Otro mito cayó con la cuarentena: empresas admiten que teletrabajo no afecta la productividad

Otro mito cayó con la cuarentena: empresas admiten que teletrabajo no afecta la productividad

Las personas, por el contrario, consideran que la asistencia que recibieron de parte de los empleadores para cumplir con sus tareas remotas fue deficiente

Mientras en algunas zonas de la Argentina ya se transita la fase 5 de la salida de la pandemia, con comercios abiertos, actividades recreativas y reuniones familiares en grupos reducidos, en otras la batalla continúa y se espera un período de "cuarentenas intermitentes".

Esto significa que quienes hoy están autorizados para retomar el trabajo presencial quizás tengan que retroceder mañana, si la curva de casos y la ocupación de camas de terapia intensiva para pacientes con Covid-19 se incrementan más allá de lo que puede sostener el sistema de salud.

En ese marco, una de las pocas certezas para trabajadores y empresarios es que las personas que pudieron continuar realizando sus tareas desde sus casas lo seguirán haciendo hasta que el panorama se presente más estable.

Y esto no es solo así debido a una emergencia o por algún tipo de disposición, sino porque el teletrabajo es uno de los pocos factores en los que el beneficio fue superior a la inversión y se obtuvieron resultados realmente óptimos, que ofrecieron algo de seguridad en un momento complejo.

Más aún, según la última encuesta Spot Covid-19 de Mercer en Argentina, realizada del del 25 al 30 de junio entre 260 organizaciones que operan en el país, casi la mitad de las empresas consideran que operar bajo la modalidad de teletrabajo no tuvo un impacto negativo en la productividad de sus equipos.

El 48% optó por esa opinión neutral, mientras que otro 15% aseguró, por el contrario, que la productividad aumentó gracias a la implementación del trabajo remoto "a la fuerza" durante el confinamiento.

Solo el 3% de las firmas relevadas vio una disminución de la productividad mientras que el resto (34%) consideró que no es posible aún evaluar esos resultados.

Algunos consultores especializados van más allá incluso, y aseguran que este experimento social del trabajo a distancia en plena pandemia no solo no redujo la productividad sino que trajo beneficios inesperados

Sara Mendoza Figueroa, Gerente de Marketing de VISMA Latam, afirma que "el trabajo remoto se impuso como una alternativa de 'vida o muerte'. Y, a pesar de haber sido resistido durante largo tiempo por las organizaciones, éstas descubrieron que en muchos casos vuelven la tarea más eficiente y, además, permite disminuir costos".

"Se abre un nuevo escenario en la dinámica laboral, con modalidades que a principios de este mismo año no hubieran tenido adeptos", afirmó la experta. Para ella, el teletrabajo resultó mas eficiente de lo que se creía, las reuniones por videollamada tuvieron un ahorro de tiempos y costos, y lo mismo ocurrió con el ida y vuelta de documentación para validar operaciones se volvió digital (recibo digital, contratos, etc.), y las redes sociales y blogs corporativos ayudaron a mantener el contacto y a dar novedades a los colaboradores, los clientes y el mercado en general. 

Contracara: la asistencia a los empleados durante la pandemiaOcho de cada 10 argentinos quieren seguir trabajando desde sus casas una vez que termine la pandemia

 

Los trabajadores también perdieron un poco y ganaron otro poco con la implementación del trabajo a distancia de forma masiva. En principio, para muchos fue la mejor alternativa para proteger su salud del contagio de Covid-19 y lograron mantener una mejor relación entre su vida privada y la personal. Para otros, esa combinación fue la peor receta. 

Se ahorraron tiempo de traslado a la oficina así como los costos, aunque en muchos casos esas horas de más se tradujeron en más tiempo de trabajo.

 

Según relevó la consultora Adecco, trabajar en modalidad home-office fue algo totalmente nuevo para el 56% de los empleados. Por lo tanto es lógico que a la mayoría le haya llevado tiempo desarrollar sus nuevas rutinas y adaptarse.

El 42% le dedica más horas al trabajo desde su casa que en la oficina. Sin embargo, 6 de cada 10 afirman que trabajan más relajados desde su casa que en la oficina.

Al final de cuentas, el saldo es positivo: a 8 de cada 10 argentinos les gustaría continuar trabajando desde sus hogares cuando todo vuelva a la normalidad.

La consultora modobeta también le preguntó a más de 500 personas cómo se sintieron al realizar sus tareas laborales 100% desde el hogar. "Se habló mucho de lo poco preparada que estaban las organizaciones para enfrentar una situación cómo está. En general de forma muy improvisada, las compañías echaron mano de la tecnología para asegurar una continuidad mínima de las operaciones. Y así invadieron los hogares, los que en su mayoría tampoco estaban preparados y a su vez, las familias con niños recibieron a las escuelas, las que inundaron las mesas familiares con cuadernos y tareas para ejercitar", describieron la situación.

En ese contexto, el 52,9% de los encuestados dicen hacer recibido escaso o moderado soporte de las compañías para esta nueva forma de trabajo remoto. Sólo el 8,2% refiere que la ayuda recibida fue excelente

Por otra parte, el 62% de los encuestados manifestaron no tener conflictos de pareja por causa del trabajo. Las temáticas más frecuentes de debate fueron los quehaceres domésticos, el uso del espacio y el cuidado de los niños en ese orden.

En cuanto a la forma de priorizar el 70,06% manifiesta haberlo resuelto a través del diálogo y sólo un 13% respondió el priorizar la actividad según el trabajo mejor remunerado.

De continuar esta modalidad de trabajo, modobeta considera que, al haber límites más difusos entre el hogar y las oficinas, las compañías deberán seriamente incorporar en su dinámica laboral, el mundo del hogar y las cuestiones de género.

Algunas de las prácticas que sugieren comenzar a evaluar desde modobeta son:

bloqueo de horario de comida para que todos puedan colaborar en él almuerzo familiar,

- jornadas laborales flexibles y pasar del trabajo sincrónico al diacrónico para las tareas que puedan realizarse en el hogar,

- campañas de concientización sobre género y las equidad en las tareas de cuidado,

"Además de trabajar en la reformulación del liderazgo de su management, las empresas deberán comenzar a tener en cuenta el impacto de sus prácticas laborales no sólo dentro del mundo corporativo sino en el clima del hogar. Se reformula así la idea de clima laboral, abordando todo lo adicional que ocurre fuera de las oficinas producto del teletrabajo¨, expresó Gabriel Pereyra, CEO de modobeta.

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Sin dudas este traspaso apresurado del trabajo al hogar requirió de una inversión de tiempo y recursos tanto por parte de las empresas como de los trabajadores. Encontrar nuevas lógicas y rutinas que permitieran lidiar con la situación, aprender sobre herramientas para trabajo a distancia, fueron solo algunas de las variables urgentes.

De parte de algunas de las grandes empresas hubo también una inversión en dinero para proveer de equipos de trabajo o trasladar los ya adquiridos a los hogares.

Según Mercer, hoy los principales gastos que las empresas están reembolsando o suministrando durante la pandemia son: computadora (61%), teléfono celular (30%) y equipamiento ergonómico de oficina (28%) e Internet (12%).

Esto coincide en parte con otro relevamiento reciente de la consultora Willis Towers Watson en la Argentina. También en esa encuesta, que respondieron 312 grandes compañías a principios de junio, el 12% dijo estar proveyendo la conexión a Internet de los teletrabajadores (aunque un 24% más ya tenía bajo análisis hacerlo).

Solo un 4% había decidido llevarles un escritorio para trabajar a sus casas, un 23% les hicieron entrega de una silla ergonómica y el 29% de un monitor adecuado y el 31% un teclado. Son entre un cuarto y un tercio de las empresas consultadas por WTW las que siguen analizando implementar o no esas mismas medidas.

Por otra parte, al consultar a los empleados, solo el 4% de quienes respondieron sobre este tema a modobeta dijeron haber visto alguno de sus gastos por teletrabajar compensados por su empleador. 

Todos estos cambios e inversiones debieron darse aceleradamente sobre todo en aquellas empresas que seguían considerando el teletrabajo como un beneficio para casos de excepción o de períodos de tiempo puntuales, en lugar de una práctica habitual de trabajo.

Antes de la pandemia, el 74% de las empresas consultadas por Mercer tenía al 25% de su fuerza laboral trabajando a distancia. Las que lo ofrecían a todo el personal eran las menos. Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, según pudo relevar esta consultora el 53% ya tiene a más del 75% de su personal en forma remota y otro 21% tiene a la mitad de su gente desempeñando tareas de esa manera.

Pero la inversión en enviar equipamiento a los hogares puede ser solo la primera que exija esta nueva forma de trabajar.

El rediseño no solo de las políticas sino de los espacios está entre las prioridades de Recursos Humanos. ¿Qué deberá cambiar, según dijeron las compañías a Mercer?

- los procesos de las personas a fin de hacerlos más virtuales,

- aumento de la comunicación y la transparencia,

- replanteo de la colaboración y conexión entre los empleados durante el distanciamiento social 

- rediseño del lugar de trabajo (físico) para garantizar la seguridad

El futuro del teletrabajo en la ArgentinaSe impone el esquema de trabajo flexible

 

La mayoría de las encuestas realizadas en la Argentina en torno a qué ocurrirá con el teletrabajo hablan de que toda tarea que pueda ser realizada a distancia y no requiera sí o sí de asistencia presencial, pasará a tener esa flexibilidad.

"En general vemos que las compañías convertirán el trabajo remoto en una filosofía de trabajo flexible, dado que quedó demostrado que es posible trabajar de esta manera. Es por eso que vemos que la expectativa es que aumente el porcentaje de personas que trabajen bajo esta modalidad", comentó Ivana Thornton, Directora de Career de Mercer.

Sin embargo, matizó la directiva de Mercer, el confinamiento también demostró la importancia de compartir el espacio físico para ciertas circunstancias. En esos casos, asegura que las compañías esperan lograr una combinación entre ambas modalidades de trabajo

En el corto plazo, para lo que queda de las medidas de aislamiento, para correr menos riesgos y salvaguardar a las personas así como a la continuidad del negocio, las compañías prefieren mantener a sus empleados teletrabajando todo lo posible, incluso si se flexibilizan algunas de las restricciones para circular.

El 54% le dijo a Mercer que para este momento va a "alentar a los empleados a trabajar de manera remota, pero esperando regresar a las oficinas cuando las condiciones sean seguras". Un tercio ya sabe que al menos hasta fin de año mantendrá lo más posible el desempeño a distancia.

Solo un 8% espera que los empleados regresen al lugar de trabajo, a menos que haya una razón válida que lo impida, un 6% dejará la decisión en manos de su gente.

Nada más que un 1% aseguró que en el corto plazo "prefiere requerir a todos los empleados que regresen a la oficina".

No obstante, las perspectivas a largo plazo son las que auguran el verdadero cambio en la flexibilidad para el trabajo asincrónico, por objetivos y a distancia.

"En el largo plazo, el 92% de las empresas manifestó que la política o filosofía de trabajo remoto se modificará en la compañía como resultado de la pandemia", auguran desde Mercer.

Un 48% señaló que cambiará su política a fin de propiciar más flexibilidad para trabajar tanto en la oficina como de manera remota; un 22% indicó que cambiará para alentar el trabajo remoto de manera mayor; otro 22% señaló que cambiará a fin de alentar el trabajo remoto de manera significativamente mayor.

El 6% que señaló que no habrá cambios, es porque incluso antes de la pandemia a mayoría de su fuerza laboral ya tenía flexibilidad para trabajar en forma remota.

Son solo un 2% los que remarcan que a la salida de la crisis sanitaria y pudiendo continuar con tareas a distancia, esperan que sus empleados igual las cumplan en la oficina.

 

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