierno buscará obtener otro dictamen en la comisión de Obras para avanzar con el llamado a licitación para el uso y explotación de la Playa Bristol y el “Paseo de Compras” que se pretende instalar en las inmediaciones del balneario.

En el primer caso, tal como informó este medio, se trata de la playa más concurrida de la ciudad, que ha estado en el ojo de la tormenta por la renovación sistemática de permisos precarios. En esta temporada, el permisionario, Ítalo Ravasio, abonó un canon de $1.393.480 por la explotación de la UTF que tiene en concesión desde la temporada 1995/1996.

El gobierno está en la etapa final del pliego de bases y condiciones para realizar el llamado a licitación pública. La intención es ofrecer un tratamiento como playa pública equipada. En el primer debate en la comisión de Turismo, por moción del bloque del FdT, si bien se le dio dictamen al proyecto, se agregó un pedido de informe al Emtur para que explique si en la compulsa va a tener el derecho de preferencia el permisionario actual.

Además, se debatirá la creación de la UTF “Paseo de Compras Bristol” y su correspondiente llamado a licitación. En este caso, en Turismo se pidió informes a la Secretaría de Obras. “Este predio fue otorgado para el emplazamiento de una feria de venta ambulante-la Saladita-mediante Ordenanza Nº 12953, ocupando la vereda lateral de la UTF Bristol Popular. Este permiso fue extendido a través de diferentes normas (Ordenanzas 15489, 17042 y 17124), que mantuvieron el carácter precario de la explotación, siguiendo hasta la actualidad”, señala el proyecto de ordenanza impulsado por el gobierno.

En este sentido, a través del ente que conduce Bernardo Martín, el objetivo es realizar una recuperación del sector mediante los siguientes ejes: “un ordenamiento del espacio público que permita respetar el entorno paisajístico (enclave turístico histórico), generar nuevas oportunidades de trabajo y la posibilidad de ampliar, mejorar y modernizar los servicios que el sector brinda a la comunidad y a sus visitantes”.

De esta manera, el Ejecutivo busca eliminar la “Saladita Playera”, espacio donde a lo largo de estos últimos años ha reinado el descontrol, con un sinfín de negocios en una de las principales vidrieras de la ciudad. El paseo fue habilitado en 2004 y hasta 2009 tuvo los permisos formales de funcionamiento otorgados por el Concejo Deliberante. Sin embargo, durante más de una década, el emprendimiento se desarrolló sin legislación que lo avale.

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