Otra empresa del grupo Techint en conflicto: denuncian despidos en Ternium-Siderar

Otra empresa del grupo Techint en conflicto: denuncian despidos en Ternium-Siderar

En la planta ubicada en Canning, partido de Ezeiza, la actividad está paralizada por un paro luego que la empresa decidiera unas 11 cesantías, la mayoría de operarios con actividad sindical. Afirman que de esta forma la empresa desconoció un acuerdo previo, por lo que se reactivó la protesta. En la región otra firma de la familia Rocca, Tenaris Siat, tiene a sus trabajadores movilizados y reclamando mejoras.

Por: Diego Lanese.

El martes pasado, se venció la conciliación obligatoria en Ternium-Siderar, empresa del grupo Techint que arrastra un largo conflicto por el encuadre laboral de sus operarios. Una vez expirada la medida tomada por el Ministerio de Trabajo nacional, la firma decidió despedir a 11 trabajadores, de unos 40 que intentó cesantear cuando intervino la cartera laboral. Como respuesta, la asamblea de empleados decidió llamar a un paro total de actividades, que se mantiene hasta el momento, para pedir la reincorporación, e insistir con el pedido vinculado al cambio de convenio colectivo, nudo central de la larga pelea de los operarios de la fábrica, ubicada en la localidad bonaerense de Canning, en el distrito de Ezeiza.

Desde la UOM no descartan nuevas medidas de fuerza, ante las medidas que son “una clara persecución sindical” de quienes encabezaron la lucha contra los cambios propuestos por la patronal. No es la primera empresa del grupo de la familia Rocca que está en conflicto con sus trabajadores: hace un año en Tenaris Siat reclaman que se restituya el bono de productividad, eliminado en plena pandemia.

Despidos arbitrarios

El nuevo paro en Ternium-Siderar de Canning comenzó el lunes, cuando la empresa decidió despedir al menos 11 de los 40 cesanteados antes que se dictara la conciliación obligatoria. La medida generó la reacción de la asamblea de operarios, que reactivaron el paro de actividades que comenzó a principios de mes, pero que luego se levantó por la medida del Ministerio de Trabajo nacional. La protesta de los empleados apunta a la vuelta a sus puestos de trabajo de los 11 trabajadores, que son los que encabezan desde hace tiempo el histórico conflicto por el convenio laboral. “Son despidos con una clara persecución sindical, los operarios cesanteados tienen una fuerte actividad en la planta, y son los protagonistas de las últimas peleas”, le contaron a Gestión Sindical varios empleados, que prefirieron el anonimato para evitar represalias.

Desde hace tiempo, la firma busca “sacarse de encima” varios operarios, a través de un plan de retiros voluntarios u otras opciones. “Pero a este grupo no le dieron ninguna chanche: apenas se levantó la conciliación los despidieron sin mayores argumentos. “Están marcados, y la empresa los quiere afuera. Por eso los estamos realizando esta protesta, para repudiar esta actitud y pedir su reincorporación”, agregaron los trabajadores.

El nudo del conflicto es el reclamo ya histórico de los trabajadores de la empresa que piden pasar de la llamada “rama 21”, rama siderurgia, a la “rama 17”, metalúrgica, que representa una diferencia salarial importante, como afirman los operarios. Esto generó varias protestas en los últimos tiempos, que se intensificaron en febrero, lo que derivó en el intento de despidos, los reclamos laborales y la conciliación obligatoria.

“Los trabajadores no aceptan ningún despido y exigen al gremio se ponga a la cabeza de la defensa de todos los trabajadores, y al Ministerio de Trabajo que convoque a la empresa a cambiar su actitud”, recalcaron los operarios mediante un comunicado de prensa luego que se profundizara el conflicto.

Crecen los problemas

En este tiempo, la UOM de Avellaneda informó que había un principio de acuerdo, para pagar el aumento salarial de la rama 17, como piden los empleados, además de otras mejoras, como el pago extra por las horas trabajadas durante el fin de semana, o el pase a planta permanente de los contratados. También se habló de un compromiso de no realizar despidos, que no se cumplió, lo que hizo volver el paro y el conflicto.

El conflicto inicial se trató en la cartera laboral de la provincia de Buenos Aires, pero pasó a la órbita nacional luego que la falta de actividad en la planta, que produce las llamadas “chapas blancas”, generó problemas en la producción de algunos electrodomésticos. Así que ahora el tema quedó en la cartera que comanda Claudio Moroni. En ese ministerio, que trabaja en una mesa de diálogo entre el gremio y la empresa de Techint, adelantaron que los despidos originales eran cerca de 40, pero se desactivaron en su mayoría, pero quedan 11 sin resolver a esta hora.

Al inicio de la pandemia, Ternium-Siderar anunció con la licencia y recorte salarial a 10 mil trabajadores de la rama de producción de aceros planos y largos de las plantas de Haedo, Ensenada, Canning, Florencio Varela, San Nicolás y Campana. La firma de la familia Rocca le comenzó a pagar entre el 50 y el 75 por ciento de los salarios a los operarios, según la localidad, lo que representa en muchos casos más de la mitad de sus ingresos regulares. Este acuerdo contó con el aval de la UOM.

Se multiplican los focos de tensión

Además de este conflicto, en otra empresa del grupo Techint del conurbano bonaerense está en conflicto, lo que marca que más allá de los números generales –el grupo tuvo ganancias extraordinarias en enero de este año, por el auge del precio del acero a nivel mundial –la política laboral de Paolo Rocca no cambia ni mejora. Se trata de Tenaris Siat, la empresa de tubos con costura para la industria petrolera, donde hace un año los trabajadores reclaman que se devuelva el plus por productividad, que se sacó al inicio de la pandemia y representa una baja salarial del 20 por ciento.

“La situación es desesperante”, dicen desde la comisión interna de la UOM ante la consulta de Gestión Sindical, que en estos días volverán a realizar un reclamo público. A las rebajas salariales y los intentos de modificar el convenio colectivo de trabajo se le sumó en el último tiempo la suspensión del servicio de transporte para los operarios, que permitía ir a la planta ubicada en Valentín Alsina, distrito de Lanús, en tiempo de pandemia. La planta comenzó a operar en las últimas semanas, luego de un largo parate en el 2020, pero ante la nueva conflictividad volvió a frenar sus tareas.

Además, los trabajadores están en “asamblea permanente”, y afirmaron que “la situación es desesperante”, mientras el grupo Techint “no deja de ejercer su política de persecución gremial y quita de derechos al conjunto de los trabajadores, sin respetar el convenio colectivo de trabajo ni las leyes laborales vigentes”.

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