Por la pandemia, muchos afiliados de prepagas en Mar del Plata volvieron a las obras sociales

Por la pandemia, muchos afiliados de prepagas en Mar del Plata volvieron a las obras sociales

Desde los gremios aseguran que la situación se profundizó con la pandemia. Asimismo y en algunos casos, la morosidad en los aportes patronales alcanza el 46%.

Fuentes gremiales aseguran que desde que comenzó en marzo del 2020 la pandemia en el país, muchos marplatenses afiliados a empresas de medicina prepaga volvieron a las obras sociales, debido a la crisis económica o simplemente disconformes por la prestataria privada. “Ante el aumento de los valores que solicitaban las prepagas, muchos trabajadores volvieron a las obras  sociales de origen. Así es que hubo un reempadronamiento muy grande de empleados de comercio que estaban en una prepaga, que por la falta de servicios o del incremento de los valores, regresaron, luego de estar más de un año de permanencia”, afirmó Daniel Buccico, delegado regional de la Obra Social de Empleados de Comercio (Osecac) en Mar del Plata.

En declaraciones a 0223, el también secretario interior del sindicato de mercantiles valoró las ventajas de las obras sociales “que no tienen un sistema capitado donde cada integrante de una familia tiene que pagar como pasa con la medicina prepaga”, cuestión que modifica sustentablemente el costo que debe afrontar un trabajador con un grupo familiar.

“Si la prepaga no tenés la cuota al día, al ser un negocio entre partes y una relación comercial, no te extiende el bono a fin de mes. Así, un empleador está al día con la prepaga porque sabe que si no paga, al empleado no lo atienden”, explicó por su parte, Marcelo Capelli, secretario de Acción Social del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) seccional Mar del Plata y de la zona.

En ese análisis, el dirigente sindical explicó los problemas que se generan ante la demora en los aportes patronales que produce un desfinanciamiento del sistema, que se profundizó con la pandemia.

“La problemática de las obras sociales sindicales es el altísimo nivel de morosidad, ya que llegamos al 72% durante pandemia y actualmente hay un 46% con más de 6 meses de deuda de la obra social, como pasa con los talleres pequeños, que se retrasan en los pagos por cuestiones lógicas. Pero en el caso de las firmas más grandes, el retraso se da porque juegan al plazo fijo y aprovechan la coyuntura”, lamentó.

“Un empleador está al día con la prepaga porque sabe que si paga, al empleado no lo atienden. Pero en la obra social lo pagan cuando quieren: piden moratorias y especulan en algunos casos. Y algo muy importante es que sobre un aporte, en una obra social sindical, cada un trabajador, hay 4 personas de su grupo familiar. En una prepaga pagas per cápita y si se tiene una familia de cuatro integrantes, pagás por arriba de los 25.000 pesos”, completó el dirigente.

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